La revisión de los planes de Gobierno de los candidatos a la presidencia de la República nos dejan un sinsabor y una preocupación: las propuestas para mejorar los problemas de Guanacaste son laxas, repetitivas y no muestran una estrategia clara con metas puntuales.
Un claro ejemplo son los planes para mejorar el acceso y el consumo del recurso hídrico de la provincia, uno de los problemas que más nos han aquejado desde la última sequía del 2015. La salinización y la construcción de pozos ilegales, la falta de una ley de aguas, la carencia de financiamiento de los proyectos más ambiciosos como el embalse del Río Piedras, la falta de capacidad de los acueductos rurales para contabilizar su capacidad hídrica… son evidencia de que un nuevo Gobierno debe prestarle atención urgente a la provincia.
No se trata de beneficiar “solo” a un grupo de pobladores. Aquí se siembra el 54% de la caña de azúcar y el 41% del arroz de todo Costa Rica (según el último censo agropecuario del 2014). Por el aeropuerto Daniel Oduber en Liberia entra más de un millón de visitantes al país cada año. Y así podríamos seguir hilvanando las ventajas que la provincia le significa a Costa Rica.
Ni los planes de Gobierno ni los candidatos a diputados demostraron tener proyectos con indicadores de éxito claros. Es mucho más preocupante incluso que los candidatos a obtener una curul legislativa por la provincia tengan pocas ideas relacionadas o se limiten a decir que seguirán el plan que lleve “el señor presidente” a la Asamblea.
Algunos ni siquiera han revisado a profundidad un proyecto de ley tan indispensable para los guanacastecos como la nueva ley de aguas . Todos ellos, sin embargo, mencionaron al recurso hídrico y su infraestructura como uno de los cuatro “problemas reales” más importantes de la región.
Otra demanda que debemos hacerle los guanacastecos a nuestros futuros legisladores y miembros del gobierno es que inviertan en formas de disminuir la violencia doméstica en Guanacaste y otras provincias periféricas.
Ningún diputado mencionó la violencia de género como uno de los problemas reales de la provincia, cuando aquí sucede un 38% de casos más de casos de este tipo de agresiones que el promedio del resto del país.
Aplaudimos los planes para insertar a las mujeres en el campo laboral, la regionalización que plantean los candidatos de la educación pública y las becas para estudiantes, pero necesitamos propuestas que reflejen conocimiento sobre los indicadores clave de la provincia. Aunque todos somos costarricenses, tenemos particularidades y es urgente que las atiendan como debe ser: con propuestas concretas.
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