Después de casi cinco años de permanecer vacío en la zona marítima de Playa Garza, el Barco del Amor reabrió en diciembre y ahora se ha convertido en una soda y tienda macrobiótica.
Rachel Fregosi, una mujer francesa que vive en Costa Rica desde hace 18 años, estaba vendiendo sus productos macrobióticos de forma ambulante pero quería encontrar un lugar estable. Ella vio el local abandonado de Barco del Amor y decidió que era el lugar ideal para alquilar. Fregosi y su socia, Georgia Fisher, quieren mantener el nombre de Barco del Amor ya que es típico y bien conocido en la zona.
La soda ofrece ensaladas y sándwiches con precios que varían desde 1500 hasta 3 000 colones, así como papitas fritas, repostería, café, té y agua de pipa.
También hay queso casero y leche fresca producidos localmente en Garza. Además, cuando hay pescado fresco, lo prepara frito y en ceviche.
Los jugos y batidos de frutas naturales van desde 1 000 a 2 000 colones, según los ingredientes que contengan para crear remedios macrobióticos.
Además de la soda, Fregosi vende productos macrobióticos y cosméticos. También tendrá en exhibición artesanías y muebles de madera de Guanacaste, junto con ropa y hamacas elaboradas por artesanos locales y por un artista francés. Elisa Ross Mix expone joyería, cerámica y pantalones de la marca Lotus. Pascale Bodhyate ofrece joyería terapéutica para regular el sistema nervioso y una línea de ropa confeccionada en Costa Rica. Fregosi invita a los artistas de la zona a exponer sus piezas: “quiero que cada uno tenga su espacio y su nombre para promoverlos”, comenta.
El lugar también estará disponible para eventos como bodas, clases de baile, música en vivo y talleres de artesanía. Barco del Amor abre sus puertas a las diez de la mañana y cierra a las seis de la tarde, aunque Fregosi aseguró que las horas pueden ser extendidas. Para obtener más información, póngase en contacto con 8608-0841.
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