Algunos estudiantes de la Escuela Serapio López en Nosara tuvieron que pasar su primer día de estudio sentados en el suelo del salón de clases. Lara Schussler, una estudiante de 10 años de quinto grado, dijo: “Fue muy triste e incómodo.” Ashley Ruiz, de 11, del mismo grado, añadió que era difícil para ellos concentrarse en la clase sentados en el piso. A pesar de que no todos los 344 estudiantes se presentaron el primer día de clases, las sillas y escritorios no eran suficientes.
Lidieth “Lety” Prendas, Presidente de la junta escolar, había llamado dos días antes del inicio de clases a Angelina Fraser, quien se encontraba en el proceso de formar la Nosara School Foundation (Fundación para la Escuela de Nosara), para pedirle ayuda para conseguir sillas y mesas. Inmediatamente se transformó en el primer proyecto, a pesar de que la fundación no se había establecido oficialmente. Como resultado, en el segundo día de clases, ya Ruiz y Schussler estaban tomando apuntes en sus escritorios, en lugar de tratar de escribir sobre las piernas. Fraser, quien creció en Nosara y estudió en la Escuela Serapio López de manera intermitente durante tres años, señaló que la escuela necesita más apoyo de la comunidad y por lo tanto decidió establecer la Fundación para la Escuela de Nosara. Comentó que el objetivo es “mejorar las escuelas por encima todo”.
Fraser afirmó que ella no se preocupa por las políticas que rodean la fundación. La reconstrucción del campo de juego con una donación considerable de un amigo cercano de Fraser, que prefiere permanecer en el anonimato, es su proyecto actual. En colaboración con la junta escolar y el director de la escuela, la fundación espera terminarlo a principios de marzo. “Por ahora los niños no tienen donde jugar”, dijo Fraser.El objetivo es “crear un ambiente feliz para los niños en la escuela”, agregó.
Según Prendas, la junta escolar ya había empezado a trabajar haciendo renovaciones durante las vacaciones de verano.Pusieron vallas nuevas, puertas, bancos, corredores a prueba de agua, nuevos basureros y arreglaron la soda de la escuela, pero todavía hay más trabajo por hacer. La creación de una huerta del cual los estudiantes estarán a cargo, el arreglo de los baños y la instalación eléctrica son algunos de los proyectos que la fundación y la junta escolar tienen para trabajar en el futuro.
En cuanto a trabajar con la fundación, Prendas dijo: “Para mí, es lo mejor que podía pasar. Todos mis compañeros están contentos porque pueden ver el cambio. Esto es como una revolución para nosotros.”
Ellos ya han recibido donaciones monetarias y asistencia en mano de obra y materiales de las empresas y de las familias locales, y están abiertos a un mayor apoyo de la comunidad. El director de la escuela, Víctor Julio Madrigal, dijo que es un paso positivo, “Necesitamos muchas cosas. Tenemos que trabajar como una comunidad aquí”. Fraser dijo que está dispuesta a hablar con cualquier persona que quiera apoyar a la escuela. “Yo no empecé esto para recaudar plata. Empecé sólo para ayudar”.
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