Aunque debe comprobarse si el estimulo es positivo o negativo, investigaciones recientes han demostrado que el cerebro es sensible a la radiofrecuencia del celular
Según su edad, usted puede ser de las personas que crecieron en un mundo donde la comunicación mundial era predominantemente por cartas, telegramas o por el teléfono fijo, o de la generación que nació en medio de la revolución tecnológica, llena de celulares, GPS e Internet.
Con la proliferación del uso del teléfono celular, simultáneamente fueron aumentando las dudas sobre la seguridad de tener un dispositivo electrónico tan cerca de nuestro cerebro, todos los días, por distintos intervalos de tiempo. Y no es para menos: al haberse popularizado su uso a nivel mundial, de confirmarse algún efecto negativo a raíz de su uso, se estaría hablando de un efecto sobre la salud pública mundial.
Los celulares trabajan mediante campos electromagnéticos de radiofrecuencia modulada (RF-CEM). Lo que siempre ha consternado a los investigadores es si estos campos pudieran tener efectos cancerígenos, sin embargo, y a pesar de varias investigaciones, las conclusiones habían sido contradictorias, no pudiéndose correlacionar su uso con la presencia de efectos nocivos sobre la salud.
Recientemente la Dra. Nora Volkow, del Instituto Nacional del Abuso de Drogas de los Estados Unidos, realizo una investigación donde a través de múltiples pruebas evaluó si el uso del celular afectaba el cerebro. En su investigación, Volkow encontró que luego de 50 minutos de tener el celular pegado a la oreja (encendido o apagado), en la zona del cerebro más próxima a la antena del celular, se vio un aumento en el metabolismo de la glucosa en el cerebro.
¿Qué significa esto? Significa que por primera vez se demuestra que el cerebro humano es sensible a la exposición a RF-CEM. Sin embargo, ahora será necesario determinar si esto podría traer consecuencias negativas sobre la función cerebral o si, por el contrario, estas podrían tener el potencial de activar ciertas zonas del cerebro que no eran estimuladas correctamente.
Los investigadores recomiendan no alarmarse, ya que estos hallazgos aún se encuentran en una etapa investigativa. Además, si usted desea ser extra precavido, le sugieren que siga los siguientes consejos: limite el uso del teléfono celular, utilice manos libres o el altavoz siempre que sea posible y evite tener el celular cerca de su cabeza ya que, por el momento, estos efectos solo se han observado al haber un contacto directo.
Esta es la primera investigación en humanos que arroja resultados confiables sobre este tema. Si bien es cierto que en este punto la mayor parte de las personas tienen ahora más dudas que respuestas, es importante estar atentos a los resultados que arrojen las investigaciones posteriores, indicando los alcances y el impacto sobre la salud de este hallazgo. Lo importante es que esta investigación marca un punto de partida sobre un tema donde hasta ahora existían solo interrogantes y que es de gran interés para la salud pública.
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