Los vecinos de Las Maravillas de Santa Cruz llevan más de diez años tomando agua de un tubo que les instaló el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) a unos 300 metros de la comunidad, para suplir sus necesidades básicas, pues aún no cuentan con un servicio a domicilio.
Es por esto, que el pasado martes 7 de junio, los vecinos participaron de la sesión ordinaria del Concejo Municipal de Santa Cruz, para pedir ayuda.
Los diez lugareños que llegaron a la sala de sesiones solicitaron dinero del presupuesto ordinario para construir una tubería de unos 600 metros que abastecería a la comunidad. Dicha iniciativa tiene un costo aproximado de ¢4.000.000.
“La colaboración que le estamos pidiendo al concejo es ver que posibilidad existe de sacar una parte del presupuesto para la compra de material. La otra alternativa es que el AyA aporte los materiales y la municipalidad nos de la maquinaria para realizar las zanjas, todo es cuestión de que se pongan de acuerdo, los medidores lo pagamos cada uno de los usuarios”, comentó Marciano Garbanzo, vecino de Las Maravillas.
Garbanzo dijo que algunos vecinos debieron abandonar sus casas ante la falta de agua y otros que poseen propiedad en el lugar no han podido construir. Sin embargo, la versión de la alcaldesa María Rosa López no es tan halagadora para los vecinos de Maravilla, pues el presupuesto ordinario ya está debidamente asignado:
“No es tan factible poder modificar el presupuesto ordinario porque cuando se presupuestan determinados recursos va con sus programas y proyectos establecidos. Si algunos de los departamento vio que sobra algún recurso, se puede pasar a otro programa de los que están contemplados dentro del presupuesto, pero no podemos dejar de lado los proyectos que ya están asignados”, indicó López.
López sugirió que el proyecto se traslade al presupuesto extraordinario que se aprobaría a mediados de año, o que se pueda canalizar a través del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), que tiene potestad en este tipo de necesidades. Por lo pronto, los vecinos se fueron con las manos vacías, a la espera de lo que se pueda acordar con el presupuesto extraordinario en los próximos días.
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