Comunidad

Andrea Keith: la ‘teacher’ que quiere samareños emprendedores

This post is also available in: English

Es enero y los niños están de vacaciones. También es lunes, día en que inician los proyectos. Son las 9 a.m. y en Sámara hace calor, como es de costumbre; lo que no es usual es ver a un grupo de niños ansiosos por entrar a la biblioteca Crear.

La emoción no es antojadiza. La alegría se debe a que la biblioteca arrancaba su campamento de verano, liderado por la estadounidense Andrea Keith, quien desde enero del 2009 es la cabeza del proyecto. La Asociación de Crear es un programa que se creó en el 2005 para ofrecer clases de inglés y programas educativos a los niños de la comunidad.

Keith es como la versión costera de la famosa Mary Poppins, quien con música, arte, cuentos y actividades deportivas educa a los niños y les enseña valores; sin embargo, sus capacidades van más allá de ser una “teacher” cualquiera.

Además de liderar Crear, a finales del año pasado Keith ganó el premio Yo creo, el cual es un reconocimiento de la Universidad Latina de Costa Rica, que premia a jóvenes que están generando cambios positivos dentro de sus comunidades.

Entre crayones y risas

Desde el primer momento que Andrea hace contacto con los niños se revela su personalidad. Es dulce, pero también tiene carácter. Al inicio abre su corazón con los niños, pero también sabe poner en claro cuáles son las reglas de la casa.

Foto por Ariana Crespo-Durante el mes de Enero, la estadounidense lideró el campamento de vacaciones en donde los niños participaron de actividades recreativas para disfrutar de su tiempo libre.

Keith es joven, tiene 29 años y casi siempre anda con su cabello rubio suelto. Su acento es chistoso, pronuncia las R como si fuera un tica y palabras como “chiva” y “tuanis” son parte de su español. La chica conoce los costarriqueñismos a la perfección.

Su vocación con los pequeños no nació de la noche a la mañana, pues es graduada de licenciatura de las carreras de español y psicología, del Austin College de Estados Unidos.

No es por ser cursi, pero los niños me llenan de motivación. A mí mi trabajo me gusta, yo no sufro los domingos por tener que trabajar el lunes. Es muy lindo cuando voy en bicicleta a la escuela del Torito y los niños gritan felices: ¡llegaron las gringas!”.

Aunque son los pequeños quienes le cargan las baterías todos los días, son los adolescentes con quienes tiene mayor conexión, por eso, se siente orgullosa de haber creado el año pasado el programa Las Divinas, para chicas de 12 a 16 años, en donde el principal objetivo es empoderar la mujer.

Me alegra ver las chicas cada vez más concentradas en terminar el colegio. Yo hablo con ellas y de verdad tienen esa meta. Eso me emociona, pues al principio no estaban tan enfocadas en terminar los estudios. Además ahora hay una chica que quiere ser veterinaria y logramos que en estas vacaciones hiciera una pasantía en la veterinaria del pueblo”, comentó Keith emocionada.

 

La gringa— como algunos vecinos la llaman— no solo se emociona de ver cómo sus niñas y el proyecto Crear crecen, sino también de ver cómo cada día la gente la trata menos como una turista y la sienten como parte de la comunidad.

Según Keith cuando comenzó con Crear, muchas madres de familias no le tenían confianza y pensaban que era una americana que solo andaba en Sámara por unos cuantos meses, pero al ver que cada vez tiene más bonita la biblioteca y que hay una constancia en los proyectos, ha ganado un respeto en el pueblo.

El paseo que cambió el destino

Cuando Keith estaba en la Universidad siempre soñó con poder salir de Houston, Texas, de donde es oriunda, e irse a vivir a España. Costa Rica nunca fue una prioridad, es más, sabía muy poco del país.

En enero del 2006 la universidad organizó una gira por tres semanas en Costa Rica y visitaron varios lugares, pero cuando Keith cruzó el tramo del Braulio Carrillo para ir al Caribe, supo que la inmensidad natural del suelo tico merecía de más días. Fue así, como en ese mismo año logró un intercambio con la Universidad Nacional en Heredia, que la llevó a vivir por un año en la Ciudad de las Flores.

Durante ese año no desaprovechó de un solo fin de semana libre que tuviera, para visitar los distintos destinos de Tiquicia, pero cuando llegó a Sámara sintió algo especial.

Sámara fue como en el primer lugar que no me sentí como una turista. La verdad cuando lo conocí sabía que tenía que estar más cerca de la naturaleza y que este era el lugar perfecto. Yo vengo de una ciudad que no es muy bonita y nunca había tenido la oportunidad de estar en un ambiente tan natural, por eso me puse la meta de que tenía que volver”, dijo.

Cuando acabó el intercambio, Keith regresó a su país en agosto del 2007, para graduarse en mayo del 2008. Para ese año, se puso como meta mudarse a Sámara y fue entonces como llegó a conocer el proyecto Crear.

Quería vivir en Sámara, pero tampoco quería irme a trabajar de mesera o en un bar, respeto mucho esos trabajos, pero también era un asunto como de hacer valer tanto esfuerzo en la universidad, pues quería trabajar en lo mío, además que sabía que en otro trabajo me iba a aburrir y cuando conocí a Crear por una amiga me pareció perfecto”, recordó.

Hoy, luego de seis años de vivir en Sámara considera que es una de las mejores decisiones que ha tomado y ama el estilo de vida que lleva.

Con una casa que alquila casi frente al mar, en el centro de Sámara, aprovecha todas las mañanas para caminar y tomarse un café sintiendo la brisa del océano, además de disfrutar del surf que ha aprendido durante estos años y con las clases de su novio Nikola Ruhlow, uno de los organizadores del Camaronal Challenge.  

El 2016 apenas empieza, pero Keith ya tiene en las notas de su celular las metas para este año, en tres años y a largo plazo. Una casa propia, un programa de surf para niños y más voluntarios para Crear son parte de los sueños que esta luchadora dibuja en su mente y que seguramente ya se están haciendo realidad.

Foto por Ariana Crespo-Una de las cosas que más disfruta de Sámara es estar en contacto con la naturaleza por lo que aprovecha todas las mañanas para salir a caminar.

Comentarios