Tal y como estaba previsto un grupo de alrededor de 800 personas desfilaron pacíficamente durante la mañana del 25 de julio, en las calles de Nicoya.
La marcha fue organizada como medida de protesta ante el gobierno de Costa Rica sobre temas ya recurrentes tales como vivienda, agua potable, caminos y ley de territorios costeros comunitarios (TECOCOS).
La marcha inició frente al Hospital Anexión a las 9 am pero dada la fuerte temperatura que se registró en la ciudad colonial, la marcha no duró más de media hora, disolviéndose al frente de Coopealianza.
Una pequeña caravana ingresó al parque central de Nicoya custodiado por fuerza pública y policía de tránsito.
El poco peso de la marcha se debió fundamentalmente porque a tempranas horas, el presidente Luís Guillermo Solís firmó un compromiso de diálogo y atención inmediata a los problemas que reclaman los distintos grupos sociales.
El abogado nicoyano Wilmar Matarrita, quien es uno de los líderes de la marcha y esposo de la diputada guanacasteca del Frente Amplio, Suray Carrillo, se mostró muy optimista con la posición que adquirió el gobierno.
“Esta marcha es para seguir diciendo que los problemas no se ha acabado, el gobierno ha firmado un documento en el que se inicia un proceso de diálogo, pero no vamos a bajar las banderas y el pueblo va estar vigilante de ese proceso, tenemos más de ocho años de exigir esto y seguiremos en la lucha”, dijo Matarrita.
La entrega del documento la hizo Matarrita en un desayuno que compartieron los ministros, el presidente y representantes comunales en horas de la mañana.
El acuerdo fue ratificado en el marco del acto solemne que se realizó en el kiosco del parque central de Nicoya al medio día.
Dicho documento fue firmado por Carlos Segnini, Ministro de Transportes, Sergio Alfaro Ministro de Presidencia, Víctor Morales Ministro de Trabajo y el presidente Guillermo Solís.
Con respecto a la apertura del gobierno, Matarrita reconoció que este gobierno está haciendo la diferencia a otros pues ha mostrado apertura y no reprime las marchas y hasta le regaló un chonete al presidente Solís.
“En los diferentes 25 de julio siempre tuvimos como respuesta de agresión policial, nunca le dieron la bienvenida a la gente que vino a protestar, este presidente ha sido diferente, por eso ese sombrero de lona, campesino y que representa a los campesinos que se manifiestan cada año. Es como un homenaje simbólico al presidente”, dijo Matarrita.
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