En nueve meses, en febrero de 2014, los costarricenses saldrán a las urnas para elegir a un nuevo presidente y las encuestas indican que el probable ganador será el “abstencionismo”. Lamentablemente, el abstencionismo no puede dirigir el país.
De acuerdo con una encuesta de CID-Gallup, el ausentismo a la hora de votar puede llegar a ser hasta de 60% en el 2014, esto después de una disminución de 30,9% en el 2010.
La encuesta muestra que la mayoría de los que se componen este 60% están entre las edades de 18 y 40, académicos y trabajadores que no confían en los candidatos y están hartos de oír hablar de los casos de corrupción, el amiguismo y el despotismo en la política, prefiriendo así, no participar en la elecciones y no dar su voto a ningún candidato o partido.
En una encuesta realizada por la Universidad de Costa Rica (UCR), “Actualidades 2012”, el porcentaje de los que se abstienen muestra que la cantidad de no votantes incluso podría ser tan alto de hasta un 70%.
“En resumen, la gente valora positivamente las próximas elecciones nacionales, pero lo hacen en previsión de una abstención creciente, cuestionando la transparencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), además existe un pobre aporte de los partidos políticos para resolver los problemas nacionales y la falta de un líder fuerte que puede ocupar la presidencia”, dice la encuesta.
Los analistas explican que el ausentismo se puede dividir en tres grupos: los que no asisten a las urnas por cualquier deficiencia o discapacidad, los que no votan por el ejercicio de “protesta política” y los que no están interesados ??en la política, ni lo que sucede en el país .
“Los que no votarán a favor de la protesta política, son los que no están satisfechos con los defectos de la democracia costarricense, con los partidos políticos o que se sienten menospreciados por la clase políticas, de las promesas incumplidas, el abuso de las instituciones públicas, las personas que están cansadas de hacer fila en la Caja de Seguro Social (CCSS) para tener acceso a los servicios médicos, o incluso hay quienes han desarrollado una furia interna hacia el proceso”, dice el analista político Francisco Barahona.
La división que existe en la oposición agrega al aumento del fenómeno del abstencionismo. La falta de una oposición unida contra el Partido Liberación Nacional (PLN) crea una sensación de desesperanza en estas personas, lo que podría resultar en la no votación de las personas.
En el 2010, el hecho de que Laura Chinchilla fuera la primera candidata presidencial femenina redujo el ausentismo en las urnas, pero es poco probable que esto continúe el próximo año. Lo que puede ocurrir, es una tasa aún más elevada de no votantes, según las encuestas.
Esto seria aún mayor si los partidos de oposición no pueden conseguir un candidato “mayor” y unirse para oponerse al candidato PLN cara a cara.
Si no hay una oposición unida, habrá aún más ausentismo. Sin embargo, si la oposición puede formar una coalición, la lucha por la silla presidencial será algo serio, según los analistas.
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