Nosara, Medio Ambiente

Las bacterias fecales provenientes de tanques sépticos contaminan el río Nosara y playa Guiones

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El mal funcionamiento de los sistemas sépticos en las propiedades de Nosara ocasionan que las bacterias fecales lleguen hasta playa Guiones y el río Nosara. Así lo descubrió el nuevo estudio de monitoreo de aguas de la organización Wildlife Conservation Association (WCA).

La organización tomó muestras del agua del río Nosara y dos secciones del mar de Guiones entre las épocas de verano e invierno del 2022. El nuevo estudio es una continuación del trabajo que la WCA está haciendo desde mediados de 2020 para detectar bacterias fecales en las aguas del distrito. 

En octubre del año pasado, el equipo encontró en el río Nosara una alta cantidad de bacterias coliformes fecales, que son organismos provenientes de los intestinos de humanos y animales. En Guiones las detectaron en una cantidad mucho menor.

En ese entonces los científicos argumentaban que la falta de bacterias fecales en la playa era posiblemente a que las coliformes son poco resistentes a las aguas saladas, pero no descartaron que sí existieran otro tipo de organismos. Por esa razón, en este nuevo muestreo también buscaron el enterococos, un ente de origen fecal que sobrevive más tiempo en las aguas marinas.

Con este cambio en la metodología, las y los investigadores pasaron de detectar bacterias fecales en alrededor del 5% de las muestras en la playa, a identificarlas hasta en el 19% de las pruebas. El nuevo estudio confirmó que las fugas ocurren durante todo el año, pero en la época de lluvia las aguas contaminadas logran avanzar con mayor facilidad hacia las playas y el río Nosara.

La directora de la investigación y fundadora de la WCA Vanessa Bezy explica que durante el invierno los sistemas sépticos viejos, llenos o mal instalados rebalsan las aguas negras y estas se dirigen hacia las calles. Las lluvias arrastran todas las bacterias hacia las quebradas y esteros del distrito, y así terminan eventualmente en el océano. Es una problemática, cuenta, que se repite cada vez que comienza a llover.

Bezy también afirma que con el estudio no puede determinar quiénes son los responsables de contaminar los ríos y mares del distrito, sin embargo su equipo intentó rastrear el lugar geográfico donde se originan las bacterias. Para ello, realizaron pruebas en múltiples sectores del río Nosara, desde la naciente en Hojancha hasta la desembocadura al mar. 

Turismo y crecimiento urbanístico podrían ser causas

Según los resultados, la mayoría de bacterias están concentradas en la boca del río, en el distrito de Nosara. Esto descarta la primera hipótesis de la organización, que planteaba que la contaminación del río podría venir en su mayoría de actividades agropecuarias de la parte alta de la cuenca. 

“Todos estos resultados sugieren que la contaminación que vemos en la boca proviene de fuentes locales en Nosara”, dice el estudio. Bezy cree que, según los resultados geográficos, entre las actividades más contaminantes estarían los sistemas sépticos de las construcciones, nuevas y viejas, alrededor de la zona.

Las y los investigadores descubrieron que la situación de bacterias era aún más grave en la época lluviosa: el agua llovida arrastra las bacterias hacia los ríos y esteros del distrito. Foto: César Arroyo

El subdirector del Área de Conservación Tempisque (ACT) Mauricio Méndez afirma que es común ver este tipo de contaminación en comunidades que no cuentan con desarrollos constructivos planeados y ordenados. 

Cuando hay ríos cerca de la costa, en zonas pobladas por turismo, generalmente las causas son las propiedades, ya sean residenciales, hoteles o restaurantes. En general en Costa Rica somos desastrosos en el manejo de aguas residuales”, dice el subdirector. 

La experta en sostenibilidad y aguas residuales, Diana Madrigal, cree que una de las principales razones de la contaminación es que los sistemas sépticos utilizados en Nosara no son los idóneos para el tipo de terreno del distrito. 

En las zonas costeras los expertos recomiendan sistemas de alcantarillados sanitarios públicos, pero Nosara no cuenta con uno. Cada persona dueña de negocios o propiedades es responsable de instalar y mantener su tratamiento de aguas negras.

Los tanques sépticos no son aptos para las zonas costeras por el tipo de suelo y porque están muy cerca de los mantos acuíferos. Es muy fácil que contaminen, pero en Costa Rica la zona costera es uno de los espacios con menos orden residual y tampoco las instituciones ofrecen una solución de alcantarillado”, afirma. 

En lugares como Nosara donde no hay otra alternativa más que los tanques sépticos, Madrigal recomienda verificar que el suelo de la propiedad tenga suficiente capacidad de filtración de suelo y que los propietarios realicen mantenimiento de limpieza a sus tanques entre cada uno y tres años, así se aseguran que estos no se rebalsen o mantengan fugas. 

Méndez afirma que la vigilancia del manejo de los sistemas sépticos debería ser un trabajo interinstitucional que involucre a las municipalidades, el Ministerio de Ambiente y Energía, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y la comunidad. 

Situación podría deteriorar la imagen turística

El subdirector de la ACT también cree que hay una responsabilidad en el sector turístico para trabajar junto a estas instituciones en busca de soluciones, pues al final son ellos los que “más pueden resultar afectados de una posible contaminación permanente en las aguas”. “Que existan aguas contaminadas daña la imagen de una comunidad. El turismo impacta su propio bolsillo, básicamente”, enfatiza el experto. 

Méndez afirma que el océano tiene mecanismos propios para luchar contra las bacterias, sin embargo la situación en el río Nosara es aún más grave pues impacta directamente a las especies más sensibles como los peces y plantas del río. “La contaminación implica una menor producción de oxígeno en el agua y con eso rápidamente desaparecen especies que no pueden sobrevivir a esas condiciones”, dice. 

Reglamentación libra de responsabilidades

Según la investigadora Bezy en este momento es responsabilidad de cada persona o familia monitorear la salud de los tanques sépticos. La experta en aguas residuales, Diana Madrigal, lo confirma y añade que el reglamento actual de manejo de aguas residuales no indica cuál institución debe garantizar que los propietarios cumplan con el reglamento. 

En este momento tanto el Ministerio de Salud como la Municipalidad de Nicoya pueden actuar ante denuncias que hagan los vecinos sobre mal funcionamiento de tanques, sin embargo no están obligados a hacer vigilancias en las comunidades. 

La Voz de Guanacaste solicitó una entrevista sobre el tema a la muni y al Ministerio de Salud, pero al cierre de esta nota no recibimos respuesta.

Tampoco en el reglamento está claro quién puede dar soluciones a nivel institucional ante posibles crisis de aguas negras.

Con el reglamento actual no hay responsabilidad por parte del gobierno para el manejo de aguas residuales. No hay respuesta, no sabemos a quién le toca responder ni intervenir los sistemas. Es un problema”, enfatiza Madrigal. 

Lo que sí puede hacer la comunidad actualmente es denunciar ante el Ministerio de Salud a vecinos y comercios que mantengan un mal mantenimiento de sus tanques sépticos. Las denuncias pueden realizarse al correo electrónico [email protected]. Además, si sospecha que uno de sus vecinos está vertiendo sus aguas residuales directamente al río, puede hacer una denuncia formal ante el Tribunal Ambiental Administrativo. Aquí podés ver los detalles.  

Todos los expertos concluyeron que en este momento también es importante verificar el estado de los sistemas sépticos de sus propios hogares. “Puede que haya un problema en nuestros propios tanques y no nos estemos dando cuenta. Por eso es importante darle mantenimiento seguido”, sentencia Madrigal.

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