Las carreteras son uno de los servicios públicos más importantes brindado por el gobierno. Todos las utilizamos. Día a día, nos conectan con la Municipalidad, el centro comercial, las playas, escuelas, hospitales y entre nosotros mismos. Entonces, ¿qué tipo de servicio público nos están brindando las entidades gubernamentales locales y nacionales en este sentido? ¿Es un servicio de calidad? ¿Escuchan y atienden las necesidades y solicitudes de sus electores?
¿Cuántos disfrutamos la sacudida de huesos durante el camino entre Nicoya y Nosara, mientras escuchamos el ruido más reciente de nuestro vehículo? Solía ser a través de baches y nubes de polvo. Ahora es a través de baches y nubes de polvo interrumpidas por tramos irregulares de huecos y baches en donde el pavimento se ha hundido o, por el contrario, sobresale. ¿Es esto un trabajo de calidad?
¿Fue este el mejor esfuerzo que pudieron hacer para aplacar las exigencias del pueblo de finalmente contar con la tan prometida pavimentación de la ruta 160? Para ser justos, el equipo que realizó el trabajo no fue quien debió hacerlo. A pesar de ser una ruta nacional que debe ser conservada y mantenida por el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), fue el equipo regional del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) quien finalmente intervino bajo las órdenes de la Sala Constitucional. En una reciente entrevista, el Director Regional Julio Viales dijo a La Voz que están trabajando con ingenieros que no cuentan con mucha experiencia en carreteras, con gran parte de la maquinaria fuera de servicio y con un presupuesto limitado.
¿Y qué pasa con las demás rutas del cantón? El Alcalde, Marco Jiménez Muñoz, cree que progresaron durante el 2013, brindando una mejor atención a los caminos vecinales y poniendo la maquinaria municipal a trabajar bajo la supervisión directa de la Unidad Técnica de Gestión Vial (UTGV) y no bajo la supervisión del Alcalde.
Sin embargo, la realidad es que hay tantos caminos y carreteras que requieren atención y mantenimiento continuo que el gobierno local se ve en apuros para mantener al día la labor. Y lo entendemos. La cantidad es enorme, pero aquí viene el problema. En el mes de enero, informamos en el sitio web de La Voz que en el 2013 únicamente el 24% del presupuesto anual para la UTGV se invirtió en proyectos de mantenimiento y construcción de carreteras en el cantón. ¿A qué se destinó el resto del presupuesto? A gastos administrativos y de operación.
Del presupuesto total de la UTGV de ₡466,463,955 (aproximadamente $933,000), el 53% (₡245,891,471 o $492,000) se utilizó para gastos administrativos y el 23% (₡107,900,074 o $216,000) para gastos de operación. Sólo un escaso 24% (₡112,672,410 o $225,000) se utilizó en la construcción y mantenimiento de carreteras y caminos municipales.
Para este año, se destinará a la UTGV la misma cantidad que en el 2013, con una ligera mejora, ya que se asignaron ₡331,052,775 (71% o $662,000) para gastos administrativos y de operación, mientras que ₡135,411,180 (29% o $270,000) se destinarán a la inversión en carreteras y obras viales.
Ahora vienen los señalamientos—tanto Viales como Julio López, ingeniero a cargo de la UTGV, afirman que los salarios no deben salir del presupuesto que se basa en fondos de la Ley 8114, que impone un impuesto sobre la gasolina, aportando el 30% de los fondos recaudados al CONAVI y a las municipalidades. Se debería utilizar una mayor cantidad de estos fondos para el arreglo de carreteras.
El Alcalde Jiménez señaló que el 80% del presupuesto de la Ley 8114 se asigna a CONAVI, aunque este supervisa únicamente el 20% de las carreteras del país, mientras que los municipios mantienen el 80% de la red vial con tan solo el 20% del presupuesto, una disparidad que requeriría de nueva legislación para resolverse.
Y entre tantos señalamientos, ¿qué cambia? Dejen de señalarse los unos a los otros, piensen en conjunto como líderes y busquen la forma de hacer que las cifras funcionen de forma distinta para brindar al público una mayor cantidad de obras viales de calidad.
Comentarios