La región Chorotega es la zona con la tasa más alta de vacunación contra la COVID-19 en todo el país: 60 de cada 100 personas en la región tienen su primera dosis. Aún así, en las últimas semanas, múltiples áreas de salud en la provincia reportan estancamiento de las campañas de inmunización por desinterés en la población restante a recibir la primera dosis de la vacuna.
Las áreas de salud de Guanacaste afirman que en julio, cuando el Ministerio de Salud autorizó la vacuna para pacientes sin factores de riesgo, hubo una afluencia significativa para recibir la inmunización. Sin embargo, el fenómeno decayó drásticamente desde inicios de agosto.
Según el director médico del Área de Salud de Tilarán, Luis Diego Leitón, ese es el caso del cantón: su clínica pasó de aplicar unas 1.300 vacunas (de primera dosis) en las últimas dos semanas de julio, a reportar 377 semanales en el corte más reciente.
Aunque los datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) demuestran que al 18 de agosto Tilarán ha aplicado la primera dosis al 77% de su población, el director cuenta que en los últimos días los vacunatorios están caracterizados por el vacío.
Leitón lo adjudica a que la mayoría de la población recibió la primera dosis en los primeros días después que Salud permitiera la vacuna al último grupo prioritario de vacunación. Por lo tanto, las áreas de salud están ahora enfrentándose con aquellas personas que no están convencidas o que no quieren vacunarse.
Ya sea por convicción propia o porque están recibiendo desinformación en redes sociales, nos hemos topado con decenas de personas que no quieren vacunarse, que dicen que no los podemos obligar”, explica Leitón.
Esta falta de interés provocó que el Área de Salud de Tilarán perdiera varias dosis de vacunas en la última semana, según afirmó el doctor.
Diego Alfaro Álvarez, coordinador regional del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de la Caja, afirma que entre los los actuales retos de la vacunación en Guanacaste está la distancia de las comunidades con cada área de salud, la falta de disponibilidad de transporte público y la resistencia de una “población específica” a vacunarse.
Además, afirma Alfaro, la Caja todavía no puede vacunar a personas indocumentadas en el país pues el Ministerio de Salud no ha desarrollado un protocolo para la inmunización de esta población.
Áreas de Salud reinventan sus estrategias
El doctor Leitón sentencia que ante la dificultad de la población para movilizarse a su área de salud, esta ofrece llevar las vacunas hasta las comunidades alejadas para que todas las personas sin recursos o que viven en una zona donde no hay transporte público puedan tener igualdad en el acceso a la campaña.
El doctor afirma que hay un equipo en Tilarán llamando a cada paciente para invitarlo a recibir la vacuna y brindarle la información que necesite sobre el tema. Sin embargo, predominan las personas desinteresadas.
El Área de Salud de La Cruz está experimentando un fenómeno parecido. La jefa de Enfermería de ese cantón, Adriana Vargas, afirma que en las últimas dos semanas presenció una disminución abrupta de personas solicitando la vacuna. La última semana, por ejemplo, solo llegaron entre 15 y 20 personas a la clínica para recibir la primera dosis.
Por esa razón, el personal del Ebais decidió visitar las comunidades para llevar la campaña de vacunación hasta las casas de las y los cruceños. Ahí logran inmunizar a personas con poca o nada de información sobre la enfermedad o que aunque deseaban recibir las dosis, no tenían dinero para movilizarse.
Asumimos que habían personas con falta de recursos para llegar a la clínica o que no podían dejar solas a sus familias, entonces llevamos la vacuna hasta donde ellos. Nos ha servido muchísimo porque aprovechamos para educar a la gente”, cuenta Vargas.
De esa forma La Cruz logró inmunizar a 920 personas en la última semana epidemiológica. Aún así, es el tercer cantón con la menor tasa de personas inmunizadas en Guanacaste, después de Liberia y Nicoya.
Religión y noticias falsas juegan negativamente
Durante esas campañas domiciliarias realizadas en La Cruz, la jefa de Enfermería descubrió que también hay comunidades completas que afirman que no recibirán la vacuna, pues el pastor de su congregación evangélica lo “prohibió”.
La religión ha sido uno de nuestros mayores limitantes. Hay lugares en La Cruz que llegamos y nos dicen que tienen prohibido vacunarse. Les dicen que si están vacunados, no pueden volver a entrar al culto o que se van a morir”, relata la enfermera.
La Caja no tiene un plan a nivel nacional para lidiar con la desinformación sobre la vacuna. Cada Área debe formular su propia estrategia en las campañas de vacunación acorde a los comportamientos de su población.
Por su parte, los equipos de La Cruz y Tilarán tienen protocolos para dar toda la información necesaria a aquellas personas que tengan datos falsos sobre la vacuna.
Tilarán, en específico, afirma tener mapeadas varias páginas de Facebook que producen constantemente noticias falsas contra la vacunación y la COVID-19. Esto les permite prepararse mejor cuando llaman a la población a vacunarse.
Actualmente, ambas áreas de salud están ofreciendo la vacuna a cualquier persona del país, sin necesidad que estén adscritas a esos centros de salud. Los horarios en ambas clínicas son de lunes a viernes de 8 a.m. a 8 p.m.
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