Los bailarines van entrando uno a uno. La mitad tiene experiencia, la otra mitad es nueva pero dispuesta a intentarlo. Primero nos concentramos en nuestros pies, fluyendo en los espacios vacíos alrededor de la pista de baile, sintiendo la madera pulida debajo de nosotros.
Luego nos enfocamos en otras partes del cuerpo–rodillas, caderas, la columna vertebral, cabeza y manos—mientras tanto hacemos pasos, movimientos entretejidos, que fluyen con el ritmo en sintonía con nuestra conciencia, conectándonos con nuestro propio cuerpo.
De vez en cuando bailamos en pareja, rompiendo nuestras propias barreras para conectarnos con otro bailarín, permitiendo que sus movimientos fluyan dentro o alrededor de los nuestros.
“Solía ser muy tímida, pero este ambiente realmente me permitió sentirme segura, para conocerme a mí misma”, confesó Bhajan (el nombre espiritual que utiliza), quien comenzó a practicar los 5 Ritmos hace seis años, cuando vivía en Santa Fe, Nuevo México, EE.UU.
El 22 de mayo participamos de una clase de los 5 Ritmos dirigida por Amber Ryan, quien ha practicado esta disciplina desde hace 13 años, impartiendo lecciones a nivel internacional durante 5 años.
Relata que siempre fue bailarina pero una noche después de un ensayo general, la noche antes del estreno de un espectáculo,se fracturó el pie mientras caminaba hacia su carro. “Personalmente fue devastador, pero se convirtió en una bendición”, recuerda Amber.
Durante su recuperación, uno de sus profesores le dio el libro “Mapas del éxtasis” de Gabrielle Roth, quien desarrolló los 5 Ritmos en la década de 1960. “Su historia resonó tanto en mi, desde el primer párrafo del libro”, explica Amber.
El libro pareció transformar en palabras lo que ella había estado haciendo y supo que Roth llegaría a ser su maestra. Conoció a Roth un año después, estudió con ella y se convirtió en su asistente, viajando juntas por el mundo.
Amber describe los 5 Ritmos como una práctica espiritual y sanadora. “Puede ser tan simple como salirse de la cabeza e ir hacia los pies, o salir del ser intelectual e ir hacia un ser instintivo e inspirado”, comentó.
Conforme habla de los 5 Ritmos, y más tarde mientras dirige la clase y se une al fluir de la danza alrededor del salón, la cara bronceada de Amber irradia un cierto brillo de felicidad que transmite a los demás bailarines.
Invita a todos a cruzar el umbral, a conectarse con si mismos y con el grupo sin preocuparse de si se verán tontos o si lo están haciendo mal. “No hay forma de hacerlo mal”, asegura.
Fluimos y nos movemos a través de los cinco ritmos: fluido, staccato, caos, lírico y quietud. La lluvia cae alrededor del salón abierto del Healing Center en el Hotel Harmony en Guiones, uniéndose al sonido de los ritmos cambiantes. Los aromas también cambian—menta, tierra mojada, paja, incienso…todos nuestros sentidos están en sintonía a medida que inhalamos y exhalamos, sacudiendo cualquier estrés o caos en nuestra mente.
“Intento venir todas las semanas o al menos semana de por medio. No he venido en algún tiempo así que tenía bastante caos que sacudir. Ahora me siento un poco aturdida,” relató Edmonde Aguacil, quien vive en Guiones y comenzó a participar de los 5 Ritmos en abril de 2012.
Por un rato, bailo con mi sombra reflejada en la pared del fondo por la luz de las velas, escuchando la melodía lírica y sintiendo que, de alguna forma, fue elegida perfectamente para mi. He escuchado la canción antes, pero esta noche la letra me habla de forma distinta, llegando a lo más profundo. Me doy vuelta y fluyo hacia otro espacio en el salón, mirando a los bailarines a mi alrededor, ahora bañados en sudor. Cada uno tiene su propio estilo, su propia historia, su propia voz interior. Pero mientras me uno a otro bailarín, un perfecto desconocido, una especie de energía fluye entre nosotros. Ambos sonreímos e intercambiamos energía.
Horace Usry asistió a su primera clase de 5 Ritmos hace dos semanas porque un amigo le dijo que era muy bueno, esta noche ha vuelto por segunda vez. “Sentí que es una buena forma de liberación y un taller cargado de energía positiva”, concluyó. “Me encanta”.
Sesiones de 5 Ritmos
Durante la temporada baja, Amber impartirá lecciones los miércoles en la nochede 6:30 a 8 p.m. en el Healing Center(no habrá clases el 5 de junio). Estas tendrán un costo de $12 (6000 colones) por persona o$6 (3000 colones) para nacionales. Además realizará sesiones de “Suda tus Plegarias” en el Yoga Spacada 15 días. El costo de estas sesiones es de $15 (7500 colones) para la sesión de danza, $10 (5000 colones) por una cena opcional después de cada sesión y $5 (2500 colones) por el servicio de transporte saliendo de Robin’s Ice Cream. Las clases se impartirán hasta el 4 de agosto y comenzarán nuevamente en noviembre. Para más información contacte a Amber al correo electrónico [email protected] o al teléfono 8501-6265.
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