Guanacaste tiene una fuerte raíz afrodescendiente afianzada en mucho de nuestro diario vivir: la comida, las palabras, la música. Desde hace tiempo, no es un secreto para nadie.
La historia y la genética han comprobado una y otra vez esta evidencia. Pero también desde la cultura, la cantautora Guadalupe Urbina, por ejemplo, ha consolidado el tema desde hace muchos años en su obra musical y artística.
Los primeros exploradores españoles ya traían personas africanas esclavizadas para lograr sus objetivos de conquista y comercialización en estas tierras.
Esta identidad “tri-étnica”, según el escritor afrocostarricense Quince Duncan, ha sido negada, olvidada y a veces simplemente ignorada. Por ello, el grueso de la población guanacasteca parece no haberla terminado de asimilar como propia, pero eso está cambiando.
La Voz de Guanacaste entrevistó a tres personas que cargan la bandera de la cultura afroguanacasteca para levantarla en cada una de sus profesiones. Conocé sus historias desde su propia voz:
Milagro Obando Matarrita
En la portada de su libro Noche sin luna, la poeta Milagro Obando Matarrita es citada como la primera escritora afroguanacasteca.Foto: César Arroyo Castro
“Allá en los 90 yo estaba en el colegio cuando decidí participar en el reinado del maíz. Por supuesto, preparé mi traje de maíz. Pasé días confeccionando el traje y preparándome para ese evento y sucede que cuando me visto y me miro al espejo pues tengo un problema. No me veo como una joven chorotega porque no sé qué hacer con mi cabello. Esa fue una de las primeras experiencias que me hizo reflexionar acerca de mi identidad. De ahí en adelante empecé a cuestionarme el hecho de por qué si nos dicen que somos chorotegas mi familia, yo y las personas de mi comunidad somos crespas, tenemos un color muy pronunciado. Hasta la fecha he pasado un largo proceso de reflexión y de búsqueda de mi identidad como persona negra afro guanacasteca. Me supe una mujer negra, yo creo que siempre lo supe, pero lo que no comprendía era ¿por qué soy una mujer negra si estoy en el territorio del Pacífico?
“Cuando hago estudios generales en ese taller literario empecé a escribir poesía acerca de mi identidad sin tener idea realmente que estaba escribiendo poesía negra. A mí me tocó desde la poesía hacer mi aporte y me siento también dichosa de saber que día a día más gente se va sumando a este movimiento. Yo sé que muchos guanacastecos, al igual que yo, han tenido la experiencia y ahora se han reconocido como personas afro. Pero no la tuvieron clara antes porque en la historia no te la cuentan en la escuela ni en el colegio. O muchos lo supieron y no tuvieron la oportunidad de gritar a viva voz, o no era el momento histórico indicado para hablar abiertamente del tema. El que se dice afrodescendiente tiene que ponerse la camiseta también, porque estamos casi que obligados a continuar con esta lucha que no ha terminado”.
La exposición de 15 historias «Obituarios de la memoria» rinde homenaje a las mujeres que han sido borradas de la historia, un proyecto del profesor e investigador Daniel Matul.
Keyler Morera
Keyler Morera, es docente y la primera persona guanacasteca en integrar el Parlamento Cívico Afrocostarricense.Foto: César Arroyo Castro
“Esta camisa que yo traigo hoy, me puse a pensar ¿cómo hacer para guanacastequizarla? Entonces me pongo a investigar y veo que las poblaciones afrodescendientes que había en Guanacaste utilizaban ropa de manta, era la tela que había. Entonces yo dije “voy a hacerme un atuendo de manta, pero le voy a poner en algunos detalles una tela afrocaribeña. Es como tratar de decir “nosotros queremos y podemos hacer ahora lo que nuestros ancestros afrodescendientes en Guanacaste no podían hacer”: utilizar con libertad sus atuendos. No hay un libro de un historiador del año 1800 que te hable de las poblaciones afrodescendientes. Nadie se preocupó por hacerlo porque lo que se nos dijo era que todos éramos europeos y chorotegas, nunca afrodescendientes. Nosotros tenemos que estar armando un rompecabezas con respecto a la información que hay a nuestro alrededor.
“Es una gran responsabilidad porque todavía hay mucha gente en Guanacaste que no sabe que somos afrodescendientes y todavía hay mucha gente que se resiste a ser afrodescendiente en Guanacaste. Vos salís a preguntar y nadie es afrodescendiente aquí. Puedes ver una mujer negra de colochos que es de aquí, de Nicoya o de Guanacaste, y te va a decir que ella no es afrodescendiente, que ella es chorotega. ¿Por qué? Porque es una cuestión de identidad, de lo que nos enseñaron en la escuela, de lo que nos enseñaron en el colegio.
“Un proyecto personal que tengo con el respaldo del Parlamento Cívico Afrocostarricense, es la creación de una asociación afroguanacasteca. Una asociación de personas líderes comunales que se identifiquen como afrodescendientes. Que podamos conformar una asociación para ir recuperando esa historia desde abajo. No podemos seguir esperando que nos venga de arriba”.
Malcom Rojas Araya
Malcom Rojas Araya, quijonguero y multiinstrumentista. El año anterior participó junto a la Comisión para la Salvaguarda del Quijongo Guanacasteco por primera vez en la edición número 25 del Festival Flores de la Diáspora Africana.Foto: César Arroyo Castro
“Estoy en una faceta de auto reconocerme como compositor y también artivista (arte y activismo). Mi activismo está relacionado con todo el tema de la música guanacasteca. Creo que este término de afroguanacasteco lo que viene a decirnos es cómo se llama eso que no habíamos identificado, pero que lo hacemos día a día en nuestra cultura, en nuestras tradiciones. Y el camino mío empieza hace más o menos unos cinco, poco más, cuando conocí el quijongo. Es muy importante y es clave en la cultura afroguanacasteca porque es un instrumento que tiene una carga histórica. Es un instrumento que venía en el imaginario de personas esclavizadas de África que llegaron acá, que se construye en nuestra provincia con materiales de nuestra provincia y que ya cobra un sentido social importantísimo. Entonces también como músico, como artista, al reconocer el rol social de todas esas expresiones, es que empiezo a entender más de lo afroguanacasteco.
“Si bien es cierto mucha gente ya venía hablando del tema hace varios años y aquí cito a Guadalupe Urbina, creo que estamos en un momento en el que el tema más que nunca está saliendo a flote. Hemos visto cómo las personas en Guanacaste han ido aceptando y reconociendo la afrodescendencia, creo que ese es un proceso histórico que estamos viviendo muy importante. Tal vez esto se llegue a hablar en el futuro como un periodo importante para la provincia.
“Creo que el auto reconocimiento tiene ahí consecuencias buenas para la población. Entender nuestra propia cultura nos ayuda a tener mecanismos para entender cuando hay una actitud extractivista o racista. Por ejemplo, utilizar el quijongo como elemento estético y no como un elemento musical. Ponerlo en un escenario solo porque se ve chiva es una forma de extractivismo. Lo correcto ahí sería que las personas investiguen y hago la invitación, para que se acerquen a las personas de la comunidad para que con gusto les ayudemos a que entiendan que viene de una tradición oral, que tiene un código. Este código es muy complejo, tiene cientos de años y hay que respetarlo porque tiene un valor y una razón de ser”.
Nota de la editora: Los testimonios y relatos de las personas entrevistadas solo fueron modificadas por precisión y extensión.
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