Las malas noticias han golpeado a la escuela de La Esperanza de Nosara: robos, problemas legales y falta de fondos por parte del Ministerio de Educación Pública (MEP) han sido la constante de la institución; sin embargo, esta realidad podría cambiar con la ayuda de la comunidad.
La estadounidense Stacy Seebart, quien es parte del staff del Hotel Bodhi Tree, en conjunto con otros pobladores de Nosara como Shivanter Singh- John Barczak, Steve Mack y Ethel Araya han puesto en marcha una campaña en Internet que busca fondos para la escuela.
Esperanza School Project es el nombre de la estrategia que busca unir a la comunidad de Nosara, para apoyar a la escuela, en conjunto con donaciones.
De acuerdo con Seebart, aun no tienen una meta definida; sin embargo, pretenden recaudar la mayor cantidad de dinero posible para comprar un nuevo terreno para la escuela y construirla en otro espacio.
Según la estadounidense cualquier persona interesada puede depositar fondos a través de la página. https://www.crowdrise.com/bethevision2015
Escuela vulnerable
Actualmente la escuela de La Esperanza se encuentra atrapada en un lío legal, ya que por equivocaciones la propiedad aparece registrada a nombre de una vecina y no de la Junta educativa. Ante este escenario, la escuela no puede recibir dinero por parte del MEP, pues el ministerio no puede destinar fondos públicos en un sitio privado.
Luego del terremoto del 2012, la escuela se vio afectada en infraestructura y carece de un comedor escolar, pero ni la Comisión Nacional de Emergencias ni el MEP, puede ayudarlos con recursos económicos por no estar registrada a nombre de la Junta.
Aunado a eso, en noviembre del 2014 el centro educativo fue víctima del hampa. Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) los ladrones rompieron las paredes traseras del laboratorio de computo y se robaron 14 computadoras, tres parlantes, un proyector, 14 mini cámaras para computadoras y una cámara fotográfica.
Además rompieron la malla que protegía la ventana de la dirección y se robaron una computadora portátil Toshiba y otra HP, además de ¢80.000 que se encontraban en la gaveta.
Detrás de la escuela pasa la quebrada Esperanza y la institución se encuentra al borde de ella, por lo que los voluntarios de la campaña consideran que es mejor buscar otro sitio para los niños de la institución.
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