Los vecinos de Santa Marta han visto un cambio notable en la velocidad y la fuerza del río Nosara, causando inundaciones y erosión de algunas propiedades en la zona.
El sospechoso de estos hechos es el dragado y la obra del dique que se están haciendo río arriba. Facundo Barrantes Barrantes, que vive al lado del río en Santa Marta desde hace 16 años, relató que el río nunca ha tenido tanta fuerza y estima que ya ha arrasado con casi una hectárea de la finca de 60 hectáreas de su hermana, inclusive se ha llevado tres palos de coco, un sándal y dos ceibas grandes.
Además, Magda Conseca Castillo, vicepresidente de la Asociación Deportiva y Recreativa de Santa Marta, afirmó que el río ha inundado la parte de atrás de la escuela y está afectando a todo el pueblo, que tiene unas 80 viviendas. A finales de agosto, el río ya había inundado varias casas al menos tres veces. “No ha pasado antes. Ahora sí, (el río) es más rápido”, dijo.
Ricardo Chinchilla Murillo, ingeniero de SENARA (Servicio Nacional de Aguas Subterráneas Riego y Avenamiento) a cargo del proyecto, confirmó que él ha caminado el litoral con dirección a Santa Marta y ha visto la erosión.
Aseguró que ya se está montando la segunda etapa del proyecto de dragado, que incluirá el tramo del puente Rasta hasta Santa Marta, pero dijo que el proceso implica pasos como la evaluación por la CNE y la licitación del contrato de trabajo, por lo que estima que el trabajo en esta sección no comenzará hasta el próximo año, lo que significa que los vecinos tendrán que enfrentarse a la fuerza del río durante las lluvias más fuertes en septiembre y octubre.
Tomando esto en cuenta, Chinchilla se comprometió a inspeccionar la zona durante la última semana de agosto y presentar un informe al Comité Nacional de Emergencias (CNE), pero señaló que «cuando hay una emergencia, la plata llueve”.
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