Guanacaste tuvo la cifra más baja de accidentes de tránsito en el país entre el 2013 y el 2017, con 4.461 eventos de este tipo, pero cuando sucedieron, un 40% de ellos dejaron heridos graves y hasta víctimas mortales. Es decir, dos de cada cinco colisiones tuvo fuertes consecuencias para las vidas humanas.
Además, la cifra fue en aumento todos los años: los accidentes que dejaron muertos o personas con heridas graves representaban el 37% en el 2013. Esa cifra aumentó a 43% en el 2017, según un análisis realizado por La Voz de Guanacaste con estadísticas del Observatorio de Seguridad Vial del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) .
Los que más engrosan la cifra de fallecidos en carretera, según el análisis, son hombres en edades entre 19 y 39 años, que en su mayoría conducen motocicletas y que utilizan sus vehículos los fines de semana entre las 8 p.m y las 6 a.m. Un perfil casi idéntico a la mayoría de víctimas mortales por accidentes de tránsito en el resto del país.
Para llegar a estas conclusiones, La Voz de Guanacaste analizó dos bases de datos que van del 2013 al 2017 y las corroboró con los anuarios estadísticos del Conavi. El análisis contempla tanto rutas cantonales como nacionales y accidentes de tránsito en los que al menos una persona quedó herida o hubo al menos un fallecido. Estos datos provienen originalmente de los partes oficiales de tránsito.
Las causas son múltiples y las soluciones no son únicas ni sencillas, pero al menos, están identificadas por las autoridades nacionales y expertos en el tema.
Caos citadinos
Una bicicleta sale por la derecha y se pasa de un carril a otro sin avisar. Un señor cruza sin fijarse en una zona donde no hay paso peatonal ni semáforo cerca. Las motos zigzaguean entre los carros y parece que todos entienden esa dinámica: casi nadie toca el pito de sus vehículos en esa convivencia en modo automático.
La escena es de un lunes de noviembre a las 10 a.m en el centro de Nicoya, pero bien podría ser una postal del resto de ciudades más pobladas la provincia.
Esa convivencia de tantos elementos en un solo lugar es uno de los factores de riesgo que, según el geógrafo del Consejo Nacional de Vialidad (Cosevi), Francisco Castro, explica la cantidad de choques en carretera. Y también, elementos que ponen en riesgo a la población vulnerable como peatones o ciclistas.
Los choques entre carros son la segunda causa y la colisión con bicicletas resultó ser el tercer tipo de accidente más frecuente en la provincia en los cinco años de análisis.
De acuerdo con las estadísticas, los tres kilómetros en Guanacaste con la mayor cantidad de accidentes reportados con heridos graves o fallecidos en cinco años (2013 a 2017) se ubican en puntos cercanos a las cabeceras de los cantones de Nicoya, Santa Cruz y Liberia.
No planeamos el ordenamiento de un territorio en función a las carreteras que lo atraviesan, entonces terminamos con rutas de alta velocidad que desembocan drásticamente en un centro de ciudad, y eso es un riesgo”, comentó el especialista.
En Nicoya, Castro señala como ejemplo la calle que pasa frente al hospital La Anexión, donde en menos de 100 metros del centro hospitalario conviven supermercados, gasolineras, sodas y restaurantes. “Es una carretera con demasiada presión, y donde todo el mundo converge en un mismo punto, es una bomba de tiempo para los accidentes”, dijo.
“Las autoridades pueden regular esos espacios e identificar la mejor forma para acomodar las diferentes actividades en función a las vías que tenemos”, concluyó.
La deficiencia de la seguridad en las rutas, como la falta de señalización o iluminación, se une a la carencia de ordenamiento territorial para explicar los accidentes en carretera.
¡Ahí viene la moto!
El vocero de Cosevi, Ronald Ramírez, explicó que hace diez años los accidentes mortales en carretera estaban ligados directamente al consumo de alcohol y a la falta de uso del cinturón de tránsito, pero que eso cambió. Hoy están cada vez más relacionados con otro factor de riesgo: las motos.
«No queremos satanizarlas, es un vehículo que llegó para quedarse porque nos cambió el paradigma de movilidad. Es más fácil de comprar, el ahorro en combustible es mayor”, dijo Ramírez.
Sin embargo, en Guanacaste, en cinco años, la colisión con motocicleta fue el tipo de accidente más frecuente, con un 28% del total de colisiones. También fue el que dejó más heridos graves o víctimas fatales. La mitad de los choques con moto terminan así, mientras que eso solo sucede en el 34% de los casos cuando el choque es en carro.
Si a ese factor de riesgo señalado por Cosevi se le añade una presencia policial deficiente, la fórmula de riesgo es casi perfecta.
El jefe de tránsito de la región Chorotega, Marcelo Morera, reconoce que Guanacaste tiene una escasez de personal para vigilar las carreteras, con solo 54 oficiales para toda la provincia. En algunas ocasiones, asegura, solo hay uno o dos en carretera.
Solo el área del aeropuerto de Liberia debería tener cuatro oficiales permanentes en operativos por el flujo vehicular de la zona, y a veces no hay ni uno porque estamos atendiendo otros accidentes en caminos rurales, operativos en escuelas o denuncias. No damos a basto”, comentó el oficial.
Y sin oficiales en las calles, Cosevi es consciente de que los conductores se sienten menos obligados a cumplir con la legislación, incluyendo a los motociclistas.
En un solo operativo de tránsito de dos horas en el centro de Liberia, Morera cuenta que confiscan hasta 25 motos por no tener placas o marchamo, además de la detención de conductores que no cuentan con licencia para manejar este tipo de vehículos, o que no utilizan dispositivos de seguridad como casco o chalecos reflectores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) , el uso de cascos de buena calidad puede llegar a reducir el riesgo de muerte en un 40%, y las lesiones graves en un 70% aproximadamente.
En este punto, el jefe de Tránsito reconoció la limitación que tienen las poblaciones alejadas de los centros de los cantones para, al menos, poder tener su documentación en regla.
“En Nosara hay una cantidad de gente que detenemos sin licencia, pero yo veo que esa gente tiene que moverse hasta Nicoya para hacer una prueba de manejo y eso no lo puede hacer todo mundo”, indica Morera.
Educación
Más allá de legislaciones y la presencia policial, la educación vial es vital para reducir los accidentes de tránsito.
Ramírez asegura que la entidad actualmente trabaja en dos campañas de concientización a nivel nacional y en trabajos de campo en diferentes zonas del país para identificar las necesidades viales de cada localidad.
Una de esas campañas se llama “El chasis sos vos”, que justamente está enfocada en el riesgo al que se exponen los motociclistas si no cuentan con la indumentaria adecuada para circular en carretera.
Sin embargo, Morera, es del criterio de que las campañas no son suficientes y el Estado debe dar pasos aun mayores, como incluir la obligatoriedad de la educación en los programas del Ministerio de Educación Pública.
“Tienen que existir cambios más profundos”, concluye.
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