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COVID-19 impacta a la industria hotelera en Nosara con adelanto de temporada baja

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El cierre de fronteras en Costa Rica para extranjeros que comenzó a regir desde el 19 de marzo, adelantó la temporada baja en Nosara -que comienza en el mes de septiembre- por seis meses, causando cierres de hoteles y grandes pérdidas económicas, según  las estimaciones de los negocios hoteleros de la zona.

Aunque todavía no hay estimaciones definitivas, las pérdidas para los grandes hoteles del distrito, como Largarta Lodge y The Harmony Hotel, están calculadas entre los $100.000 a $200.000 mensuales, según afirmaron sus gerentes a La Voz.

El gerente de Lagarta Lodge, Alonso Bermúdez, afirma que desde el anuncio del primer caso de COVID-19 en Costa Rica, el 6 de marzo, el hotel pasó del 100% de ocupación a un 40%. 

Esta cifra, calcula Bermúdez, bajará significativamente en las próximas semanas debido a que después del cierre de fronteras, la mayoría de reservas han sido cambiadas para futuras fechas o canceladas totalmente.

El gerente general del aeropuerto Daniel Oduber en Liberia, César Jaramillo, estimó que por el cierre de fronteras el aeropuerto dejaría de recibir el 95% de vuelos internacionales.

Nosara se caracteriza por tener un 90% de visitantes extranjeros». Esa es la misma situación para el hotel. Puede ser que no tengamos nada de clientes la próxima semana. Estamos en un momento donde no sabemos qué va a pasar”, dijo Bermúdez.

The Harmony Hotel, por su parte, suspendió operaciones desde el viernes 20 de marzo. Su gerente general, Estuardo Valle, afirmó que decidieron cerrar todos los servicios para no “impulsar las vacaciones durante la crisis y no exponer a sus colaboradores ante posibles contagios”.

El gerente enfatizó que, por el momento, el hotel no despedirá a ningún trabajador y tampoco habrán rebajas salariales, incluyendo los contratos temporales. Es decir, aunque todos fueron enviados a quedarse en casa, seguirán recibiendo el mismo salario de siempre.

Entre enero y mayo el hotel recibe de 80 a 100 clientes diarios. Al cierre solo tenía 9 huéspedes. 

Como mucha gente ha movido estadías, pero no han cancelado, el dinero siempre queda ahí. En Harmony el huésped paga por adelantado, entonces le decimos que pueden usar el crédito cuando quiera, sin fecha. Por eso no hemos visto la baja directa. Eso sí, no estamos recibiendo reservas y será un problema en el futuro cercano”, afirmó Valle.

Es exactamente el  modelo “reprograme y no cancele” lo que  la Cámara Nacional del Ecoturismo (CANAECO) está recomendando a los turistas, ante la crisis.

“Invitamos a la población costarricense a no cancelar su viaje y en su lugar posponerlo, para de esta manera colaborar con una pronta recuperación a una de las industrias más importantes del país, y de esa manera a quienes dependen directa o indirectamente de ella”, enfatizó mediante un comunicado la directora ejecutiva de la Cámara, Dayana Hernández.

Hostales pequeños viven “temporada cero”

El panorama para los pequeños negocios es aún más desesperanzador. Tanto el Burnt Toast Surfcamp, cerca de playa Pelada, y Cabinas Aggnel, en Nosara centro, mantienen una cantidad nula de clientes desde el anuncio del cierre de fronteras, el 16 de marzo. 

Ambos negocios familiares, concuerdan que la crisis del virus los dejó en lo que llaman una “temporada cero”. 

El Burnt Toast, por ejemplo, cerró todas sus operaciones desde el pasado lunes previendo la llegada de turistas nacionales a sus instalaciones.

 No podemos evitar que venga gente pensando que estas son vacaciones, pero podemos evitar que estén cerca de nosotros”, afirmó uno de sus propietarios, Jeremy Alvarado.

Por su parte, las Cabinas Aggnel siguen abiertas. Sin embargo no han recibido a ningún huésped desde hace una semana y media, relata su dueña Zeyda López.

Estamos demasiado preocupados porque este es nuestro único negocio, de este comemos. Nunca habíamos visto tan poca gente llegando a las cabinas, menos en estas fechas. Nos hemos tratado de contactar con el ICT, pero a la fecha no dicen nada”, dijo López.

El ICT informó desde el pasado lunes que están ideando planes para apoyar a los hoteles afectados por el COVID-19, sin embargo no han anunciado ideas específicas sobre el tema.

“Al sector le tengo que decir: vamos a ayudarle a paliar esta situación tan difícil”, afirmó la Ministra María Amalia Revelo en ese entonces.

Despidos de contratos temporales son una posibilidad

La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) reportó el pasado miércoles más de 1.000 despidos en Guanacaste.

En Nosara, las grandes empresas todavía no han realizado despidos masivos, sin embargo considerarán la opción según los resultados económicos de las próximas semanas.

Normalmente el hotel tiene personal por el pico de ocupación. Por lo tanto, es muy posible que vamos a tener que despedir. Todavía no tenemos un número definitivo, pero los despidos serían solo para el personal de temporada alta, los que están con contratos temporales”, confirmó el gerente de Lagarta Lodge.

Valle, de Harmony, dijo que “al menos este mes”, todo el personal seguirá recibiendo el mismo salario, pese a no estar trabajando. 

“Hemos considerado despidos, claro. Pero por ahora estamos implementando mandar a personas de vacaciones o con días libres acumulados. Igual le hemos comunicado a nuestros trabajadores la situación, entonces ya están muy anuente a si se toman otras medidas”, afirmó el gerente.

Debido a la “temporada cero” las Cabinas Aggnel funcionan actualmente solo con dos trabajadores, incluyendo a la propietaria, de cinco que son normalmente.

Si la crisis sigue tendremos que cerrar, porque es más gasto que nada. Ya redujimos salarios y energía, pero las cosas van empeorando”, lamentó la propietaria.

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