Mientras escribo la introducción de esta entrevista, suena “Amarrau” en uno de los parlantes de mis vecinos en Nicoya. Al entrar a TikTok desde mi celular, se reproduce el video de un adolescente celebrando en la fuente de La Hispanidad que esa misma canción llegó a 1 millón de reproducciones en Youtube (actualmente tiene 3,5 millones).
Kavvo está en todas partes y aunque lanzó su sencillo debut “Amarrau” apenas hace tres meses, su sonido recorre la escena musical a pasos agigantados. Se convirtió desde hace un mes en la canción más escuchada en Costa Rica en Spotify y Youtube.
Su nombre real es Sandro Herrera Manzanares y tiene apenas 18 años. Su nombre artístico «Kavvo» es el resultado de una conversación espontánea entre amigos, pero ha dicho que no tiene un significado profundo.
Nació en Ciudad Quesada y vivió sus primeros años en Guatuso, en la zona norte. A los 12 se mudó a Tilarán y Guanacaste lo marcó al punto de que en su canal de Youtube y a donde sea que vaya se define con orgullo como tilaranense y guanacasteco.
También es el primer artista que firma con Virgin Music Centroamérica, Universal Music, una de las compañías discográficas más importantes del mundo. En otras regiones representa a artistas como Christian Nodal, 50 Cent, 6ix9ine e Iggy Pop.
Dice que la fama no lo define. Dedica un tiempo a escribir canciones virales y su rutina restante es como la de cualquier otro adolescente. Este año dejó Tilarán y se mudó a San José para dedicarse a sus estudios universitarios en terapia física y su carrera.
Conversé con Kavvo a través de Zoom, minutos después de un apagón de energía en su apartamento en San José. Para la entrevista llegó con una sudadera roja, la que suele usar en sus Instagram Live en las madrugadas.
Respondió las preguntas con paciencia y no dudó en bromear sobre tomar vino coyol. El texto está levemente editado para mejorar la lectura.
¿Cómo fue crecer en Guanacaste para vos?
Oiga, no me maten por esto guanacastecos. Es que en realidad yo nací en el hospital de Ciudad Quesada, pero toda la familia de mis papás, los Herrera y los Manzanares, todos siempre han sido de Tilarán. Pero yo crecí en un pueblo de la zona norte que se llama La Cabanga de Guatuso. Nosotros vivíamos ahí porque mi papá era profesor en una escuelita, entonces yo me crié ahí. Sin embargo, todos los fines de semana siempre estaba en Tilarán apeando garrobos, tomando vino coyol, eh, no, mentira (se ríe).
A los 12 años me fui para Tilarán. Ahí fue donde empecé a crecer musicalmente. El pueblo guanacasteco siempre me apoyó muchísimo.
¿Entonces cómo era tu día en Tilarán hace dos años?
No, igual que un chamaco que estudiaba. Hace dos años empecé a componer, entonces yo empezaba a componer y subía videos a redes, algunos covers. Entrenaba fútbol bastante, casi todos los días en la mañana y en la noche. A veces iba al gym, me levantaba y era un día normal.
¿De qué forma se compara a tu rutina de ahora?
¡Ah! Ahora soy un vago a la par del Sandro hace dos años. Solamente paso en mi casa. Cuando quiero, compongo, voy, salgo como al cine, al mall… sí, me volví vaguito.
¿Cómo describirías tu música a alguien que despertó ayer de un coma?
¡Uy! me agarró así desprevenido, hijuepucha. Yo le diría que simplemente vengo haciendo música hace bastante, bueno, hace bastante no, hace un año, pongámosle dos años de componer. Y que últimamente todo se ha dado de la mejor manera, gracias a Dios. Y qué dicha que despertó del coma, ¿no? (se ríe).
¿Creés que vivir en una zona fuera de la Gran Área Metropolitana influyó en el sonido que tenés ahora?
No sé, realmente te voy a explicar algo. Siento que ahora la nueva generación de [músicos de] Costa Rica ya no se influye tanto solo en Costa Rica.
Antes los artistas escuchaban mucho a artistas de aquí, te podría mencionar un Crypy a un Toledo*. Ahora nosotros [la nueva generación de artistas] escuchamos influencias muy internacionales: Argentina, Venezuela, Puerto Rico. Tenemos muchos, muchos medios para darnos cuenta de qué pasa y cómo procede la música a nivel internacional.
