Cuando se decreta una emergencia nacional donde la vida de los pobladores de una zona corre peligro, no es requisito indipensable hacer un estudio ambiental. Esta es la situación del dragado en el río Nosara.
Así lo confirmó el departamento de prensa de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
La CNE realizó el decreto de emergencia en el 2012 como consecuencia de la tormenta Tropical Thomas, que azotó al país en el invierno del 2010, provocando un aumento inusual en el caudal y las crecidas del Río Nosara, lo cual representó una amenaza para los vecinos.
Reynaldo Carballo, funcionario de la oficina de prensa de la CNE, indicó que en los casos cuando se decreta una emergencia no es necesaria la presentación de estudios de impacto ambiental.
“De acuerdo con la Ley Nacional de Emergencias y Prevención del Riesgo, la institución (CNE) aplica el régimen de excepción para llevar a cabo obras al amparo de un decreto de emergencias…..con el fin de que el Gobierno pueda obtener ágilmente suficientes recursos económicos, materiales o de otro orden para atender a las personas, los bienes y servicios en peligro o afectados”, explicó.
Además, Carballo indicó que para realizar las obras del dragado, se coordinó con las dos entidades ambientales del Gobierno.
“(CNE) ha venido trabajando de manera coordinada y articulada con el SENARA, Unidad Ejecutora del proyecto, para informar y solicitar el visto bueno del Ministerio de Ambiente, Energía y Mares (MINAE) y el SINAC en las obras que se realizan en el dragado del Río Nosara. Ambas instituciones ya realizaron las respectivas inspecciones”, aseguró.
Mangle y salud del río los más afectados
No obstante, a pesar de que los trabajos están en regla con la legislación vigente, Mauricio Méndez, biólogo marino y subdirector del Área de Conservación Tempisque (ACT), indicó que la afectación al ambiente es inevitable y que tomará varios meses en recuperar su estado anterior.
Tal es el caso de los árboles de mangle que se encuentra en las orillas del río y son vitales para la conservación de los ecosistemas, los cuales han sido removidos y podrían causar una baja en la producción de camarones y peces.
“Algunos micro hábitats se forman por las raíces de los árboles de mangle y en las pozas del río. Los ríos tienen microambientes, camarones, peces pequeños y especies como el robalo que salen del mar y entran a desovar al manglar”, explicó Méndez.
Otras especies afectadas son las aves como el Martín Pescador, las cuales se posan sobre las ramas de los árboles que rodean el río. Además, con la corta de los árboles se impide el paso de especies como los monos sobre la ribera.
Adicionalmente, Méndez estimó que el río inevitablemente sufrirá de algún tipo de contaminación por hidrocarburos debido a la maquinaria que opera sobre el cauce.
Otro punto importante que señaló el biólogo es la afectación en la salud del río debido al cascajo, material que se está aplicando como relleno para la conformación del dique.
“Este material (el cascajo) se puede acumular sobre las raíces del manglar que quede, y puede limitar el intercambio de aire y flujo de agua en el lodo que compone el sustrato del manglar. Lo cual puede provocar que se seque el manglar”, expresó Méndez.
Adicionalmente, la sedimentación y pedazos de cascajo se pueden acumular sobre la desembocadura del río, lo cual puede modificar la estructura física de la playa e incluso afectar el desove de las tortugas.
“Puede darse una afectación a las tortugas porque ellas están acostumbradas a escavar en la arena, no en grava”, manifestó Méndez.
Sobre el plan de reforestación que tiene Senara y la Asociación de Desarrollo Integral de Nosara (ADIN), una vez finalizados los trabajos Méndez subrayó que es importante, pero opinó que será una recuperación lenta.
“El río se va a recuperar, pero va a tomar mucho tiempo. La CNE debe destinar fondos para mitigar el impacto ambiental en el manglar y las playas que son sitios importantes de anidación”, agregó.
Dique con cálculos hidrogeológicos
En un recorrido de La Voz de Guanacaste por las casas cercanas al río, nos encontramos con Randall Matarrita, quien vive a solo 100 metros del río, y manifestó su preocupación de que incluso el dique ceda debido a las fuertes corrientes y crecidas que tiene el río en época de invierno.
“Eso no sirve (los trabajos) porque está a la vista que el agua del río se va brincar el dique. ¿En dónde están las salidas de las aguas? ”, preguntó Matarrita.
Pablo Zamora Morales, ingeniero de Senara, dice que ellos tienen todos los cálculos hidrogeológicos y de diseño, y que ya están marcados los puntos más críticos en la topografía del río.
Sobre la sedimentación, Zamora aseguró que los ríos siempre arrastran sedimentos por lo que la CNE debe contemplar el mantenimiento del río para que alargar la vida del dique y reducir el impacto en el ambiente.
Nota: El SENARA y la CNE llegarán al Salón Comunal de Santa Marta el jueves 12 de marzo a las 6 pm, para tener una reunión informativa con la comunidad sobre el dique de Nosara.
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