Tener un jardín en casa requiere de mucho trabajo y cuidado y, si se diseña con plantas que no crecen naturalmente en esta zona, también es poco sostenible. Los cambios de clima propios del bosque tropical seco provocan que las plantas cambien de color, se sequen o pierdan sus hojas.
En cambio, las plantas nativas resisten el verano porque están adecuadas al clima.
El director del Instituto Nacional de Biodiversidad, Randall García, explica que las plantas nativas están en todo lado: “Se encuentran en el monte, potreros o en la costa y crecen solas sin que nadie las siembre. Plantas como el coyol, la pitahaya, el jocote o el sandal son de la zona y se pueden propagar con semillas, estacas y plántulas”.
“Con plantas que atraen especies polinizadoras como las abejas, contribuimos también a la producción agrícola”, agrega García.
¿Cómo comenzar?
Antes de elegir las plantas que quiere en su jardín, asegúrese de que el suelo sea el apropiado para trabajar. “Estamos cerca del mar y los suelos arenosos no retienen mucha humedad, se desintegran y se lavan”, explica el agrónomo Adrián Arias, egresado de la Universidad Earth.
Si va a preparar su propio suelo, le recomendamos seguir estas indicaciones:
- Hacer capas de una mezcla húmedo-seca. Utilice hojas y tierra con gallinaza para la parte seca y una mezcla de compost y bocashi (compost a medio terminar) para mejorar la textura del suelo, la retención de la humedad y aportar microorganismos.
- Sembrar cuando empiezan las lluvias. Así consume menos agua y logra que la planta ya esté estable cuando llegue el verano.
- Agregar fertilizante sintético. La dosis adecuada enriquece la tierra durante los primeros meses. También puede usar enraizador.
¿Cuáles especies utilizar?
Esto depende de su creatividad y de la función que le quiere dar a su jardín. Hay muchos árboles que sirven como área de sombra y se mantienen parte del verano con sus hojas, como el almendro de playa, almendro de montaña o ron ron. Hay especies que aunque tardan mucho en crecer, son fáciles de trasplantar con estacas, como el madero negro, el higuerón y el jocote.
Si quiere colores en su jardín, puede buscar arbustos como las amapolas, la passiflora cuadrangular y el vainillo, que mantienen sus flores la mayor parte del año.
Otra opción es incorporar plantas comestibles que también tengan una función ornamental, como la pitahaya que tiene un fruto muy sabroso color magenta, o la maracuyá, una enredadera que sirve para dividir espacios o tapar paredes.
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