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Hilos políticos y religiosos tejieron el triunfo del PRN en Cañas

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Cuatro días por semana, de 7 p. m. a 9 p. m., el corredor de la casa de Grace Matamoros y Sergio Borges, en Bebedero de Cañas, se convierte en un culto cristiano.

En esta casa de piso rojo y con paredes mitad cemento, mitad madera, la pareja congrega a unas ochenta personas, entre adultos y niños.

Bebedero es el distrito más pequeño del cantón cañero. En 57,98 kilómetros viven unas 2.000 personas —según el Censo del 2011—. De las que votaron, un 48,77% lo hicieron por el Partido Restauración Nacional (PRN). Esos votos lo convirtieron en el distrito de todo Guanacaste que más apoyó al candidato evangélico.

Este y otros hilos políticos, religiosos y sociales tejieron la tela de la bandera del PRN aquí. 

Los fervientes cristianos

—En ocasiones sí he tenido la oportunidad de expresarle a la iglesia y de decirle: si tenemos que elegir a alguien, no lo hagan porque yo lo estoy diciendo, pero la única opción que tenemos ahorita es Fabricio— cuenta sin titubear el pastor Sergio. 

Su esposa, habla también:

—Yo vi que todo mundo votó por Fabricio, ¿sabe por qué? porque ese loco [se refiere a Carlos Alvarado] que se estaba tirando para presidente está apoyando muchas cosas que nada que ver.

— La igualdad de género— complementa Sergio.

—Ajá. Los gays y eso. La gente tiene miedo de que le metan a los niños cochinadas— dice ella.

Aquí en Bebedero hay tres iglesias evangélicas además de la tradicional católica. Al recorrer el pueblo, no se ven banderas de ninguna agrupación política. Solo dos vallas con la foto de Mileidy Alvarado y tres con la liberacionista Aida Montiel, ambas electas.

Lo que sí es común es escuchar música de alabanza y adoración saliendo de las casas y de los negocios.

En una soda en el centro de Bebedero, con una canción cristiana de Marcos Witt de fondo, Petronila, la dueña, dice que de haber podido ella hubiese votado por Fabricio.

No lo hizo porque aunque nació en La Cruz de Guanacaste, su mamá registró su nacimiento en Nicaragua. Pero no le preocupa no poder ejercer el voto: está convencida de que Fabricio será el próximo presidente.

Petronila, que actualmente se congrega en la iglesia de Sergio y Grace, asistió un día a un concierto de Fabricio y otros salmistas en Santa Cruz. Ese día, dice ella, ocurrió una profecía:

“Oye, el Señor dice que vas a ser el próximo presidente”, cuenta Petronila que una pastora le dijo a Fabricio en medio de la multitud.

Y luego comenta que ella también supo de otro pastor, de otro país, que dijo que el presidente se llamaría Fabricio.

“Y si Dios lo dijo, no hay nada ni nadie que pueda levantarse en contra de su voluntad”, dice ella. 

Petronila está segura de que Fabricio será presidente por una profecía que escuchó cuatro meses atrás.

 

Un gran oasis político-religioso

A la salida del distrito de Bebedero, cerca del centro de Cañas, hay una iglesia más: Oasis de Esperanza. En esa, que es la más grande del cantón, trabaja como pastora la diputada electa Mileidy Alvarado. Su esposo (q.e.p.d) fue también un líder religioso en la misma congregación.

Hoy, a Oasis de Esperanza la dirige Pablo Guevara, cuñado de Mileidy, también pastor y segundo vicealcalde del cantón. Fue candidato a diputado por el mismo PRN en las elecciones del 2014, pero no resultó electo. En el 2016 se unió, entonces, al Partido Liberación Nacional (PLN) para llegar a su actual puesto político.

Todavía es parte de un gobierno local liberacionista, pero Guevara es un evidente simpatizante del PRN. Sus redes sociales y las de su iglesia no dejan duda alguna de que su apoyo es a esa agrupación político-religiosa, a Fabricio y a su cuñada Mileidy.

Durante la campaña electoral, la página de Facebook de Oasis de Esperanza Cañas hizo eco de los mensajes del PRN.

“Partido Restauración Nacional. Un voto inteligente”, escribieron los feligreses al compartir una foto desde la página de Fabricio Alvarado.  

Al tratar de explicar desde lo que él vio en Cañas, un oficial de la Fuerza Pública de apellido Jiménez, dice que “a la iglesia católica, las otras iglesias cristianas la superan por bastante”.

Esta idea la repiten también otros señores mientras están sentados en el parque de Cañas: que hay muchas iglesias evangélicas, que la Iglesia Católica pierde terreno y que Mileidy Alvarado es una conocida del pueblo por pastora y por estilista del negocio familiar del peluquero German Alvarado.

En la casa del PAC, en el centro del cantón, un grupo de siete personas también tienen claro los factores que hicieron que el PRN arrasara: la candidata cañera, las iglesias, el vicealcalde pastor, el conservadurismo guanacasteco y la coyuntura temática del país en torno a la diversidad.

De la peluquería al Congreso

En una peluquería atrapada en el tiempo y ubicada al lado de la carretera Cañas – Liberia, Mileidy Alvarado cortó decenas de cabellos. Hace 37 años su papá, German Alvarado, fundó este local. Hoy, su hermano, también llamado German, la administra.

—¿Alguna vez pensó que un familiar llegaría a tener un puesto político?

German asiente y, mientras tijeretea la cabellera de un cliente, agrega:

—Mileidy tiene muchas formas de expresión. Es una persona muy inquieta y muy trabajadora.

En esta peluquería trabajó Mileidy Alvarado. Su hermano es hoy el heredero del negocio familiar. 

 

En el salón donde la ahora diputada se dio a conocer, los cables de las maquinillas eléctricas guindan del techo, no hay cieloraso, las sillas están deterioradas y a las cómodas les falta pintura.

Dice su hermano que, desde aquí, él y Mileidy tienen contacto con tantas personas que conocer los problemas de los guanacastecos es pan de todos los días. Frente a él, un espejo gigante rinde homenaje al orgullo de su familia con una pequeña postal del PRN que desde hace meses predecía: “Mileidy Alvarado, diputada en 1° lugar”.

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