Playa Guiones es una meca para el surfing. La mayor parte del tiempo hay mas olas buenas que malas, y hay generalmente muchos picos para compartir. Sin embargo, a veces el swell no golpea Guiones como todos las revistas y sitios web han pronosticado. ¿Ese momento en cuándo todos se miran unos a otros en la playa y dicen "que pasó"? Entonces, te embarcas en la última misión...Buscar un poco más y encontrar una clase diferente de ola, un brake único con pocos o casi nadie en la línea. En este punto, es casi más acerca de la experiencia que de las mismas olas. Es entonces cuando se encuentra una perspectiva fresca y una nueva apreciación del viaje así como el destino.
El swell estaba aquí. Lo habíamos estado esperando llegar durante varios días y estábamos desesperados por algo de surf de calidad. Este mayo no era exactamente el mes de mejor surf que típicamente experimentamos en Nosara y el problema con este swell, era que no entraba exactamente a Playa Guiones de la manera que necesitábamos. Entonces llamamos al capitán Vibert.
Vibert opera el Secret Spot, un barco que sale de Garza a diario y no sólo se especializa en la pesca deportiva, sino que te lleva a esos lugares escondidos y de difícil acceso para surfear. Vibert, siendo un surfeador él mismo, estaba emocionado cuando lo llamamos, y ansioso por verificar más a fondo esos breaks. Cuando llegamos a Garza, era todavía temprano en la mañana y aun nos estábamos frotando los ojos tratando de despertarnos, tomábamos el café a sorbos mientras descargábamos las tablas. Vibert nos saludó con una sonrisa y esa inmensa vibra de Pura Vida y nos señaló un barco más pequeño que debíamos abordar primero, antes de pasarnos al Secret Spot.
El primer lugar que visitamos, un pequeño pero agradable brake en un arrecife de coral, si bien no era absolutamente perfecto, era mejor que todo los que habíamos visto en los últimos días. Decidimos anclar y remar a la línea. Sin otro surfista a la vista, tuvimos nuestra olas muy privadas y todas para nosotros mismos esa mañana.
Después de volver al barco, Vibert nos ofreció chequear algunos otros lugares de surf, o ir a un lugar bueno para pescar, pero para ese momento, nosotros ya estábamos satisfechos. Además ya era hora para un segundo desayuno. Decidimos ir de vuelta a la playa, sin poder evitar ser consumidos por el sentimiento de Pura Vida, y recordando las increíbles olas de la mañana. |
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