En el último año, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) ha determinado que al menos 30 asadas de Nicoya incumplen los requisitos mínimos de funcionamiento técnico.
Pozos ilegales, ausencia de acueductos y problemas de abastecimiento forman parte de las condiciones deficitarias que la institución encontró en esas asociaciones, según el listado de factibilidad que envió a La Voz de Guanacaste.
Las asadas son las encargadas de administrar los sistemas de acueductos y alcantarillados comunales y tras el hallazgo de irregularidades en algunas, el AyA determinó que ninguna de la lista puede otorgar cartas de disponibilidad [permisos] de agua a nuevas construcciones en el cantón. Por lo tanto, los desarrolladores que están a la espera de permisos para iniciar nuevos proyectos inmobiliarios, tendrán que esperar más tiempo.
Asadas como la de Garza y La Esperanza Sur, en Nosara, Curime y Río Grande, en Nicoya centro son parte de las afectadas por la medida.
Para recibir el visto bueno del AyA, las asadas deberán presentar estudios técnicos que prueben que tienen la capacidad necesaria para dar el recurso hídrico a los usuarios actuales y a las futuras construcciones. El proceso puede durar meses según la Liga del Agua, ente representante de las asadas de la zona.
Desde el año pasado la institución comenzó a inspeccionar a las asociaciones de la región Chorotega para determinar si cumplen los requerimientos del nuevo reglamento de asadas, publicado en septiembre del 2020.
El reglamento establece que las asadas deben registrar todos los caudales de su competencia, realizar análisis de laboratorio del agua y demostrar mediante estudios que tienen la capacidad de aforo de agua necesaria de acuerdo a la cantidad de usuarios asignados.
Además, exige que las organizaciones mantengan un programa de medición mensual de caudales, que deberán presentar anualmente a la subgerencia de Gestión Sistemas Comunales del AyA.
Según el mismo documento, el AyA realizó estas modificaciones junto al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) para “regular el funcionamiento de las asadas reconocidas” y garantizar que todos los usuarios logren recibir el servicio de acueductos y alcantarillado correctamente.
64 asadas afectadas en todo Guanacaste
La Voz de Guanacaste tiene una copia de la lista de asadas suspendidas en la región Chorotega. En total, 64 asociaciones de la provincia presentan irregularidades, y la mitad corresponde al cantón nicoyano. Los registros de la Liga del Agua muestran que en Nicoya existen al menos 70 asadas en funcionamiento.
Según el listado, estas asadas incumplen con la capacidad hídrica suficiente para toda la población, no tienen inscritos todos sus caudales, necesitan otros dispositivos de almacenamiento del agua, tienen pozos ilegales o problemas en la calidad del agua. Algunas presentan más de una irregularidad.
Emel Rodríguez, presidente de la Liga del Agua (el ente que representa las asadas de Nicoya, Santa Cruz y Hojancha) afirma que el nuevo reglamento “era una necesidad para controlar de una vez por todas el uso adecuado del agua”. De esta forma, las asadas no podrán dar permisos sin tener control de la cantidad de recursos que realmente poseen.
Aunque el AyA publicó el documento en la Gaceta en septiembre del año pasado, el reglamento especifica que iba a entrar en vigencia hasta seis meses después de esa fecha. Es decir, en marzo de 2021. No obstante, las entidades podían comenzar a aplicar las suspensiones previo a ese plazo.
De hecho, el AyA revocó los permisos de algunas asadas desde antes de la publicación del nuevo reglamento, pues presentaban irregularidades abarcadas en el estatuto anterior. La más antigua es la Asada de la Esperanza sur en marzo del 2020, que no cuenta con un sistema de acueductos y el agua debe ser llevada por cisterna.
Sin embargo, sostiene que es un error por parte del AyA retirar los permisos técnicos inmediatamente después de las inspecciones donde localizan el problema. Para él, limita la fuente de ingresos que recibiría la asada para modificar los errores detectados.
No les dan una advertencia, solo lo quitan sin pensar en nada”, afirma Rodríguez.
Una de las afectadas es la Asada Playas de Nosara. El listado indica que para recibir nuevamente los permisos, la asociación deberá poner a su nombre todos los pozos existentes y comprobar que aumentaron la cantidad de agua que ofrecen. La Asada calcula que durarán más de un mes resolviendo el proceso.
El representante de la Liga del Agua denunció que el AyA tampoco les está informando a ellos sobre las irregularidades de cada asada, por lo que ni siquiera la organización puede ayudar inmediatamente a las asociaciones.
Nosotros estamos dispuestos a ayudar, pero a menos que cada asada se acerque a la institución, es imposible darse cuenta de cada revocación de permisos. Eso lo complica aún más”, sentencia.
La Voz de Guanacaste consultó al AyA sobre el reglamento y los procesos que siguen al momento de suspender los permisos de las asadas, sin embargo al cierre de esta nota no hubo respuesta de las autoridades.
Freno a las construcciones en el cantón
Para Josué Ruiz, coordinador del departamento de Control Constructivo de la Municipalidad de Nicoya, la revocación de permisos para dar cartas es uno de los principales retos actuales para el desarrollo constructivo del cantón. Ruiz habló sobre el tema durante un conversatorio de La Voz de Guanacaste sobre desarrollo constructivo en Nosara.
El coordinador aseguró que los proyectos inmobiliarios que están avanzando son aquellos que fueron tramitados antes de la publicación del nuevo reglamento. Los nuevos desarrollos están varados, y por lo tanto, la Municipalidad también está dejando de percibir ingresos de este tipo.
Eso nos frena, porque eso quiere decir que los proyectos que van a apenas a solicitar los permisos técnicos del agua lo más seguro es que se los rechacen. AyA los tiene en jaque [a las asadas] y por lo tanto eso nos afecta también”, enfatiza Ruiz.
Rodríguez criticó que el reglamento debía mejorar la relación entre la institución y las asadas, sin embargo “termina dañando a la población”.
“Están afectando el desarrollo municipal, los bonos de vivienda, los nuevos comercios, porque las asadas tienen que buscar dónde sacar para comprar estos nuevos equipos y estudios y hasta entonces no podrán existir construcciones. Eso es increíble”, afirma el representante.
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