He aprendido bastante sobre la enfermedad del mal de Chagas en estos últimos días tras haber sido picada por una de estas chinches en mi casa en Nosara mientras dormía. A principios de noviembre amanecí con picaduras en mi brazo, pierna y estómago. La chinche la encontré debajo del colchón, donde suelen esconderse durante el día.
Haberla encontrado no fue mera coincidencia. El 10 de octubre de este año, leí un artículo en La Nación que informaba sobre 21 perros y 20 casas en San Rafael de Heredia infectadas con el parásito que causa este mal potencialmente mortal y que puede dañar principalmente el corazón y el sistema digestivo.
Mi interesó la nota y decidí buscar en internet la imagen de la chinche que lo transmite. Casualmente, me encontré dos de esas chinches en la pared y piso de mi casa en las siguientes semanas. Aparentemente son muy comunes en la zona, pero la verdad nunca me había fijado. Definitivamente este artículo fue el que abrió mis ojos.
Cuando ví mis picaduras, supe inmediatamente que había sido uno de esas chinches. Le pedí a mi esposo que por favor me ayudara a levantar el colchón y mi presentimiento quedó confirmado. Allí estaba la chinche. Logré atraparla viva y la envié al Laboratorio de Protozoología de la Universidad de Costa Rica donde resultó positiva con el parásito T. Cruzi.
Este parásito es el causante de la enfermedad cuando logra ingresar a nuestro torrente sanguíneo a través de las heces del chinche, el cual después de chupar sangre y defecar en nuestro cuerpo, logra entrar a través de las pequeñas heridas que nos hacemos al rascarnos las picaduras.
También es común que el parásito ingrese a través de uno de los párpados del ojo cuando sus heces han sido depositadas cerca del ojo y este es frotado, lo que causa una inflamación del párpado.
Actualmente existen dos medicamentos para tratar la enfermedad, pero estos son tóxicos y no son 100% eficaces. Si el parásito se logra anclar en el corazón o la enfermedad ya está muy avanzada, los medicamentos existentes no son del todo efectivos.
Con ésta información en mi mente, a la semana siguiente de encontrar la chinche fui a San José para realizarme un examen de sangre y consultar mi caso con un doctor infectólogo de la Clínica Bíblica sobre el procedimiento a seguir.
Me mandó un tratamiento preventivo de sulfametazol+trimetoprima tres veces al día por 1 mes. Según me indicó, este tratamiento tiene un 65% de efectividad, y no tomármelo resultaría en que si mi resultado diera positivo en el futuro (según me comentó entre 4 a 6 semanas de ser infectada), el medicamento que daba la Caja es mucho más fuerte y tóxico.
Salí muy confundida de la cita. Tomarme un medicamento con una alta dosis por un largo período, sin resultar aún positiva para el mal de Chagas, no me convencía.
Me sentí triste y asustada cuando la farmacéutica me advirtió que esto tendría un efecto negativo en mi estómago, ya que este medicamento se toma cada 12 horas y no por un tiempo prolongado. Eso fue sobre todo duro para mí ya que creo mucho en las medicinas alternativas y naturales.
Sin embargo, compré los medicamentos y decidí empezarlos al siguiente día. Quería indagar más sobre el tratamiento que iba a empezar a tomar. Hice búsquedas en internet sobre sulfametazol+trimetoprima y el mal de Chagas, pero no hallé ningún artículo, página web o información que los relacionara.
Decidí entonces llamar al Ministerio de Salud, donde después de pasarme de una extensión a otra, logré hablar con una persona a la cual le conté mi historia. Me dijo que contactara a la doctora Liliana Jiménez y me brindó su número de celular. Me informaron que ella estaba en una conferencia pero que le podía escribir un mensaje de texto. La conversación que tuve me dejó muy claro que siempre es importante buscar una segunda opinión.
Estos fueron los mensajes que nos escribimos el miércoles 18 de noviembre:
YO: Estimada doctora. El domingo 8 de noviembre me picó una chinche que transmite el mal de chagas. Esta salió positiva con el parásito según un estudio en la escuela de microbiología de la UCR. Un infectólogo de la Clínica Bíblica me mandó por prevención sulfametazol + trimetoprima tres veces al día por un mes. El examen de chagas en sangre me salió negativo, pero él me explicó que no saldría positivo hasta dentro de un mes. ¿Usted considera que es un tratamiento adecuado?
DOCTORA: Casualmente voy para una charla con especialistas en Chagas. Les comento su caso y le envio la respuesta.
DOCTORA: Ya hice la consulta. Nadie está de acuerdo con ese tratamiento. Yo tampoco pero preferí asesorarme. La CCSS tiene disponible otro medicamento pero sólo si es positivo. Yo que usted me espero a la segunda muestra. Dicen que lo único que va a lograr con ese tratamiento es despedazarse el estomago.
Así que mi camino no ha terminado, tengo que realizarme más exámenes para descartar que fui contaminada, pero el proceso lo tomaré con mucha tranquilidad porque yo sé que estoy siendo guiada y cuidada por Dios.
También quedé muy clara que es importante que la comunidad tome conciencia de que los chinches que transmiten el Chagas están en Nosara, así como otras partes del país, y que podemos, y debemos, tomar medidas para prevenirlo: fumigar nuestros hogares, revisar periódicamente nuestros colchones, usar mosquiteros y limpiar nuestros patios de cúmulos de madera que es donde más suelen esconderse.
Siento que Dios me ha puesto esta prueba para que pueda compartirla con muchas otras personas, y si puedo lograr que al menos una persona no sea contaminada por este parásito, y que muchas otras empiecen a tomar medidas preventivas, entonces todo habrá valido la pena.
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