Hoy en día el “periodismo ciudadano” se ha convertido en una parte estándar de la forma en la que recopilamos y reportamos las noticias. Pero no siempre fue así.
Mary Ann Giordano |
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Hubo un tiempo en el cual los periodistas se sentían bastante bien consigo mismos cuando se tomaban el tiempo de atender la llamada de un lector (o televidente) para escuchar algún dato o “pista”. De vez en cuando, si se sentían especialmente generosos, tomaban la decisión de alejarse de la historia planificada o de las tareas asignadas por su editor para realmente investigar y seguir aquello que preocupa al lector. Y ese era el alcance de la “interacción con el lector” y la participación ciudadana en la sala de redacción. |
Actualmente ninguna historia importante puede cubrirse sin participación ciudadana. Y aunque el ingrediente que los ciudadanos aportan no es siempre, técnicamente, el periodismo, es muy valioso para lograr llegar a la verdad de la historia y asegurar que los temas y eventos sean cubiertos en la forma más minuciosa.
Durante los últimos cuatro años, he tenido la suerte de trabajar para el New York Times en sitios web que dependen del periodismo ciudadano. Como fundadora de The Local, compuesto por sitios hiperlocales que cubren zonas específicas en el área metropolitana, y de SchoolBook, un sitio dedicado a temas de educación y escuelas y colegios locales, ayudé al Times a hacer el salto hacia artículos presentados por el lector como parte del informe regular de noticias en línea.
Publicamos todo, desde una columna de jardinería hasta artículos de opinión, desde entradas (posts) acerca de las tiendas de la zona hasta críticas de arte. Y muchas de estas publicaciones – aunque no todas–estaban increíblemente bien escritas.
Al mismo tiempo, en otras secciones del periódico y en nytimes.com, el contenido proveniente del lector ha estado infiltrándose en el informe diario de noticias. Los lectores se “comunican” a través del correo electrónico, en comentarios en Facebook y Twitter y mediante publicaciones en YouTube y en los blogs. Estos comentarios cuentan historias que son importantes para la prensa, y son utilizados a diario como fuente de información y de contenido directo tanto en medios televisivos, como en radio, revistas, periódicos y reportes en línea.
Además, los periodistas estadounidenses son cada vez más hábiles para lograr obtener informes de los ciudadanos, utilizando las mismas redes sociales y herramientas en línea. Pronto será común que los periodistas comiencen a investigar sus historias con un comentario en Facebook – cuéntenos lo que sabe – y mediante búsquedas en línea, así como era la norma (y aún debe serlo) que los periodistas “revisaran sus notas” antes de salir en una asignación.
¿Qué es periodismo ciudadano?
El periodismo ciudadano tiene muchas formas. Algunas son bastante casuales: textos en Twitter, Facebook o videos en YouTube, narrando y documentando un evento de última hora o en desarrollo, que son tomadas por los periodistas para convertirlas en artículos. Esto ocurre en la prensa todos los días, mediante la observación ciudadana, su comentarios, fotografías y videos ilustrando reportajes sobre inundaciones, crímenes, acciones policiales y conciertos.
El periodismo ciudadano también se ha convertido en un elemento básico del periodismo local. Los sitios web hiperlocales, como The Local o La Voz de Nosara, dependen de la información brindada por los lectores en todos los temas, desde los sucesos hasta cambios en el señalamiento vial. Los sitios locales pueden absorber toda la información que se les presente, ya sea a través de correos electrónicos con información o sugerencias, o mediante artículos completamente desarrollados y listos para su publicación.
En el periodismo ciudadano, los lectores también pueden sugerir ideas para futuros reportajes o historias, inscribirse para realizar asignaciones e incluso presentar a los editores reportajes escritos o fotografías de forma electrónica.
¿Por qué se necesitan los periodistas ciudadanos?
Por muchas razones. Como razón básica, ninguna organización de noticias puede estar en todas partes en todo momento – sea la ubicación Nosara o Brooklyn. Además, las noticias se han vuelto más complicadas y con tantas fuentes de información disponibles, que las organizaciones de noticias deben hacer mucho más – y a menudo con muchos menos recursos.
Otra razón fundamental: porque pueden. Con la llegada del Internet y el uso generalizado del correo electrónico y otras herramientas de comunicación digital, los lectores pueden “publicar” para el mundo – literalmente – y los periodistas pueden acceder a esas “publicaciones” sin levantarse de su escritorio.
Pero hay una tercera razón de gran importancia para el crecimiento del periodismo ciudadano: los ciudadanos comunes suelen ser las mejores fuentes de la mejor información. Sea que usted haya sido testigo de un tiroteo o simplemente observó cambios en las señales viales de su vecindario, automáticamente sabrá mucho más sobre el tema que el periodista a quien se le asignó la historia. Y necesitamos de usted si nuestra meta es brindar un reportaje honesto, exhaustivo y, sí, interesante.
Los periodistas también deben tener en cuenta que la información brindada de forma voluntaria o que generalmente está disponible a través de Facebook o Twitter tendrá naturalmente algún grado de distorsión – después de todo fue brindada porque la persona tiene, presuntamente, sentimientos fuertes sobre el tema. Sin embargo, eso no determina que la información no sea fiable. Pero, al igual que un periodista evaluaría y verificaría un comunicado de prensa, es su deber analizar la información para verificarla y buscar versiones contradictorias.
Eso hace que el periodismo ciudadano represente una gran cantidad de trabajo para los periodistas profesionales. Pero solo las organizaciones más retroactivas o de mente estrecha utilizarían esto como excusa para desestimar las contribuciones de los lectores y demás ciudadanos. Como profesionales, nuestro objetivo continua siendo la “verdad”. Y en estos días los ciudadanos son un camino a la verdad que no puede ser ignorado. Con TheLocals y SchoolBook también hemos aprendido que los ciudadanos comunes son una rica fuente de información, contenido, ideas y con frecuencia, una hermosa fuente de escritura, video o fotografía.
¿Es siempre periodismo? No. Pero es la vida real, y ese es el elemento más convincente que las organizaciones de noticias pueden agregar a sus notas hoy en día. Y ciudadanos, ¡les damos las gracias por ello!
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