En esta época del año, las fiestas tienen como objetivo simbolizar un tiempo de paz y felicidad, sin embargo, tambien puede ser una época estresante, llena de conflictos y de presión al tener que dar regalos aún en estos tiempos difíciles.
Uno de los mejores regalos que podemos dar (¡y que además es gratis!) tanto a nuestros seres queridos como a nosotros mismos es el perdón.
Este acto, el cual puede parecer bastante simple, no es siempre tan fácil. Pero una cosa es clara: los beneficios que trae a la salud, incluyendo los beneficios emocionales y sociales, son ampliamente reconocidos. Diversos investigadores han sugerido que el perdón conduce a relaciones más sanas, a mayor bienestar espiritual y psicológico que se ve reflejado en una disminución de la ansiedad y la depresión, en menores niveles de estrés y en una reducción del dolor crónico, así como en la disminución del abuso del alcohol y otras sustancias.
¿Qué es el perdón?
Katherine Piderman, Ph.D. de la Clínica Mayo en Rochester, Estados Unidos propone una definición integral del perdón, “el perdón es la decisión de dejar ir el resentimiento y los pensamientos de venganza. El acto que lo hirió u ofendió siempre seguirá siendo parte de su vida, pero el perdón puede ayudar a disminuir el control que este tiene sobre usted, ayudándole a concentrarse en partes más positivas de su vida. Incluso, el perdón puede conducir a sentimientos de compresión, empatía y compasión hacia la persona que lo lastimo».
En algún momento todos hemos experimentado dolor y enojo por las acciones o palabras de otra persona. Tal vez como niños nos hirieron física o emocionalmente, tal vez nos han sido infieles o nos han robado alguno de nuestros bienes. Aunque estas heridas pueden dejarnos con sentimientos de ira y amargura, las consecuencias de no perdonar pueden provocar que, a largo plazo, terminemos sufriendo más. A la larga, cuando el acto de perdonar es genuino, los sentimientos de paz y felicidad florecen más fácilmente.
¿Por qué perdonar?
Fred Luskin, director del Proyecto del Perdón (The Forgiveness Project) de la Universidad de Stanford afirma, “El proceso de perdonar puede ser una experiencia liberadora. Si se práctica de forma proactiva puede llevar a una experiencia de vida maravillosa”. Conforme perdonamos, nuestra vida mejora y con ella nuestra salud, bienestar y nuestras relaciones.
Perdonar no significa negar la responsabilidad de la otra persona en habernos lastimado, ni minimiza o justifica el daño. Se puede perdonar a alguien sin excusar el acto. Cuando asumimos el valiente acto de perdonar a alguien que nos ha lastimado o perjudicado, una sensación de paz surge en nuestro interior y, al hacerlo repetidas veces, la vida es simplemente más agradable.
Mire hacia atrás a aquellas ocasiones en las que ha perdonado a alguien en el pasado y recuerde como se ha sentido después. Cuando hacemos la decisión consciente de perdonar, es más probable que nos sintamos en control, menos distraídos por las emociones y, finalmente, más productivos. Elegir perdonar a alguien que lo ha ofendido o lastimado es una salida poderosa hacia la fuerza y la compasión, y no hacia el dolor y la tristeza.
Cuando usted deja de ocupar el papel de víctima, el cual se caracteriza por estar cargado de emociones fuertes tales como el enojo y la culpa, y deja de lado cualquier rencor restante, deja también de definir su vida por la forma en que ha sido lastimado.
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