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Artistas sin fronteras

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La semana pasada, mientras tomaba el bus, conocí a un hombre interesante que ha vivido en Sámara desde su infancia. Me dijo que si iba a escribir sobre Sámara, tenía que escribir sobre la verdadera Sámara. Mi nuevo amigo se refería a que tenía que escribir sobre como era antes y sobre los locales que están todavía aquí. Suena fascinante para mí y voy a seguir algunas de sus sugerencias, pero no creo que la verdadera Sámara sea sólo su pasado. La verdadera Sámara no es un museo de historia, sino una comunidad que está evolucionando a partir de su rico patrimonio. La verdadera Sámara se compone de personas que nacieron aquí, quienes terminaron aquí y quienes escogieron este lugar cuando podrían estar en cualquier otro. Todas ellas hacen de esta comunidad lo que es.

Por ejemplo, Omar y su hijo Martín han viajado por el mundo, pero en los últimos 4 años han vivido en Sámara. Omar es originario de Colombia. Se fue cuando él tenía 20 años y deambuló por América del Sur, donde conoció a una hermosa chica belga que lo llevó a Europa y le dio tres hijas y dos hijos, entre ellos Martín. Omar y Martín han visto Europa, África y las Américas, y su negocio llamado Arte Sin Fronteras los acompaña adonde estén.

Arte Sin Frontera representa toda una vida de creatividad que está siendo transmitida a los cinco miembros de la generación siguiente. Es la exquisita  expresión de artesanía construida sobre una base de tradiciones colombianas de la zona del Huila cerca del Parque Nacional Arqueológico de San Agustín. Omar aporta su conocimiento de las formas precolombinas y las antiguas técnicas en todos sus viajes, aplicándolos en los materiales locales en los que se esfuerza para reutilizar y reciclar todo lo que puede. Su taller en el Centro Natural en Sámara centro está lleno de obras de arte de lata, alambre eléctrico, artículos antiguos, conchas, bambú y cuero. Su habilidad le permite transformar completamente, objetos en Bellas Artes, joyería fina y artesanías de alta calidad. Mucho de lo que se encuentra allí es gracias a la historia e imaginación de Omar, pero si  le da una semana, también puede crear piezas con las especificaciones de los compradores.

Solía sorprenderme el encontrar gente como Omar y Martín en Sámara. Si uno esta de paso, podría ver sólo un pueblo de playa tranquilo en el que no pasa mucho, pero esto no es así. Sámara se ha convertido en un crisol de artistas y artesanos, con aquellos que crecieron localmente como con participantes de todo el mundo que prosperan con la energía de aquí. Músicos, pintores, fabricantes de joyería, chefs, diseñadores, escultores, escritores… la variedad y sofisticación de la comunidad artística es inmensa para un lugar tan pequeño. ¿Por qué?

Como artista, puedo decirte que el lugar es importante. La comunidad es importante. Sámara atrae y vigoriza a artistas – soñadores que también son hacedores. Sé que hay algunos hombres jóvenes en el pueblo tratando de crear un centro cultural y en las próximas semanas espero poder hablar con ellos y compartir con ustedes su visión y los obstáculos para lograrlo, pero por ahora sólo quiero conseguir que tanta gente como sea posible piense en lo que tenemos aquí, lo especial que es este lugar y cómo protegerlo y fomentarlo. También quiero pedirle a los lectores que me cuenten sobre otros miembros de la comunidad que están creando en Sámara. Por favor enviar información y comentarios a [email protected]

Ahora, regresando a mi amigo en el autobús. Me dijo algo que yo no sabía acerca de Sámara. La pequeña isla frente a la costa, Isla Chora, fue nombrada por un marisco local. Los artesanos eran conocidos por sus hermosas tallas de materiales locales incluyendo coral negro fino y cáscara de Chora. No he podido encontrar más información sobre el nombre. La palabra Chora tiene muchos significados y usos en el mundo.

Platón la utilizaba para describir un lugar donde se materializan las formas, lo cual también parece apropiado. No puedo encontrar nada acerca del significado local, pero no dudo de la historia de mi amigo. Internet no lo sabe todo. Y realmente, la palabra no es tan importante, lo importante es la larga tradición de talla y que usaban lo que estaba disponible: coral negro (mi amigo me dijo que el mejor coral negro nunca fue recogido en su hábitat natural porque las inmersiones de los buzos tenía que ser demasiado profundas y sólo era usado cuando se encontraba varado en la costa), y cáscara de coco o chora encontradas y recicladas en la playa. Esto conecta a los nativos con los recién llegados. Omar y Martín están continuando una antigua tradición de Sámara, incluso si ellos no nacieron aquí. Aunque las conchas Chora se han ido de la bahía, la tradición se mantiene fuerte en las manos de Omar, Leo en Dragonfly y Carlos en Cocotales y muchos otros que vienen de otros lugares para crear y crecer como artesanos. Tal vez usted piense que ellos llegaron a Sámara por la playa o para vender a los turistas, pero es mucho más que eso.

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