Antes de que cualquier persona se lance a la aventura del emprendimiento debe hacerse varias preguntas para saber si es realmente lo que quiere y si encaja con su estilo de vida.
Temo decirte que si lo que quieres es emprender un negocio por necesidad, porque no tienes otra opción, o por dinero, es muy probable que no salga bien por una simple razón. Porque cuando algo no funciona como tú quieres y las cosas van mal, las fuerzas que saques no serán suficientes para seguir adelante. La única fuerza superior a todo es la pasión por lo que haces y eso será lo único que sostenga al negocio y supere todos los obstáculos.
Hay muchos emprendedores exitosos que iniciaron sus negocios con poca inversión y llegaron a ser muy conocidos en todo el mundo por su esfuerzo y su duro trabajo. Estas dos últimas características son primordiales a la hora de emprender, así que toma nota de ellos si quieres seguir sus pasos.
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Tienen buenos hábitos saludables. No se saltan el desayuno y lo consideran la comida más importante del día. Un buen desayuno permite trabajar de forma más productiva y eficaz, e incluso hace desaparecer el mal humor. Los emprendedores que toman un buen desayuno se sienten más enérgicos y optimistas para afrontar la jornada.
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Son buenos negociadores. Un emprendedor exitoso tiene buenas habilidades comunicativas, las cuales le ayudan a negociar y a manejar perfectamente todas las emociones que se ponen sobre la mesa. Se sienten cómodos manejando la situación y queriendo lo mejor para su empresa.
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Previsores. Si el plan A no funciona, tienen un plan B para seguir adelante. No temen que algo no vaya como esperaban, intentan no perder el control porque saben que es parte del juego. A veces están muy arriba, consiguen sin dificultad sus objetivos, y otras veces en cambio les cuesta más llegar. Pero nunca se desmotivan.
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No se rinden. Los emprendedores tienen que aceptar los problemas y decidir soluciones para afrontarlos y solventarlos. Es el único responsable y el que se encarga de identificar los errores para mejorarlos. A pesar de todos los inconvenientes que se encuentren por el camino, nunca se rinden.
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Detectan una oportunidad de negocio. El emprendedor identifica necesidades, tendencias y problemas que tienen las personas a su alrededor y se centra en satisfacerlas.
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Crean equipos motivados y con talento. Forma un equipo equilibrado, con talento y busca unificar ideas y lograr consensos ante los problemas que le surgen haciendo que todos trabajen en armonía.
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Tienen empatía con sus clientes. Alguien que ofrece un producto a su target, debe haber estudiado antes ese perfil ideal de arriba abajo y haberse puesto en su papel como consumidor. Estos emprendedores que conocen a la perfección a sus clientes saben por qué les compran, cuando y lo que valoran de sus productos o servicios.
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Compromiso y satisfacción. Cuando alguien lanza un negocio nuevo para tener éxito debe comprometerse con la causa, sacrificarse si es necesario (sobre todo al principio), pero sobre todo ten en cuenta una cosa: ese camino hasta conseguir el éxito hay que disfrutarlo, si no es así, algo falla.
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Conocen sus puntos débiles y complementan sus carencias. Aquella persona que se crea que todo lo hace bien y que puede controlar todo, más tarde o más temprano se llevará un batacazo. Hay que reconocer los puntos débiles y pedir ayuda a las personas adecuadas porque la unión hace la fuerza y así se complementan los distintos perfiles que cubren esas necesidades.
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Creatividad e innovación. Estas dos características son imprescindibles en un mundo cada vez más competitivo. Gracias a la creatividad e innovación, las ideas consiguen ese valor agregado que las hace especial y diferentes.
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