*Kavvo tiene una canción con Toledo.
¿Y ser de Guanacaste te define de alguna forma?
Sí. El pueblo guanacasteco es muy diferente a todo, la cultura es muy diferente a todo. Yo me nutrí mucho de esa cultura. Me encantó tanto que me digo de ahí. Tal vez hubiese podido decir que era de Guatuso, de La Cabanga, pero me nutrí tanto y me caractericé tanto con el pueblo de Guanacaste, que digo… “no, es Guana. Soy de Guana”.
Este año cumpliste 18 años, pero a la misma vez saltaste a la popularidad a nivel internacional. ¿Cómo lidiás con salir de la adolescencia y con tu carrera?
La verdad es que en eso [la fama] ni siquiera pienso. Me enfoco en otras cosas. Eso de dizque la fama y los números y todo no me interesan tanto como tener un trabajo limpio y un trabajo bonito. Eso es lo que yo me enfoco más, en hacer una música de calidad y dar el 100% de mi.
Pero las redes sociales han influenciado mucho tu carrera…
Sí, creo que es el reconocimiento de los resultados [que las redes le dan]. Todo eso [los comentarios en redes] afecta de una manera positiva a la carrera musical de cualquier artista y también negativa. Si antes (de Amarrau) tenía fuerza por medio de redes, ahora voy a tener muchísimo más ganas de romper, muchísimas más ganas de escribir y sacar canciones.
¿Hay algo que te enorgullezca de vos y tu historia?
La verdad es que ahorita me podría aplaudir a mí mismo que no me rindo. Hace dos años, cuando empecé en esto de la música tuve muchos errores, sos un chamaco en completamente todo. Entonces hacía las cosas no tan bien o las hacía mal, la verdad. Y por eso sufría mucho como de burlas, bullying.
Tuve una experiencia muy fea, donde una muchacha (amiga) me dijo al puro frente “mae, ¿por qué hacés música si no vas a llegar a nada?”. Y está bien, cada quien tiene su opinión y para mí en ese momento ni siquiera me dolió y por eso es que me aplaudo y me doy gracias, porque si hubiese pensado eso en ese momento y hubiese dejado de ser música, las cosas no pintarían como pintan ahora, ¿verdad?
¿Cómo influye la personalidad de Sandro en la música de Kavvo?
No, no sé. No sé, realmente siento como que son muy distintos el Sandro y el Kavvo a la hora de componer. En la música, pues.
¿Por qué?
No sabría decirte… es que realmente lo que compongo es distinto. Por ejemplo, yo no podría decirte “esta canción es porque me pasó esto”. Nunca va a suceder porque no (me inspiro en mí). Bueno, la única es que tengo una canción que le dedique a mi hermano que falleció*. Entonces ahí sí te podría decir que esa, pero no, no compongo ni escribo inspirado en mí, ni (me identifico con) la música que hago.
*Su hermano mayor, José Daniel Manzanares, murió repentinamente en febrero de este año. José Daniel era educador, como su padre y era uno de los mayores fanáticos de su hermano, según relató Kavvo.
Pronto sacás nuevo material. ¿Cómo fue crearlo?
(El disco) fue bastante divertido, bastante chiva. A la hora de crear música, mi técnica no es hacerla de seguido [escribir sin parar]. Me gasta muchísimo y eso hace que las emociones a veces estén y a veces no. Siempre intento componer y me encanta componer cuando estoy bien y quiero hacerlo. Nunca hago algo por obligación.
A veces digo ‘uy, qué rico componer’ y me voy de ride. Entonces esas siete canciones que vienen hay unas que compuse hace bastante, otras la semana pasada. Es muy variado y también me gusta variar mucho de ritmos. Ahí lo van a ver.
¿Cómo imaginás al Sandro y al Kavvo en cinco años?
Yo digo que ojalá siga haciendo giras y pegando mundialmente. Estando cercano con mi familia, llevándolos a todos lados (del mundo). Disfrutando completamente cada momento.
¿Hay algo que te gustaría decirle a tus seguidores guanacastecos y guanacastecas?
Un agradecimiento total al público guanacasteco como costarricense, porque realmente el mayor alivio para un artista es cuando el público lo trata bien. A mí nunca me han tratado mal, siempre han estado ahí para mí y siempre me han estado apoyando. Entonces, muchísimas gracias por eso.
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