Regional

El último discurso de Carlos Alvarado en Guanacaste

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El pasado 25 de julio no hubo fiestas, gritos o actos masivos en Nicoya. La todavía persistente crisis sanitaria del COVID-19 lo impidió. En cambio, con un aire de despedida y sin más promesas que hacer al pueblo de Guanacaste, el mandatario Carlos Alvarado vivió su último día de la Anexión como presidente en un evento discreto y sin mucho público. 

Junto a la primera dama, Claudia Dobles, el presidente comenzó su agenda a eso las 8 a. m. llevando una ofrenda floral al Monumento a la Anexión, en el Liceo de Nicoya. Vistió una guayabera blanca que reveló  el bochorno que hizo esa mañana en la provincia. 

El acto en el monumento busca honrar con silencio a los guanacastecos que hace 197 años lucharon por anexar sus territorios a Costa Rica. Pero a lo lejos, para un pequeño grupo de no más de una decena de manifestantes que pedían la renuncia del mandatario, el silencio fue lo de menos. 

Este grupo lo seguiría también a su segunda actividad, dentro de la ahora restaurada Iglesia Colonial de San Blas. Ahí celebró una sesión extraordinaria del Concejo Municipal sin público general, junto a algunos ministros y alcaldes de Guanacaste. A diferencia de años pasados, Alvarado no comentó nada sobre sus detractores.

El presidente llegó a Nicoya dos días después de interrumpir su gira por Guanacaste para atender la emergencia nacional por inundaciones en la región atlántica del país. Entre gritos, viajes, rendiciones de cuentas y toma de decisiones, Alvarado parecía extenuado mientras escuchaba los discursos del presidente del Concejo Municipal, Martín Reyes y el alcalde de Nicoya, Carlos Armando Martínez.

Es la segunda celebración de la Anexión para los funcionarios nicoyanos desde que su naciente partido, la Gran Nicoya, derrumbara el monopolio del verdiblanco liberacionista en el cantón.  

Vestidos también de blanco y con accesorios florales en sus ropas tradicionales de la zona, ambos mencionaron el fortalecimiento de proyectos de educación y cultura en la provincia, a propósito de la presencia de la ministra de Cultura, Sylvie Durán, y la ministra de Educación, Guiselle Cruz. 

El alcalde Carlos Armando exige al Gobierno central acciones más concretas para las problemáticas en Guanacaste. Foto: Casa Presidencial

En su discurso, el alcalde nicoyano exigió al gobierno acciones más contundentes contra el cambio climático que amenaza a Guanacaste, la creación de empleos, los problemas en el agua guanacasteca y la necesidad de nombrar los distritos de Lepanto, Cóbano y Paquera como territorios de esa región.

Que nos sirva esta celebración para tomar como punto de partida de esas conversaciones que necesitamos para Guanacaste”, afirmó Martínez.

Un discurso de despedida

Una hora después del inicio del acto solemne, llegó el turno del presidente para dirigirse a las y los guanacastecos que lo veían a través de las plataformas de redes sociales. Esta vez, por ser su última intervención en la provincia, Alvarado no trajo promesas o nuevos proyectos. En cambio, se abocó por destacar los logros de su gestión y la necesidad de la próxima administración de seguir trabajando por la provincia. 

Inició con un tono bajo de voz, distanciado del recuerdo del 2019, reafirmando su solidaridad con todos los afectados de las últimas lluvias en el país y alabando las intervenciones de los mandatarios guanacastecos.

En su discurso Alvarado insistió en el “legado” que intenta dejar al país.

Si el legado de nuestros antepasados fue vernos más allá, nosotros debemos estar a su altura. No solo pensando en el año 2021, sino pensando en el año 2050 o más allá”, sentenció. 

La ubicación de su discurso da un círculo completo a su periodo de mandato. Hace tres años, en la celebración del 2018, el presidente habló también sobre el legado de Guanacaste en Costa Rica. Por eso en esa ocasión prometió finalizar la reparación del templo colonial en el que hoy está de pie.

A los minutos, Alvarado agradeció  a su esposa, Claudia Dobles, por la ayuda que su despacho dio en algunos proyectos en la provincia.

Sé que sin su ayuda, coordinando, algunas cosas (obras en la provincia) no hubieran ocurrido. Sus sacrificios tienen resultado, sacrificios por esta provincia”, dijo el mandatario.

