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Cross funcional: El entrenador de Nicoya que no perdona nada

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“Sin dolor no hay ganancia”. Esa pudiera ser la frase que mejor describe a Miguel Ángel Martínez López, uno de los entrenadores personales más extremos que hay en Nicoya y quien se ha dedicado a impartir la técnica Cross funcional en su gimnasio Home Warriors (Casa de Guerreros), de Nicoya.

Aunque mucha gente le llama Crossfit, Martínez prefiere llamarlo Cross funcional, pues explica que el primer nombre es el de la marca registrada, la cual se necesita permisos para usarla; sin embargo, ambos consisten en trabajos físicos de alta intensidad.

Su gimnasio se ubica al costado norte de la plaza del Barrio Los Ángeles, en donde a primera vista quizás las llantas, piedras y mecates se vean algo intimidantes, pero tenga por seguro que si quiere romper con su rutina de ejercicio, ver cambios drásticos y cambiar su estilo de vida, estará en el lugar indicado.

“Yo fui el primero y el único que entrené al estilo Cross funcional en Nicoya con lo que me encontraba, bolas, llantas, ruedas”, dice Martínez.

Aunque algunos lo tildaron de loco cuando comenzó, este hombre se toma muy en serio su profesión y ha dedicado su vida al entrenamiento físico, formando parte de 29 federaciones de fisiculturismo. Tiene clientes desde las 3 a.m. y así continuamente hasta las 10 p.m.

También lo han llamado extremista, porque si ve uno de sus clientes en la calle con una hamburguesa o una gaseosa se la tira al suelo. No perdona nada, ni fiesta, ni trasnochadas, ni mala alimentación, pero con toda seguridad, afirma que tan sólo después de una semana usted notará cambios en sus medidas.

Foto por Ariana Crespo - Donald Vásquez llegó pesando 84 kg y ahora pesa 75 kg gracias al fuerte entrenamiento. 
Disciplina que duele

En una gran pared del garaje están las reglas del juego que incluyen llamarle “Señor”, llegar sin reloj y sin audífonos.

Entrenar con él es cosa seria y requiere de mucha disciplina.  “El que no quiere cambiar, no aguanta el ácido”, dice Martínez.

El entrenamiento cruzado es el más rudo que hay y algo relativamente nuevo en Nicoya, según Martínez. Se trata de un ejercicio total del cuerpo basado en métodos de entrenamiento militar, obstáculos y ejercicios funcionales diseñados hacia una meta concreta: salud y silueta.

Esta práctica se diferencia del gimnasio porque las técnicas son variadas y no hay una rutina. En primera instancia le harán evaluaciones y le tomarán medidas. Luego de eso, Martínez decidirá su plan de ejercicio y si debe quemar grasa primero o bien fortalecer músculo. Todos los días se trabajará con algo diferente: obstáculos, objetos pesados, pesas, luchas, entrenamiento urbano en cunetas, aceras o parqueos y hasta bajo el agua, con agua por las rodillas o por el cuello en prácticas en Playa Sámara.

La sesión se extiende entre 45 minutos y 1 hora máximo (excepto los entrenamientos de playa).  “Las primeras veces la gente se desmaya, ven puntos negros, se han orinado y defecado; cuando se entrena de verdad, esas cosas pasan”, dice Martínez.

Stephanie Valverde, quien tiene casi un mes de estar entrenando con Martínez, asegura que la práctica constante ayuda a una mejor condición físca.

“La primera vez que vine, me sentí muerta. Aunque todavía me cuesta, poco a poco voy mejorando y ahora me siento más liviana que el primer día”.

Sin duda Martínez no perdona ni aguanta nada, pero su musculoso cuerpo y el de muchos de sus alumnos revelan que para estar fitness solo se necesita de compromiso y disciplina.

La agenda del entrenador

Martínez también ofrece talleres para niños discapacitados, obesos y mujeres embarazadas, campamentos militares y entrenamiento de playa en Sámara los sábados de 1 p.m. a 4 p.m. y en el Polideportivo de Nicoya los domingos de 1 p.m. a 4 p.m. 

La sesión tiene un costo de ¢2.500 o puede cancelar ¢25.000 por todo el mes durante la temporada de Octubre a Mayo.

Puede contactarlo en el correo angoriz09@hotmail.com o llamando al teléfono 8925-1727.

Foto por Ariana Crespo – Sindy Hernández, esposa de Miguel, entrena todos los días entre 30 y 60 minutos.

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