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ACG cancela definitivamente reapertura del sendero en Islas Murciélago

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El Área de Conservación Guanacaste (ACG) no reabrirá el acceso al sendero de la Isla San José, en el archipiélago de las Islas Murciélago del sector marino del ACG. Así lo confirmó a La Voz de Guanacaste el funcionario de la Dirección de Área Silvestre Protegida, Marco Bustos. 

Las y los visitantes y tour operadores podrán continuar visitando las aguas alrededor del archipiélago para hacer esnórquel, buceo, surf o paseos en bote, como ha sido usual, pero ya no podrán tocar tierra en la isla. 

En octubre del 2021, la institución cerró temporalmente el acceso a la isla para reparar el puesto operativo, una casa de dos pisos donde el personal realiza actividades de monitoreo, control e investigación. 

Aunque las reparaciones ya avanzaron en un 75%, el ACG suspendió la reapertura del acceso a la isla por el impacto que la visitación turística generó sobre el ecosistema, declarado en 1999 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).

Según Bustos, notaron erosión del suelo, compactación de la arena en la playa sitio de anidación de tortugas verde y negra y un aumento en el riesgo de conservación de las formaciones biológicas y vegetales, como las formaciones de arena solidificadas, llamadas dunas fósiles. También pesan en esta decisión los recortes presupuestarios que limitan la disponibilidad de personal y recursos. 

«El sitio está en cuidados intensivos de conservación porque es el único en Centroamérica donde anidan este tipo de tortugas. Si le compactamos la arena no vamos a tener uno de los elementos de conservación de una zona marina ​​es decir, las tortugas ni tampoco las dunas fósiles que hay en la isla”, agregó. 

La decisión toma por sorpresa a tour operadores, que desde la noticia del cierre temporal de la isla anuncian en sus redes sociales que están en constante consulta al ACG a la espera de la reapertura. Otros incluso reportan que, aunque le explican a sus clientes que pueden hacer las actividades acuáticas permitidas, las personas cancelan cuando saben que no podrán visitar la isla. 

“Cada día recibimos más de 15 mensajes y llamadas de personas y operadores preguntando por ese destino”, dijo la emprendedora turística Geannina Lara, de Cuajiniquil Tours. Desde que cerraron la isla en octubre no volvieron a tener visitas al sector marino del parque porque las y los clientes estaban esperando la apertura de la isla. 

Lara compartió con La Voz varios ejemplos de clientes que mostraron interés en el tour hasta que les precisaron que el acceso a la isla está cerrado. 

Vamos a enviar correos a ver qué se puede hacer”, dice. “Me parece muy bien la conservación, pero de eso no vivimos y sé que se puede tomar la zona de una forma responsable, sostenible y que reactive el turismo”, considera.

El funcionario del ACG dice que están conscientes de que la decisión enfada, sobre todo, a algunos operadores turísticos.

“El área marina se compone de geología, de mamíferos acuáticos, de aves, de uno de los esteros más importantes en Centroamérica, como es Potrero Grande, de una de las formaciones rocosas que está en el agua, como es Peña Bruja, se compone del único archipiélago que está en todo Costa Rica y Mesoamérica”, explica Bustos.

“Todos esos detalles componen el área marina protegida. No es exactamente sólo una banca, que es como muchos lo estaban tratando de vender y al final es lo que la gente ve”, dice. 

Bustos enfatiza en que el sector marino del parque siempre ha estado abierto. Allí, las personas pueden hacer surf, buceo, esnórquel y paseos en bote. El funcionario insta a la población y a los touroperadores a visitar la zona y apreciar, desde la embarcación, todo el archipiélago y su biodiversidad. Podés tener más detalles de la reservación aquí

Un “enganche” para reactivar el turismo

La isla fue un atractivo que estuvo abierto solo por unos meses durante la pandemia, entre abril y setiembre del 2021. Según Bustos, el ACG permitió la visita a esa isla como un “enganche” para incentivar el turismo en la reapertura gradual de la pandemia, aún cuando esa actividad no está contemplada en el plan de manejo del ACG. 

“Lo hicimos como una excepción de la regla”, admite Bustos. “Empezamos a traerlos a este sitio pensando en que podíamos utilizarlo para que la gente empezara a venir [retomara actividades turísticas en pandemia] y que después hicieran todo el resto de actividades que están abiertas [surf, esnórquel, buceo, paseo en embarcación]”, agregó. 

Durante los meses que estuvo abierta, permitían el ingreso de 35 visitantes al día, que acudían con touroperadores que parten usualmente de Cuajiniquil, en La Cruz, o de El Coco en Carrillo. 

La guía turística Geannina Lara en una de las visitas a Isla San José el año pasado. Los tours por la zona ayudaron a reactivar la economía de su familia durante la pandemia, que depende 100% del turismo. Dice que desde que cerraron el acceso a la isla, nadie ha querido reservar tours que no contemplen el acceso a la isla. Foto: Cortesía Geannina Lara.

Sin embargo, como el tour se hizo tan popular, el ACG reportó que los ingresos ilegales ya no estaban sucediendo únicamente en el área marítima sino también en la isla

“Viera qué fuerte fue para nosotros en una de las visitas de control que estábamos realizando encontrarnos 70 personas que ingresaron de una manera ilegal hasta las dunas, y ahí estaban con paños tirados, acostados y asoleándose”, relata el funcionario. 

En esa zona donde estaban las personas que ingresaron ilegalmente crece una especie de maíz primitivo del sur de México, que el ACG cataloga como “reservorio genético”. 

Para nosotros es bastante triste porque [con los ingresos ilegales]», dice Bustos. «Estamos haciendo un cambio en el comportamiento de las especies que están en el fondo del mar, que podría repercutir en personas que sí hagan bien la actividad”. 

Puesto operativo más equipado

Las reparaciones en la casa de monitoreo e investigación se hicieron entre octubre y diciembre. Después de esa fecha, el ACG tuvo que frenar el traslado de materiales por los vientos y las condiciones marítimas de la zona. 

El avance incluye la reparación de techos, cielorrasos y paredes. También lograron construir una planta de tratamiento, pues las aguas residuales llegaban a un tanque séptico. 

“El puesto operativo es la base para el control y análisis de la actividad turística, investigación en el sitio de especies como las tortugas, los corales y el tiburón toro”, detalla Bustos. 

Ahora lo que resta es llevar madera para terminar las remodelaciones. El ACG podría retomarlo pronto, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. 

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