Hay momentos en la vida que los pensamientos que circundan la mente son únicamente rendirse, sobre todo cuando las dificultades económicas se presentan, por ejemplo, ¿cuántos casos se han visto de personas que con toda la ilusión inician un proyecto, invierten todos sus ahorros en un sueño, para luego toparse con una serie de dificultades? incluyendo en algunos casos hasta pérdidad monetarias mas grades que las ganancias.
Muchas veces todo ello lleva a que se desarrolle mucho estrés físico y psicológico, padecimientos suprarrenales, frustración y hasta depresión, todo ello originado a partir de ese sentimiento de impotencia al no ver algo que se pueda hacer al respecto. Si, es una avalancha de malestar y en ese momento puede que la persona no vea una solución a la situación por la que pasa.
Siendo esa situación tan agobiante es entendible el motivo por el cual las personas tienden a, como se dice popularmente hablando, “tirar la toalla”, ya que eso de alguna forma les libera del malestar que se siente al estar en una situación difícil, sin embargo, aunque ya se haya dado por terminada la sitación estresora, hay oportunidades que esa incomodidad, inquietud e inclusive en algunos casos estrés, permanece.
Pareciera ser entonces que el sentimiento incapacitante se nutre al mismo tiempo del pensamiento negativo como de la pérdida. El pensamiento negativo que la persona acumuló mientras estaba tratando de sacar adelante el proyecto, es decir, del conocimiento que tenía sobre las reducidas posibilidades de “ganar”, una y otra vez la persona se repetía a sí mismo “voy a perder”, y de esa forma cuando da por terminado el intento o lucha por mantener a flote el proyecto, igual cuando se retira, siente la presión de la pérdida como si no hubiera ningún cambio.
Sí, si hay un cambio, todo lo que sucedió, incluyendo las pérdidas, cada transacción social o monetaria que se generó desde el momento en que la persona inició el proyecto, constituye un aprendizaje.
Es decir, cuando la persona a pesar de estar en una situación difícil, se consentra en lo bueno que el día a día le trae, las personas que conoció, aquellas que ayudó, el poco pero bien ganado dinero que obtuvo, etc, todo ello contribuirá indiscutiblemente a que una vez que decida terminar con ese proyecto que no fue del todo satisfactorio, aún a sabiendas de esto, tendrá en su mente algo más, mucho más y sobre todo apreciará todo lo que aprendió en el trascurso de esa etapa.
El apreciar todo lo aprendido, inclusive las equivocaciones, representan la base para obtener más destrezas, es decir, si usted se equivocó ahora, no solo sabe como hacer para que no le ocurra nuevamente, sinó que también tiene la oportunidad de iniciar de nuevo y mejor, siendo más cuidadoso y con mayores probabilidades de obtener el éxito. Pero no se apresure, antes de que usted llegue a ésta sensación de bienestar a pesar de la “tormenta”, debe hacer un cambio en la forma como ve y como vive las situaciones difíciles de su vida
Si se continúa en el camino de solo ver lo bueno, querer solo lo bueno y despreciar lo malo, las fallas, los errores, entonces no se podrá contar con la felicidad. Es necesario apreciar la vida con todos sus colores, no solo los más bellos y claros, también los oscuros para de esa forma crecer.
Recuerde: “de los errores se aprende” y constituyen el motor que sin duda alguna pueden impulsarle nuevamente.
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