En las últimas semanas, el precio de un dólar llegó a alcanzar valores de poco más de ¢625. Hace once meses, a principio de año, por ese mismo dólar pagaba hasta ¢53 colones menos.
La incertidumbre por la situación fiscal del país es señalada por las autoridades como el culpable del abrupto movimiento del precio de esta divisa (o moneda).
En ese sube y baja del precio de la moneda extranjera hay ganadores y perdedores, dice el analista financiero Daniel Suchar. En el sector turístico se ubican ambos actores: los que ganan y los que pierden.
Para analizar cómo afecta el alza en el precio del dólar al sector, primero debemos dividirlo en tres grandes grupos: el turista internacional, el turista nacional y el empresario turístico.
A continuación la explicación para cada uno de ellos:
1 . Turista internacional
Aileen Ocampo, presidenta de la Cámara de Turismo Guanacasteca (Caturgua) lo resume así: un turista extranjero que venga al país con dólares es el ganador. ¿Por qué? Porque va a obtener más colones por los dólares que trae.
En Guanacaste esa es la mayoría de turistas que nos visitan. Según las estadísticas más recientes del Instituto Nacional de Turismo (ICT), a agosto del 2018 el país reportó 410.364 llegadas internacionales ingresando por el aeropuerto Daniel Oduber en Liberia. De ese total, el 75% proviene de Estados Unidos.
Es decir, viene un turista proveniente de Estados Unidos, cambia sus dólares y le alcanza para comprar más. Claro está, si las reservas de ese turista internacional están en dólares y los gastos que haga en el país están contemplados también en dólares, el turista no sentirá ningún beneficio.
Para Ocampo, el panorama de ese turista extranjero que tiene dólares solo se nublaría si el hotel o servicio que adquiera aumente sus tarifas – precios para hacerle frente al mismo aumento del precio del dólar.
2. Turista Nacional
El analista financiero Daniel Suchar asegura que es definitivamente el vacacionista interno el que va a estar más rezagado en estos momentos de dólar al alza. O dicho de otra forma, es el actor que más pierde.
Suchar lo explicó de esta forma: si el turista nacional gana en colones y el hotel que va a pagar está en dólares, entonces necesitará más colones para hacerle frente a ese gasto.
“Es claro que se verá mermado de una u otra forma el flujo de turistas locales. No todos por supuesto, habrán vacacionistas nacionales que sí podrán hacerlo, pero en términos generales sí”, dijo el especialista.
En este punto coincidió la presidenta de Caturgua, quien agrega que en momentos de incertidumbre, los ciudadanos costarricenses piensa en contener el gasto y vacacionar no se vuelve una prioridad.
También fue enfática en que, al menos a nivel de Guanacaste, la Cámara no tiene certeza de cuánto ha afectado al sector el alza en el tipo de cambio.
3. Empresario turístico
Para analizar este punto hay que tocar varias aristas. La primera de ellas, según Suchar, es como el sector es un dependiente, en su mayoría, del turista extranjero, por lo que una posible baja de turistas nacionales deberá ser suplida con más visitantes del exterior y “no se tiene certeza absoluta de que eso vaya a suceder”.
De esta forma, el especialista sugiere que el empresario haga una revisión de sus operaciones, empezando por ajustar, si fuera necesario, sus costos para cubrir al 100% sus necesidades.
“Si cobra en colones y debe cubrir gastos en dólares, por alguna materia importada para su operación, deberá ajustar su precio en colones. El empresario solo será un gran ganador si cobra en dólares y tiene su gasto en colones”, detalló.
Ocampo, de Caturgua, aseguró que para el sector hay una preocupación no solo por el tipo de cambio sino por la incertidumbre general del país, sin embargo, esperan una temporada alta positiva.
“Hay que valorar que se empiezan a incrementar el precio de los productos que termina por encarecer el producto final. Ya nos vimos afectados por la huelga, los turistas nacionales no vinieron a Guanacaste pese a que era una época dirigida al turista nacional. En realidad esperamos que no se genere inestabilidad en las mipymes del sector” concluyó.
La temporada alta a nivel nacional es de noviembre a abril del 2019.
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