Nosara

Gobierno planea reconstruir dique de Nosara con inversión de ¢650 millones

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El Servicio Nacional de Aguas, Riego y Avenamiento (Senara) y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) planean rehabilitar el dique del río Nosara para reducir el riesgo de inundaciones que todos los inviernos afectan a esta comunidad del cantón de Nicoya.

Si bien el fenómeno del Niño entró al país desde noviembre del 2018, el meteorólogo Luis Fernando Alvarado, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), advirtió que las lluvias probablemente iniciarán en agosto en Guanacaste.

El tiempo le juega en contra a la rehabilitación del dique, pero las instituciones afirman que ya avanzan con los diseños preliminares y con el presupuesto de ¢650 millones que costarían las obras.

El paso definitivo lo dará la Junta Directiva de la CNE cuando apruebe tanto el presupuesto como los planos de los nuevos trabajos, un trámite que debería quedar listo este mes de febrero. El paso siguiente es contratar una empresa que deberá completar las obras en tres meses, bajo la supervisión de Senara. 

Pero ojo: Senara advierte que si la municipalidad de Nicoya no le da mantenimiento al dique, los trabajos no resistirán una nueva crecida del río y las comunidades volverán a inundarse.

Obras urgentes

La institución propone reconstruir dos sectores claves del dique: el de Santa Marta, y el del aeropuerto. En estos puntos, las lluvias de los dos últimos inviernos inundaron las casas y dejaron incomunicados a los vecinos de los barrios Hollywood, Santa Marta y San Carlos.

Las obras nuevas incluyen muros de protección, reconstrucción de la toba (cobertura de concreto y arena colocada en las paredes del dique) y alcantarillas más grandes que permitan evacuar más rápido el agua que cae al río.

Uno de los puntos más críticos del dique es el puente Rasta, que comunica a la comunidad de San Marta con el centro de Nosara. Acá la corriente del río hace una especie de embudo que en el invierno pasado debilitó las paredes del dique y terminó por sacar el agua del cauce e inundar las comunidades vecinas.

En ese sector, Senara planea construir un muro de casi cuatro metros de profundidad por debajo del cauce para proteger el dique y frenar el ímpetu de las aguas, explicó el ingeniero de la institución, Adolfo Vázquez.

La institución también excavará el río para que el caudal pueda soportar hasta 1.145 metros cúbicos por segundo (m³/s). Eso es aproximadamente un 14,5% más que la capacidad que tenía antes. Esta excavación, sumada a un mantenimiento regular del río, impediría que el agua se desborde de nuevo, dijo el ingeniero Vázquez.  

Vecinos preocupados

Esta no es la primera vez que el Gobierno interviene el dique. Ya en el 2009 la CNE había construido uno (que el río Nosara derribó el mismo año) y en el 2013 la misma institución le pidió ayuda a Senara para levantar uno nuevo, que quedó listo en el 2015 y ahora comenzará su primera reconstrucción.

A algunas vecinas les preocupa que la nueva promesa de un dique que aguante todo el agua quede en eso, en promesas. Una de ellas, Adriana Camareno, dice que las inundaciones del 2018 fueron las más fuertes de los últimos 20 años y le echa la culpa al dique.

En el pueblo cada quien tiene sus teorías sobre cómo remediar el problema. “Yo creo que el dique debe ser al mismo nivel del puente Rasta”, dijo Camareno.  “Hay que dragarlo todos los años”, opinó también Maritza Ruiz, del barrio San Carlos que queda cerca del aeropuerto.

Con Ruiz coinciden los especialistas de Senara. Adolfo Vázquez, ingeniero de esta institución, dijo que el exceso de sedimentos es una de las principales causas de las inundaciones. 

Solo en el último invierno, el río recibió unos 30.000 metros cúbicos de sedimentos que se desprendieron de las montañas y cayeron a la corriente, dijo el ingeniero. Esta tierra quedó en fondo del río y ocasionó que subiera el nivel del agua. Súmele la gran cantidad de lluvia que cayó y el resultado serán las inundaciones.  

El ingeniero de la municipalidad de Nicoya, Josué Ruiz, dijo que para el 2018 gastaron ¢8 millones de fondos municipales en limpieza y corta de árboles y malezas que crecieron alrededor del dique, pero él cree que la muni necesitaría al menos de ¢30 millones para darle un mantenimiento correcto que incluya remover los sedimentos del río. Ruiz confirmó que los ¢30 millones ya están presupuestados para este año. 

El director de ingeniería y desarrollo de proyectos del Senara, Marvin Coto, explicó que, con los nuevos diseños, el dique no cambiará de altura pero que sí reforzarán el sector del puente Rasta, reconstruirán las paredes del dique y colocarán alcantarillas con más capacidad.

Si el dique no recibe mantenimiento de la municipalidad es probable que se vuelva a inundar Nosara», opinó Vázquez del Senara.

Coto agregó que en la segunda quincena de febrero reunirán a los vecinos de los barrios cercanos para escuchar sus preocupaciones e informarles de las nuevas construcciones.

Otras alternativas

La rehabilitación del dique no será la solución definitiva para los vecinos del barrio Hollywood, que viven en una zona de inundación constante. La Asociación de Desarrollo Integral de Nosara (ADIN) trabaja en este momento en un proyecto para reubicar a las aproximadamente 40 familias que viven allí.

“Estamos en la primera fase de estudios para saber si el terreno es apto para construir las casas”, dijo Marco Ávila.

La ADIN tiene censadas a las familias que viven en zona de riesgo y está gestionando los trámites con el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) para que reciban un lote y una casa, informó Ávila. 

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