El Sábado 23 de abril, los surfistas de las playas locales, como Sámara, Nosara y Guiones inundaron la Playa Ostional para montarse en las olas del primer torneo de surf de Ostional. El torneo fue organizado por la comunidad para apoyar la finanaciacion de la reparacion del techo de la Iglesia Evangélica de Dios en Ostional. antes de que comienze la temporada de lluvias. Los negocios de surf de nosara tambien dieron un apoyo significativo.

La idea surgió de un surfista de 18 años de Ostional, Brian Alejandro Briones, quien ha estado surfeando desde que tenía 7 años y que, además, compitió en la categoría Open.

45 surfistas compitieron en cuatro categorías, que son Woman, Junior, Master, y Open. Mientras Jessenia Alfaro fue la ganadora de la categoría Mujer, Storm Van Timmeren ganó el primer lugar en Juniors. Christopher Chaix ocupó el primer lugar de la categoría Masters. La categoría más concurrida de todas fue Open y Cristian Santamaría se convirtió en el ganador.

Aunque cerca del mediodía, una llovizna mojo a la audiencia, la energía positiva del torneo nunca bajo. Los participantes de todas las categorías, los jueces y el público disfrutaron de la deliciosa comida típica, elaborada por las hermanas de la iglesia, mientras se observaba el surf y la vista del mar.

La iglesia necesita 1 millón de colones para arreglar el techo. Al final de este torneo, se recaudaron casi 250.000 colones. La iglesia evangelica planea realizer una campaña al final de mes para recaudar el resto de los fondos que se necesitan.

En cuanto al concurso, el surfista Ryan Gorman dijo: "Las olas podrían haber sido un poco mejor, pero el ambiente y la energía del evento es bueno." Comparando los torneos de surf anteriores organizados a nivel local, Esteban López, surfista y propietario de una escuela de surf, comentó que "todo estaba más organizado. Buena nota (en) el primer torneo en Ostional ... Ellos (la comunidad) lo hicieron bien. Estoy seguro de que lo harán de nuevo. "

Después de un largo día de surf, animando bajo el sol y la lluvia, todo el mundo estaba contento y satisfecho, en especial el sacerdote, Efrén Antonio Hernández Acuña, quien destacó lo feliz que era ver a todo apoyo para la iglesia.