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Comunidades de Guanacaste resuelven problemas de calles sin esperar a las instituciones

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Cuando la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de Matambú se dio cuenta de que ninguna institución le iba a reparar la calle que comunica a Nicoya y a Honjancha por la comunidad de Hondores, buscó otra alternativa.

 

En vez de quedarse esperando a que las municipalidades o el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) le arreglaran el problema, le pidió dinero a la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco) y logró casi  ¢190 millones para asfaltar y construir cunetas en 2 km de esa ruta.

 

 

Así lo contó el presidente de la Asociación de Desarrollo de Matambú, José Bivian Aguirre.

 

Según Bivian, habitante de la reserva indígena Matambú, la construcción de cunetas es indispensable para mantener el buen drenaje de las aguas y que no se vuelvan a formar huecos sobre la calzada.  

 

Del 2010 al 2016, siete asociaciones de desarrollo guanacastecas (incluyendo la de Matambú) han solicitado ¢478.010.146 para obras de asfaltado, construcción de cunetas, puentes, y lastreado a Dinadeco, según un análisis realizado por La Voz de Guanacaste, con base en información este ente.

 

 

Dinadeco solo le da fondos a proyectos que estén justificados y organizados por las comunidades.

 

Las asociaciones pertenecen a Abangares, Cañas, Carrillo, Hojancha, La Cruz, Liberia y Nicoya y son agrupaciones conformadas por vecinos de una o varias comunidades que son asesoradas y supervisadas por Dinadeco. A su vez, el ente aprueba presupuestos y gira los fondos para la realización de los proyectos.  (Ver recuadro).

 

“La clave para hacer estos proyectos es que los miembros de la asociación no sean políticos, trabajen en equipo y logren el convencimiento del pueblo. En las reuniones nosotros hablamos clarito sin tanto tecnicismo”, aseguró Bivian.

 

Alianzas con munis

 

Los fondos que recibió Matambú de Dinadeco luego los donó a las municipalidades de Hojancha y Nicoya, desde las cuales se encargaron de realizar los trabajos.

 

La primera fase inició en mayo pasado y se espera que la segunda etapa arranque en junio o julio de este año, según el presidente de la asociación.

 

Otra de las asociaciones que ha seguido este modelo para asfaltar un camino es la de Dulce Nombre de Nicoya.

 

El expresidente de esta agrupación, Milsiades Viales Baltodano, contó que durante el periodo 2015-2016 entregaron los requisitos ante Dinadeco para asfaltar 1.200 metros entre Dulce Nombre y Curime.

 

En su caso, también coordinaron con la municipalidad.

 

“Cotizamos el presupuesto con tres empresas para que asfalten el camino, coordinamos con el ingeniero de la municipalidad (de Nicoya) y el alcalde. Fueron varias desveladas y viajes a Liberia y San José pero logramos presentar todo a tiempo”, dijo Viales.

 

Por ahora está asociación está a la espera del visto bueno de Dinadeco.

 

¿Cómo lo hacen?

 

Según una de las promotoras de Dinadeco en Guanacaste, Karla Espinoza, no existe un tope en la asignación de recursos a un proyecto de infraestructura vial: lo que se necesita es trabajo de la asociación en conjunto con la oficina de Gestión Vial del gobierno local, pues desde ahí deben encargarse de los caminos del cantón.

 

“La asociación debe llenar un formulario, coordinar el estudio técnico con el ingeniero de la municipalidad porque son vías cantonales y luego Dinadeco hace el análisis del proyecto y la Asamblea General lo aprueba. Luego Dinadeco hace el giro de los fondos”, explicó Espinoza.

 

La funcionaria de financiamiento comunitario de Dinadeco, Ileana Aguilar, dijo que una vez que se asignan los fondos, las asociaciones deben presentar las facturas para hacer la liquidación de los presupuestos.

 

“La auditoría comunal es una de las entidades que monitorea este cumplimiento. Procuramos tener un control exhaustivo del impacto de cada proyecto”, afirmó Aguilar.

 

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