Regional, Nicoya, Sucesos

A dos años del terremoto, falta mucho por aprender

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Este 5 de setiembre se cumplen  dos años  del terremoto  de Nicoya, el cual tuvo epicentro en la costa de playa Sámara pero sacudió al país entero con una magnitud de 7,6 grados en la escala de Ritcher. Afortunadamente el terremoto no dejó fallecidos, pero sí más de 100 viviendas dañadas.

Pero los expertos aseguran que Nicoya es una zona de actividad sísmica y por lo tanto hay que siempre estar preparados para otro terremoto. Bajo ese motivo, la Universidad Nacional Campus Nicoya  está  desarrollando un simposio en prevención de Tsunamis, para preparar a la comunidad y al estudiantado. La actividad se desarrolla del 2 al 5 de septiembre y reúne a expertos de diversas partes del mundo.

De acuerdo con el expositor Theofilos Toulkeridis, especialista en geoquímica y proveniente de Grecia, en América Latina todavía hay mucho camino por aprender en  prevención ante este tipo de fenómenos naturales.

“Creo que en los últimos años hemos avanzado bastante; sin embargo, hay mucho por hacer en materia de prevención. En las costas costarricenses ya se ha implementado la educación en las escuelas en prevención y cómo mitigar situaciones de riesgo”, indicó el expositor.

Juan Luis Porras, geólogo de la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica, considera que aunque la Península de Nicoya es una región con una actividad sísmica importante, la población no le presta el interés que merece.

“Aquí se piensa que nunca va a suceder un terremoto, pero con la experiencia que han vivido otros países como Japón, Sumatra y Filipinas nos damos cuenta de la importancia de estar educados en este tema. Es increíble que países de primer mundo como Japón, hayan sufrido tanta devastación por no estar preparados”, expresó Porras.

Preparación en las comunidades

Con el fin de educar y organizar a la población ante terremotos y tsunamis, la Universidad de Costa Rica en conjunto con el Ministerio de Educación Pública ha implementado un programa de capacitación para escuelas costeras.

Según Porras, la idea es que los niños aprendan desde pequeños a reaccionar ante una eventual emergencia y no los tome por sorpresa.

“Recientemente se le ha estado dando mayor importancia a este tema, hemos tratado de llegar a la escuelas costeras, de llevarle a los niños la idea de que aprendan de una manera divertida, pero sobretodo, concientizar la magnitud de este tipo de desastres”, explicó.

Además del trabajo en las escuelas, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ha estado apoyando el desarrollo de los Comités Comunales de Emergencia.

Israel Carrera, facilitador de la CNE y encargado del distrito de Nicoya, explicó que ahora el cantón cuenta con tres comités en Garza, Nicoya y Nosara, y están en proceso de formar  grupos en la zona alta de Nicoya (Esperanza, Juan Díaz, Colas de gallo) en Sámara y en Nicoya.

“Hay que entrar más en la comunidades, la coordinación en las comunidades es vital. Los comités comunales son muy importantes, pues en una eventual emergencia ellos tienen comunicación directa con el Comité Municipal de Emergencias y con la CNE. Ellos en emergencias pueden ayudar a la población, contabilizar cuántas y quiénes son las víctimas,  entonces aceleran el trabajo”, explicó Carrera.

Para Carrera, aunque no fue la mejor manera, el terremoto de Nicoya del 2012 sirvió para que la población de la península aprendiera que hay que estar preparados ante cualquier desastre natural; aunque todavía queda mucho en materia de educación.

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