Flori Cantillo empezó en el negocio, se afligía porque algunos clientes no la trataban bien, hasta que un día decidió cambiar de actitud y ahora es una de las cantineras más respetadas de Santa Cruz. En la imagen sostiene una botella del trago estrella del bar, una mezcla de hombre grande con Cacique, la cual asegura Cantillo que le quita la resaca a cualquiera
Tobías Morales fue finquero y pulpero por muchos años y a sus 55 años abrió una de las primeras cantinas del barrio San Martin, el Centro Social McCoy. Morales es uno de los cantineros más antiguos de todo Nicoya y actualmente a sus 92 años, atiende a sus clientes todos los días, a pesar de tener problemas de audición porque dice que “no le gusta estar desocupado”
Antes de ser una cantina, El Tronco era una licorera en Santa Cruz. Este negocio familiar se convirtió en bar hace más de 40 años y a finales de los 80’s Flori Cantillo (hija de los dueños originales) lo comenzó a administrar. Cabezas de animales disecados se encuentran en las paredes desde que el bar tenía otro dueño, y junto a ellas un collage de retratos de más de 15 años de antigüedad, el cual forma parte de la decoración que le da una estética particular.
El McCoy siempre ha sido un salón de baile. En una esquina al final del salón hay una rocola empolvada que ya no funciona y es el recuerdo vivo de lo que fue el bar en otra época, donde durante décadas se escucharon los mejores éxitos de la cumbia, rancheras, música romántica y hasta marimba. Cuando la adquirieron, las canciones se pagaban con pesetas, luego pasaron a costar un colon, cinco, veinte y por ultimo cien.
Con ¢2.000 prestados por su hermano, don José Hipólito Torres abrió el Bar La Deportiva en el año 1993 en Nicoya centro. Gracias a los ingresos que le ha generado el bar durante los últimos 22 años, pudo sacar el estudio de tres hijos y la maestría de su esposa. Desde que abrió, maneja el bar por si solo y aunque pasa días difíciles, la cantina tiene una clientela fija desde hace varios años.
Ezequiel Casares alias ‘Chequelo’ es uno de los cantineros más queridos en Nicoya. Un 14 de setiembre de 1980, su vida tomó otro giro cuando decidió tomar el bar Camino al Estadio, luego de un partido entre Liberia y ADG, sin experiencia ni un cinco en el bolsillo. Desde entonces abre todos los días y su cantina es uno de los lugares de reunión de la afición guanacasteca “La Gallada".Desde hace cinco años los clientes le empezaron a regalar camisetas de futbol las cuales son parte de la decorac
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