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Así hacemos el café de la bajura

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Tomé café desde antes de aprender a caminar. Mi día no arranca sin él y mi mal humor desaparece en su presencia. Sin embargo, me atrevo a decir que ni yo ni mis amigos de infancia con los que jugaba escondido por los laberintos en los cafetalesteníamos idea de cómo ese grano rojo pasaba del patio de juegos a una jarra humeante.

Para evacuar todas las dudas que arrastré durante años, vine a primera hora a las colinas que se levantan en la entrada de Hojancha. Acá, Diriá Coffee Tours realiza cuatro recorridos al día en los que explican los distintos procesos de este grano dentro del beneficio de café.

Nuestro guía es Dennis Pérez, un hojancheño amable que trabaja para la cooperativa desde hace 14 años. Hace un lustro está a la cabeza de los tour de café. Nos da la bienvenida a mí y a tres estadounidenses jubiladas: Lee, Joe y Juanita Wiley, quienes viajaron desde playa Flamingo para sumarse al recorrido. Según Dennis, la mayoría de turistas que recibe son extranjeros que vienen desde las costas de Liberia y Santa Cruz.

Aunque el nuestro es un grupo pequeño, somos suficientes para dar inicio al tour. La cantidad mínima para ofrecerlos es de dos personas, y el máximo de 15 por guía.

Una brisa tenue apacigua los 31 grados que subirán hasta 37 conforme avanza la mañana. Iniciamos el tour frente a varias matas de café, a pocos metros del rancho típico donde nos reciben. Ahí, Dennis hace una línea punteada de granos de café del más pequeño al más grande para explicarnos cada una de las etapas de la germinación, la plantación y la recolección.

Los tours pueden durar entre una y dos horas, explica nuestro guía. Con un par de preguntas al principio para romper el hielo, define cómo será la dinámica. Si los turistas son reservados y serios, lo hace más explicativo y directo, pero como este no es el caso, decide hacerlo de la otra forma: una clase interactiva con trivias y puntajes.     

“¿Cuánto creen que se paga a un recolector por una canasta de café recolectado?”, con esta pregunta, Dennis inaugura una serie de trivias y, al mismo tiempo, una batalla sin fin entre las turistas por ganarse los puntos en cada pregunta.

Nuestro siguiente destino es el recibidor de café, una gran edificación metálica de varios niveles, donde lavan y le quitan la pulpa al grano. Un poco más adelante se ven las plantas de café verdes, todavía sin madurar, aún en proceso de producir la bebida que nos tiene aquí.

La otra cosecha

Estas instalaciones y la finca por la que caminamos pertenecen a Coopepilangosta, una cooperativa que fundaron productores de la zona en 1962 para conseguir mejores condiciones de mercado para su café. En 2005 buscaron una manera de atraer a los turistas, a la vez que generaban ingresos durante los ocho meses en los que no hay cosecha.

Así fue como Diriá Coffee Tour le apostó a la tendencia nacional de mezclar los dos productos ticos más fuertes: el café con el turismo.

Dejamos el recibidor atrás y Dennis hace una pausa y les da a probar marañones a las alumnas, mientras nos muestra algunos árboles autóctonos.

Unos cuantos “omaigads” y chorretes de marañón más tarde llegamos al área de secado. Aquí conocemos los diferentes métodos para secar el café y también vemos cómo se muele el grano. Estamos casi al final del tour y parece mentira que llevamos más de una hora caminando y aprendiendo. “Se hace divertido y el tiempo pasa muy rápido”, dice Dennis.

El guía Dennis Pérez explica paso a paso el proceso para la elaboración del café. Después de la etapa de secado, nos muestra como se enfrían los granos en un tambor para luego molerlo.Foto: César Arroyo

El “examen final”, como lo llama el profesor, es una catación de dos tipos de cafés distintos para identificar cuál es el de mejor calidad. Una taza está hecha con un grano pequeño de sabor fuerte llamado caracolillo, la otra está hecha con un grano regular.

Junto a esta sala de catación hay a la venta artesanías de Matambú y el café Diriá producido aquí mismo. Las tres amigas cruzan la puerta de la sala cargando con ambas manos máscaras indígenas y café premium.

Lo que debe saber

Contacto: (+506) 2659-9130

Precio: $21 extranjeros, $10 nacionales

Horario de los tours: Lunes a viernes:  9:30 a . m., 11:30 a. m., 1:30 p. m., y 3:00 p. m.

Fines de semana: Con reservación previa.

Otras opciones para turistear aquí

Si ya sacó el día para ir a Hojancha,  aquí tiene otras opciones para visitar sin necesidad de recorrer grandes distancias.

Matambú tours: Haga turismo rural de la mano de guías locales en la reserva indígena de Matambú. Tel.: 8638-8890.

Reserva Monte Alto: Sumérjase en lo profundo del bosque hojancheño. Tel.: 2659 9347

Catarata Salto del Calvo: Dese un chapuzón en la catarata más alta de Centroamérica. Tel.: 8492-0894

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