Érase una vez un noble caballero del reino de Cartago quien se aventuró a salir al mundo. Viajó a lo largo y ancho y vio muchas cosas maravillosas, y muchas cosas oscuras y terribles, pero él siempre se mantuvo fiel a su búsqueda del conocimiento y la belleza. Encontró gran inspiración en la literatura, la música, la caligrafía, la filosofía zen,y un puñado de otras actividades, pero al final encontró que el color y la luz eran las claves para su búsqueda. Así que reunió pintura y pinceles, encontró un lugar al lado del mar y se estableció para vivir su vida en paz y armonía. Cada mañana se levanta con los sonidos de Mozart y lee en silencio mientras dibuja sketches, tomándose un momento aquí y allá para tomar una taza de café y contemplar el mar.
Sir James de Bongoland es el nombre que se ha dado a sí mismo. Sus amigos, tiene muchos, lo llaman Don Jaime. Hoy en día este Tico de ojos azules aún vive en playa Sámara, entre el centro del pueblo y la comunidad de Matapalo. Su rutina se mantiene igual. Se levanta temprano, pone música, hace su café y esboza dibujos en periódicos viejos o lee acerca de la vida de sus héroes, los artistas que existieron antes que él, los que tocan su corazón y excitan su mente: Picasso, Modigliani, Van Gogh, Gaugin, Klee, Henri … genios que generosamente comparten su genialidad con él a través de pinturas y escritos.
Después de un momento de soledad e introspección, estudio y práctica, sale a dar un paseo por el pueblo para hacer sus recados o visitar amigos, o los amigos llegan a tomar un café y comer queque en su jardín. En medio del calor del día, él se queda quieto. Por la noche revive de nuevo para hacer lo que debe hacerse. Es un hombre amable que ve la magia y la maravilla de todo y de todos.
Traduce esta magia en hermosas pinturas de colores vibrantes. Las pinturas son sueños capturados en lienzos que se arremolinan con hermosos y misteriosos rostros, música y luz. Y en cada una de ellas se encuentra un pequeño remolino que nos recuerda que vivimos en un mundo patas arriba que está girando casi fuera de control. Las pinturas son una combinación de elegantes formas atrevidas y trabajos de línea caligráfica, a veces a través de grabados en la pintura húmeda para exponer las capas de abajo.
Usted puede visitar la galería de Jaime Koss caminando por la playa, hay rótulos que indican la entrada. Si lo visita, no espere encontrarse con un vendedor pulido que le dará la bienvenida. Usted es bienvenido, pero el artista prefiere dejarlo que vea y disfrute de la obra desde su propio punto de vista, y no le dará un típico discurso de venta enlatado.
Si tiene alguna pregunta por favor pregunte, pero debe estar preparado, porque Koss tiene el alma de un poeta y su respuesta no será lo que usted espera. Tómese el tiempo para escuchar y contemplar sus palabras. No todos los días se llega a escuchar la sabiduría de un caballero místico de Bongoland.
Para obtener más información acerca de Jaime Koss, su visita galería www.kossartgallery.com
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