Tantas opciones, tantas decisiones, tantas posibles combinaciones. La creatividad fluye a medida que vamos revisando un balde de “charcos” de vidrio, tubos de “espagueti” de vidrio, y tarros de diferentes colores de vidrio triturado. Todas son opciones para agregar color, textura y diseño a lo que estamos a punto de crear, y en esto también, tenemos la opción entre hacer un plato de seis pulgadas o un candelabro de vidrio.
Todos optamos por hacer un plato. Y a partir de ahí empieza la diversión. De vez en cuando echamos un vistazo a lo que los otros están haciendo y solicitamos u ofrecemos sugerencias.
Roy Myers escoge un estilo moderno ecléctico, llenando totalmente su plato con charcos, que son pequeñas piezas de vidrio en varios formas y colores, pero al final decide que menos es más y lo reduce a un solo charco en el centro del plato, sobre un fondo de escamas delgadas de vidrio de color verde claro traslapadas.
“Me encanta venir aquí”, confiesa Roy, que ha estado tomando clases de fusión de vidrio con la maestra Lavae Aldrich en Sámara durante aproximadamente un año. “Después de todos estos años he descubierto que tengo un lado creativo en mí.”
El termina regalando la mayor parte de las piezas que ha hecho a sus amigos cuando vienen a visitar, diciéndoles que es un verdadero souvenir.
Arwen Ross tiene un enfoque completamente diferente. Esta es su primera clase y ella se emociona con el proceso de cortar el vidrio, presionando la herramienta para cortar vidrio firmemente hacia abajo y girándola a través de piezas de vidrio para cortarlos a la medida, una tarea que es un poco más difícil de lo que parece, ya que requiere la cantidad correcta de presión. Ella rocía trocitos de vidrio triturado alrededor de los bordes de su plato y luego coloca un cuadrado de vidrio oscuro centrado en el medio. Este cuadro de vidrio es tan oscuro que parece negro, pero cuando se termine de hornear será de color verde oscuro.
“Yo estaba buscando algo artístico que hacer en un día lluvioso”, comenta Arwen. “Fue muy divertido. Quiero volver y hacer un juego de platos”.
Yo, por el contrario, comienzo a sortear los charcos para ver qué formas podría hacer de ellos. Me llamó la atención una plantilla de mariposas colgando de la pared, pero Lavae me explicó que las plantillas sólo se pueden utilizar con vidrio en polvo, lo cual no es una opción para este proyecto, así que busco otra manera de crear formas de los charcos. Un trozo de color azul claro me parece semejante a la cabeza y el cuerpo de un pavo real y lo acomodo junto con charcos azules y verdes a su alrededor para formar plumas. Entonces escojo otros charcos azules para formar una mariposa. Pero decido que el pavo real y la mariposa no combinan, así que es hora de hacer otra elección. Opto por la mariposa, colocándola cuidadosamente en una esquina del plato, y luego hago una flor roja en la esquina opuesta, quebrando un pedazo de “espagueti” verde para agregar un tallo.
Llevamos nuestros platos cuidadosamente al horno, donde se calentarán hasta 1500 grados Fahrenheit (815 grados Celsius), para convertir todo el vidrio en líquido y fundirlo. A medida que se enfría, lo que tardará aproximadamente 24 horas, todo el vidrio se funde para formar una sola pieza. A continuación, el horno se disparará de nuevo, esta vez a 1200 grados Fahrenheit (650 Celsius) en un molde de barro tomando la forma curva del plato. Si hubiéramos optado por hacer un candelabro, se montaría el vidrio sobre una taza de metal para derretir sobre la taza y así tomar la forma del candelabro.. Después el vidrio se debe enfriar de nuevo otras 24 horas.
La parte más frustrante es tener que esperar tres días para ver el producto final.
Lavae empezó a trabajar con el vidrio hace unos 10 años, pero cuando se mudó a Costa Rica tuvo más tiempo para dedicar al arte. Algunas de sus obras están en venta en el Dragonfly y en Samara Organics. Hace dos años comenzó a ofrecer clases para compartir su pasión por el vidrio con los demás.
“Me encanta. Yo no soy una maestra, pero me encanta ver lo que hace la gente, ver a las personas que piensan que no son artísticos concebir cosas muy chivas”, relató.
Clases de fusión de vidrio
La clase puede ser impartida en inglés o español. Las clases deben tener un mínimo de dos personas y están limitados a un máximo de cinco personas, debido al tamaño del estudio. Los niños mayores de ocho años son bienvenidos con la supervisión.
El costo es de 10.000 colones por persona. Planee unas dos horas para hacer la pieza de vidrio y sea consciente de que se necesita dos o tres días para hornear a la pieza antes de que esté listo para llevar a casa.
Los horarios de clases se actualizan en el blog de Lavae, www.geckoglass.wordpress.com, y siempre se requiere reservaciones. Durante la temporada baja, se ofrecen las clases por solicitud. Llame al 8977-1576 o por correo electrónico [email protected] para hacer una reserva.
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