De acuerdo con el último informe Estado de la Nación 2017, presentado por el Programa Estado de la Nación (PEN), la pobreza total y extrema de la región Chorotega se ha venido reduciendo, por lo menos, desde mediados de los años noventa.
En los últimos dos años, esos buenos números se acentúan. Con datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), se señala que la pobreza pasó de afectar un 33,2% de los hogares en 2014 a un 23,6% en 2016.
LEA: Siete datos que muestran cuán próspera es Guanacaste
Es más, solo en el último año, la región reportó la caída en pobreza extrema más alta de todo el país (2,7 puntos porcentuales). La pobreza extrema pasó de afectar a un 8,6% de los hogares en 2016 a un 5,9% en 2017.
En regiones como la Central o la Pacífico Central, esa reducción fue de 0,3 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente.
¿Qué los hace menos pobres?
No existe evidencia robusta para justificar el fuerte cambio de los últimos dos años, según explicó Leonardo Merino, coordinador de investigación del Estado de la Nación.
A su criterio, la hipótesis más fuerte que explica los resultados es la de un ajuste metodológico realizado por el propio INEC en sus encuestas.
LEA: Oferta educativa en Guanacaste todavía se concentra en carreras tradicionales
“ Lo que se sabe es que la provincia es más urbana y tiene una economía más ligada a los servicios”, agregó Merino.
Pese a ello, se señalan dos posibles causas que estarían incidiendo en la reducción de la pobreza.
LEA: Cuatro formas de disminuir el desempleo durante la temporada baja en Guanacaste
La primera de ellas hace referencia a un aumento en los ingresos de los hogares en Guanacaste, eso sí, no gracias a empleos de alta calidad.
Por ejemplo, las mujeres parecen estar insertándose más al mercado laboral pero en servicios domésticos. Es decir, aportan dinero al hogar pero en trabajo de escasa protección social.
Por otra parte, se menciona un aumento en la ayuda que da el Gobierno a las familias de menos recursos.
A nivel nacional, el peso de las ayudas estatales y becas que entrega el Gobierno a las familias más pobres del país creció del 17% en 2016, a 19% este año.
Pero esta última causa enciende las alertas de los investigadores, pues la dependencia de las ayudas sociales es señala como una causa frágil para mantener los buenos números.
“Que el Estado continúe con esa ayuda requiere de que Gobierno tenga ingresos para financiar sus programas de ayuda. Es decir, necesita de buenos escenarios políticos y fiscales para que eso sea sostenible en el tiempo”, concluyó Merino.
Comentarios