COVID-19, Salud

¿Cómo logró Guanacaste salir de la alerta naranja y qué sigue ahora?

This post is also available in: English

A partir de este sábado 1° de agosto, Nicoya, Cañas y Liberia bajaron a alerta amarilla por la crisis COVID-19. Guanacaste y Limón son las únicas dos provincias sin alerta naranja en sus cantones. 

La medida durará hasta el 30 de agosto y podrá cambiar según el comportamiento epidemiológico de los cantones en la provincia.

El coordinador de Vigilancia Epidemiológica, Bismarck Villegas, explicó que los equipos de Salud en Guanacaste han logrado contener todos los casos presentados por COVID-19 sin tener una saturación de sus recursos hospitalarios ni humanos. 

Las áreas de salud de Guanacaste mantienen al menos el 97% de los nexos epidemiológicos trazados, informó también el director regional de Salud de Guanacaste, Enrique Jiménez.

Villegas explica que las áreas de Salud de Guanacaste han utilizado un programa epidemiológico de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) llamado Vigilancia Sindrómica, una herramienta tecnológica que analiza los síntomas que presentan los pacientes en los centros de salud de Guanacaste y que puede predecir un brote de COVID-19 u otro virus respiratorio. 

El programa permite detectar, semanas antes de encontrar un caso positivo por coronavirus, el aumento de síntomas respiratorios relacionados al COVID como fiebre, dolor de cabeza o tos, en una comunidad específica. De esa forma, pueden tomar medidas preventivas como muestreos dirigidos a las comunidades en las que la herramienta indica una alerta.

Según Villegas, las áreas de salud han logrado mapear hasta cuáles son las familias en zonas específicas de Guanacaste que podrían presentar COVID en las próximas semanas.

Con este mismo método, el Ministerio de Salud logró declarar a los distritos guanacastecos de Bagaces, San Miguel de Cañas, Liberia y Nicoya como zonas en alerta temprana. Esto significa que todavía existe un riesgo de subir a alerta naranja por virus respiratorios si no aplican el distanciamiento social, uso de mascarillas, lavado de manos y respeto de las burbujas sociales.

La diferencia de otras regiones con Guanacaste es que nuestros aislamientos son preventivos, no para mitigar brotes. Como no estamos saturados, actuamos antes”, enfatiza.

Estos distritos se caracterizan por tener población que viven en condiciones de pobreza, pero también enfermedades respiratorias crónicas, hipertensión y riesgo de padecer cáncer, variables que hacen que los ministerios enfoquen sus esfuerzos ahí. 

El 30 de julio, Guanacaste presentó su número más bajo de casos activos desde junio: 127 repartidos en toda la provincia. Un día después, la cifra aumentó a 134, la mayoría de casos reportados en Liberia. La provincia también presenta tres veces más recuperados que casos activos.

Algo que hay que entender es que todas las provincias tienen lugares de riesgo. Lo importante es que como instituciones traduzcamos a acciones concretas esas alertas”, afirma Villegas.

El doctor Villegas alude el logro a la colaboración de todas las instituciones dentro de las mesas de trabajo COVID: el Ministerio de Salud, la CNE, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y la CCSS, que han intervenido directamente en el aislamiento de los casos reportados en la provincia.

También es el resultado del aislamiento preventivo bajo las alertas naranja ordenadas en cantones como Nicoya, Liberia y Cañas. 

¿Cómo declara el gobierno la alerta naranja para un cantón?

El 28 de julio el Ministro de Salud, Daniel Salas, explicó que hay una comisión interinstitucional a nivel nacional que analiza tres factores epidemiológicos determinantes para declarar un territorio en alerta naranja: 

  • La tasa de ataque a nivel cantonal en la última semana, que significa, como su nombre lo indica, cuánta probabilidad tiene un virus de atacar a la población de una zona. 
  • El aumento o descenso de casos en las últimas tres semanas. 
  • El contexto social de la zona, que analiza las condiciones de vivienda, el promedio de habitantes en una casa y la tasa de desempleo. 

El doctor Villegas afirma que los dos primeros factores han disminuido significativamente en las últimas semanas en la provincia, pero siempre hay un riesgo de que vuelva a aumentar. 

Una alerta amarilla no significa descanso. Seguimos trabajando como si estuviéramos con un mayor número de casos ”, dice el coordinador. 

Villegas enfatiza en que ni Salud ni la Caja cambiarán la estrategia actual: seguirán la pista de las estadísticas que arroje la Vigilancia Sindrómica y pese a que la curva de casos siga disminuyendo, continuarán trabajando con el mismo ritmo de trabajo.

El éxito de la región es que perseguimos todos los casos posibles hasta el final y así seguiremos trabajando”, concluyó el especialista.

Comentarios