Dobles no solo ayudó en algunos proyectos, sino que es la coordinadora de la Región Chorotega desde abril del 2019. La primera dama es la mente detrás de obras como el asfalto de la Ruta 160, entre Garza y Nosara, el nuevo pozo de Marbella, los nuevos Ebais de Santa Cruz y Liberia, la renovación del dique de Nosara, la extensión de la ruta Cañas-Tilarán y el mejoramiento de acueductos en al menos cuatro cantones.

Un viaje por las promesas en Guanacaste

Alvarado mencionó los proyectos refiriéndose a ellos como logros de su administración. La mayoría de estos enfocados en agua, infraestructura, salud, empleo y educación. Para él son aristas que su gobierno y el próximo deben priorizar. Son los mismos temas de los que ha hablado en cada uno de sus discursos en Guanacaste durante sus casi cuatro años en el poder.

En el 2018, su primer día de la Anexión como mandatario, prometió la construcción de la nueva área de salud de Santa Cruz, que tres años después viajó a inaugurar justo después de su discurso en el cantón colonial. También habló sobre la ampliación y rehabilitación de 20.1 kilómetros de vía entre Cañas y Limonal, que actualmente está en proceso de construcción.

Ese mismo año, el presidente afirmó que tenía el visto bueno por parte del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y del Colegio de Ingenieros para la puesta en marcha del proyecto de vivienda residencial Don Mario un proyecto privado que el Gobierno estaba apoyando para darle vivienda a 254 familias nicoyanas—. En el 2019, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) detuvo la planificación por falta de viabilidad ambiental. Dos años después, no hay noticias nuevas del tema. 

Un año después del primer discurso y antes de los abucheos, en el 2019, Carlos Alvarado prometió capacitar en inglés a al menos 2 mil guanacastecos y de esa forma generar más empleos en la provincia. Aunque la promesa está en curso en este momento, el proyecto inició hasta inicios del 2021 a través del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), esta vez con la meta de capacitar a 3 mil personas de la región Chorotega durante este y el próximo año.

Carlos Alvarado después de dar su discurso del 2019 junto a su gabinete. Foto: César ArroyoFoto: César Arroyo

En el 2020, durante la pandemia, el presidente afirmó que su gobierno daría todos los esfuerzos para continuar con el proyecto Paacume, que propone abastecer de agua a toda la provincia. Actualmente el plan sigue en la fase de planificación.

“La región que dará el salto al bienestar es Guanacaste”

En el discurso del 2021 y a meses de que su gestión concluya, Carlos Alvarado dijo que ve a Guanacaste como la provincia que sacará adelante a Costa Rica. Citó el himno de la Anexión e hizo recuentos de la historia de Guanacaste y Costa Rica.

Aumentando el tono de voz, que durante todo el discurso mantuvo bajo y calmado, dijo: “la región que dará el salto al desarrollo humano y bienestar y que sobresaldrá sobre las demás es Guanacaste. Un futuro prometedor que requiere de nuestro trabajo día a día”.

Nuestro trabajo es fortalecer el trabajo para que ese desarrollo impacte a las y los guanacastecos en las áreas de: educación, patrimonio, sostenibilidad ambiental, alfabetización digital… para que [Guanacaste] sea aún más próspera”, añadió.

El mandatario finalizó sus palabras comparando las decisiones de su gobierno en materia de vacunación y cambio climático con la Anexión y las garantías sociales. “A lo muy del costarricense, tenemos que tomar medidas excepcional antes y ahora”, sentenció.

Como cierre, destacó su intención de prohibir la explotación petrolera en el país, antes del final de su periodo presidencial. 

Al finalizar el discurso, la Municipalidad brindó un reconocimiento a la pareja presidencial y uno particular a Claudia Dobles por su labor en la región. La sesión, mucho más corta de lo habitual antes de la pandemia, terminó a eso de las 11:50 a. m.

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En julio de 1825, bajo el sol de la bajura y alrededor de los relieves verdosos, ocurrió un hecho que cambió el rumbo de la historia: tras un cabildo abierto, los líderes del Partido de Nicoya firmaron la anexión de su territorio a la República de Costa Rica.

Desde entonces, los pueblos guanacastecos celebran cada 25 de julio con bailes, cantos y bombas, un evento que trajo un bagaje inmenso de cultura y tradición, todavía impregnados en las venas más profundas del país. 

197 años después los herederos y herederas de la decisión tomada por voluntad propia, salen de celebrar el giro visionario en la historia con el presidente número 48 de la república. 

Los gritos guanacastecos y las bombas suenan a lo lejos dentro de las casas, mientras el mandatario y su equipo salen hacia Santa Cruz para inaugurar un Ebais en el que estaban trabajando desde hace tres años. Así también termina su legado rojo y amarillo en Guanacaste.  

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