Al entrar al jardín de Casa de Arte, ubicada en Curime de Nicoya, un camino de piedras le llevará hacia la puerta y hacia una elección. La puerta, toda una obra de arte en si misma, se encuentra cubierta por cuadrados pintados con colores y diseños brillantes, simbolizando la elección que cada uno de nosotros realiza en la vida.
Como lo explica la artista Helga Denoth, "mucha gente teme en su vida, siempre van por un camino, siempre van por el camino de la mayoría y dicen que sí, que están felices, pero tienen sueños y nunca abren la puerta para ver que hay detrás de ella, y detrás hay mucha libertad".
Al abrir la puerta y deambular por el jardín, los visitantes encontrarán arte en las formas y sitios más inesperados: encima de una banca con colores brillantes, en las lámparas que cuelgan de un árbol junto con las carambolas, en un aspa pintada de un abanico que se mueve con la brisa, en una cerca hecha con viejas botellas que atrapan la luz del sol y en los trozos de metal retorcido o de cemento esculpido que insinúan caras o figuras.
Muchas de las esculturas están hechas con materiales reciclados; otras han sido creadas utilizando fibra de vidrio, hierro o cemento. Dentro de Casa de Arte, una antigua casa de 60 años de existencia que ha sido convertida en una vibrante galería de pinturas y esculturas, hasta los pisos son toda una obra de arte: cemento moldeado y texturizado utilizando una técnica especial que Denoth guarda como secreto.
Denoth, originaria de Suiza, ha estado en Costa Rica desde 1994 y se mudó a Curime junto con su familia (es madre de 3 hijos) hace 8 años. En el momento en que vio la vieja casa pensó "esta es". Aunque la casa era "fea, fea, fea" y el jardín se encontraba lleno de basura, Denoth tuvo la visión del proyecto terminado. Con su ojo de artista, al igual que cuando mira un lienzo en blanco, ella siempre visualiza la pintura terminada. En aproximadamente un año, Denoth transformó la casa vieja y deteriorada en una Casa de Arte, en donde casi todas las mañanas se le puede encontrar trabajando en su más reciente proyecto de arte.
En este momento, se trata de una escultura de cemento roja que ha llamado Emma. No todas sus esculturas tienen nombre, pero todas poseen alma, afirma. Dentro de cada estructura de concreto ella esconde elementos que dan alma a la escultura. Dentro de Emma hay un brazalete, una botella y una pequeña bola, que denota el juego.
Mientras que algunas personas ven a Emma y sólo ven una forma oblonga de cemento rojo, Denoth ve en ella la forma sutil de una mujer mayor – su vientre, su busto, un chal sobre sus hombros, su cabello largo que baja por su espalda. Lo que cada persona ve cuando mira una obra de arte es distinto. "Depende de la fantasía del público", explica. Muchas personas no tienen la habilidad "para ver, para ver – para abrir la mente para que salga la fantasía".
En el medio del jardín, un pájaro formado con trozos de madera pintados se encuentra sentado en una jaula metálica de color rojo. Al inspeccionarla más de cerca, se dará cuenta que la puerta de la jaula está abierta. |
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