Los materiales que para muchos son basura y estorbo, para Angélica Rodríguez es una oportunidad para crear algo nuevo, que sea útil para su casa y a la vez una pieza artística.
Rodríguez, de 28 años de edad, nació en San José, pero ha vivido en Atenas, San Ramón, Abangares y actualmente reside en Hojancha.
Quienes visitan su casa son invitados a tomar asiento, pero lo curioso es que mientras los invitados reposan en la comodidad del sillón y sofá, no se percatan que son muebles creados con estañon, forrados con cartón y con almohadones forrados en tela.
En el interior de la casa hay objetos únicos por cualquier parte: Floreros elaborados con cajas de leche y papel, flores diseñadas con latas de atún y sardina, casitas para mascotas hechas a base de cartón, papel y un soporte de madera, lámparas con base de copas de plástico, figuras de animales en plástico y madera, aves de llantas de vehículos y todo lo que usted pueda imaginar.
“Recuerdo que en la escuela el profesor nos decía que usáramos todo lo que teníamos a mano, porque éramos una comunidad muy pobre (Los Guido de Desamparados) y siempre nos decía busquen alambres, periódicos, madera y ahí comencé a usar la imaginación”, dijo Rodríguez.
Gracias a sus inventos, Rodríguez es bien conocida en los lugares por donde ha pasado. En San Ramón y Cóbano, le encargaron unos juegos de muebles, los cuales no dudó en diseñar a base de llantas de carro, también le encargan floreros, bisutería, adornos, decoraciones, billeteras, y más.
Para las actividades de cumpleaños y otras festividades, los vecinos siempre recurren a ella pues tiene la fórmula para montar cualquier escenario sin tener que gastar mucho dinero. Nunca pasa por su mente comprar piñatas, adornos, decoraciones y otros, pues ella los prefiere de fabricación casera.
De acuerdo con su mamá, Xinia Mora, el talento con las manos es una habilidad que Rodríguez ha desarrollado desde niña y siempre la sorprende con algo nuevo.
“Desde muy pequeña ella ha mostrado esa creatividad con los dibujos que hacía en el cuaderno, incluso recuerdo que gente de otros países le regalaban lápices para que hiciera pinturas. Nunca ha tenido estudio sobre manualidades, es un talento que trae desde pequeña”, dijo Mora.
Rodríguez estudió hasta noveno año de colegio y aunque ha buscado cursos en el INA sobre el tipo de manualidades que realiza, le indicaron que lo que ella hace es muy distinto a lo que se enseña.
Actualmente, sus trabajos los realiza en el taller de ebanistería de su papá, en medio de máquinas y herramientas le saca el provecho a todo lo que se encuentre. Sus hijos y sobrinos aprenden con ella y también le ayudan.
Rodríguez ha sido invitada a brindar talleres de manualidades en el hogar de ancianos, en las escuelas y colegios, y a grupos de mujeres de Hojancha. Su sueño es tener un taller propio y poder compartir sus conocimientos con todas aquellas personas emprendedoras en la comunidad, las escuelas y los grupos organizados.
“Mi propósito es enseñar que no todo se resuelve comprando en la tienda o en el mercado, sino hacer conciencia de reutilizar las cosas. Mi idea es compartir mis conocimientos y de ser posible crear mi propio taller con mujeres emprendedoras. Me gusta compartir y me emociona más cuando alguien me llama para que les brinde un taller de capacitación que cuando me compran algún artículos”, dijo Rodríguez.
Sillones, floreros, mesas y adornos son algunos de los objetos que Rodríguezcrea con la basura y embellece su sala.
Para efecto de encargos o solicitud de talleres, se puede contactar a través de los teléfonos 6197-5762 o 8457-6058
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