En oportunidades se vive o se participa de la celebración de una fecha especial, se reúnen personas en un lugar específico, con la idea de compartir y celebrar algo o a alguien en dicha fecha, se experimenta gran regocijo, felicidad, emociones que se comparten con familiares y amigos.
Durante las celebraciones se da un intercambio de emociones, la mayor cantidad de las veces positivas, que les brindan felicidad. Sin embargo, claramente esto para algunos representa algo que es transitorio ya que es celebrado una única vez al año. ¿Cómo hacer para que la sensación de felicidad que se siente durante la celebración perdure más tiempo?, en primera instancia una buena práctica es brindar cariño, aprecio y comprensión a las personas cercanas todos los días, sin esperar a que sea la “fecha especial del calendario”.
Entonces, ¿Cuál es la propuesta? atesorar lo que la fecha representa pero más allá de eso mantener el espíritu y los valores para los cuáles fue creada dicha fecha. Mantener ese mismo rigor, respeto, valor y felicidad por el Otro (el ser querido) el día después y los que vengan luego de éste, todo esto incrementará el sentimiento de bienestar. Sólo de esa forma, cuando lleguen las celebraciones y sobre todo cuando no esté presente algún familiar o amigo, seguirá intacta su presencia. ¿Cómo lograrlo? Haciendo todos los días el propósito de que nuestra boca emita una frase alentadora, una expresión respetuosa, un acto de amor… para con nuestros seres queridos, esto permitirá expresar sentimientos y emociones siempre y hacer del “querer” una constante, un verbo, un actuar que tengamos con los seres queridos siempre, de esta manera cuando no estén, aunque vayan a ser extrañados, se tendrá presente que se quisieron mucho y se celebraron todos los días que estuvieron a nuestro lado y por lo tanto las fechas que vengan serán recordatorios de cuánto los quisimos.
Este cambio en la forma como disfrutamos y vivenciamos las celebraciones puede traer beneficios importantes en lo que al tema de prevención de la depresión se trata, ya que por ejemplo se sabe que hay una gran cantidad de personas que entran en periodos depresivos una vez que se acercan las fechas de una celebración. Para evitar lo anterior, es recomendable que las celebraciones no se queden solo en llevarse a cabo en una fecha determinada, sino que las mismas pasen a ser inspiradoras y recordatorios de llevar una mejor comunicación y relación con los seres queridos.
Es recomendable que las fechas, en medida de lo posible puedan llegar a representar también el inicio de un nuevo año de amar, de alegrarse, de reír, de dignificar, de recordar, de respetar, de inspirarnos a ser mejores con las demás personas. Así que, de ahora en adelante cuando llegue esa fecha importante que tal si decimos: ¡Tengo un nuevo año para amar!
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