Un niño guanacasteco en Tamarindo se enamora a primera vista de una niña extranjera, haciendo hasta lo imposible por conquistarla. Esta historia, plasmada por el fotógrafo Sergio Pucci en su cortometraje “Amor de temporada” no pretende ser solo una historia de amor, sino un retrato de Guanacaste.
En seis minutos y medio, el fotógrafo costarricense retrató al pulpero, al ganado, a las calles de lastre y hasta a las gallinas típicas de la escena guanacasteca.
El corto es el primer trabajo audiovisual de Pucci y fue grabado en Pinilla de Santa Cruz, en abril del 2015.
“Mi intención era hacer una historia simpática, bonita y con el ingrediente de la inocencia de los niños. La idea era contar una historia muy guanacasteca que retratara la cultura y el ritmo de vida de Guanacaste, con el contraste del ritmo de alguien que viene de afuera”, cuenta Pucci.
Pucci, quien es autor de Costa Rica Aérea y Árboles Mágicos, tiene más de 18 años de experiencia como fotógrafo; sin embargo, nunca había incursionado en la producción audiovisual.
La grabación se presentó en el shnit Internacional ShortFilmfestival en octubre del año pasado. Pucci espera producir una película que también estaría basada en Guanacaste, pues siempre le ha atraído mucho la zona, pero no descarta la posibilidad de hacer otros cortometrajes antes para seguir practicando.
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