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Ceramistas nicoyanos y santacruceños son protagonistas de película de la UNED, ¿quiere conocerlos?

Un documental de la UNED recopila el testimonio de más de 17 ceramistas chorotegas que luchan contra el tiempo y las condiciones económicas para que la huella de sus antepasados precolombinos quede indeleble, pese a la fragilidad de su modelo de negocio.

El próximo viernes 17 de marzo, a las 6:00 p.m., la plaza de Tigres Bar (entre la comunidad de San Vicente de Nicoya y Guaitil de Santa Cruz), será el escenario para exponer el legado de quienes aún sobreviven con el arte precolombino en el audiovisual De Guatil a San Vicente: ceramistas chorotegas.

 

A los protagonistas de la historia se unirán la comida tradicional chorotega y un concierto con Ensamble de Percusión Costa Rica-UNED.

“(El documental) desarrolla cómo hay una ruptura por parte del sistema productivo al que estaban acostumbrados (los ceramistas) con la bonanza del turismo en los 80s y cómo después de las crisis, en el 2008, hay un cambio en la manera de consumo de estos turistas, contó Iván Porras, productor y director de la película.

Según Porras, los protagonistas cuentan cómo hubo algunos de ellos que mandaron a sus hijos a la universidad con los ingresos que obtenían de la cerámica y las razones por las cuales ahora es apenas un arte de sobrevivencia.

“Antes las agencias de viajes llevaban a los turistas a la zona. Ahora, los grandes polos turísticos hacen que algunos artesanos vayan a los hoteles y que estos turistas no tengan ni siquiera que salir de su burbuja”, explicó Porras

En este panorama, los grandes ganadores son los intermediarios. “Ellos están tratando de sobrevivir desde allí, sacar la cerámica, ceder al precio de los intermediarios, que son los grandes beneficiarios. Otros regresan al agro y los más jóvenes ni siquiera se interesan, al ver la situación de sus padres”, agregó el productor.

La película se grabó durante siete días no consecutivos en medio de un proceso de extensión de la universidad que duró un año y medio. El documental se musicaliza con una versión en piano de “Nostalgia de la Pampa”, de Ulpiano Duarte, interpretada por Manuel Obregón y la canción “De Guatil a San Vicente” de la cantautora Guadalupe Urbina.

 

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