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La poesía como herramienta para crear una mejor sociedad guanacasteca

“La poesía ayuda a descubrir el pensamiento humano, lo que hay en el interior de las personas y esto hace que las personas se hagan sensibles a todas aquellas cosas que son parte de su vida. La poesía enriquece a la sociedad”, dijo Roberto Arizmendi, poeta mexicano, durante el Festival de Poesía Internacional 2015 en Guanacaste.

La poesía se define como “un género literario considerado como una manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra”, pero es mucho más que sólo un género literario.

Ella representa pensamientos y sentimientos, logra que aquel que la lea pueda identificarse con las palabras escritas, pueda sentir lo mismo que quien la escribió. Abre espacios para la reflexión y la compasión. En síntesis: nos hace mejores personas, y por lo tanto, como bien menciona Arizmendi, nos ayuda a crear una mejor sociedad.

Este era el fin que los organizadores del festival internacional de poesía tenían en mente cuando planearon llevar los talleres por varios cantones guanacastecos.

Arizmendi y el poeta colombiano Fernando Vargas, expusieron sobre el aporte de la poesía en los procesos de enseñanza- aprendizaje y  la importancia de que los niños y jóvenes  aprendan a expresarse por medio de la poesía.

Roberto Arizmendi visitó durante cuatro  días (del 13 al 16 octubre) colegios de Nicoya, Hojancha y Nandayure, mientras que Fernando Vargas realizó un recorrido por algunos colegios de Liberia y Carrillo, como la biblioteca pública y el CTP de Carrillo, lo mismo que el Liceo Laboratorio de Liberia.

“Estoy impresionado de la calidez de la gente de Guanacaste y me sorprende la disciplina que tienen los chicos de los colegios, me impresiona que fueron capaces de mantener la atención durante todo el rato que he estado con ellos y un interés por participar increíble, estoy contento de ver eso”, dijo Arizmendi. 

El interés y la atención que los jóvenes tuvieron en los talleres, fue sorprendente y reconfortante para Arizmendi, quien vivió una dura infancia en la comunidad mexicana de Aguascalientes, pero fue gracias a la literatura y a la poesía que aprendió a valorarse como persona y a desarrollar una gran inteligencia emocional.

Arizmendi visitó los Colegios Técnicos Profesionales de Nicoya y Nandayure, así como el colegio católico de Hojancha. El jueves 15 realizó una conferencia para profesores de español en el auditorio de Coopenae en Nicoya, en donde asistieron cerca de 25 profesores de la región.

Foto por César Barrantes – El poeta mexicano Roberto Arizmendi aprovechó su visita a Guanacaste para hacerse una foto con el busto de Rubén Darío en el parque Recaredo Briceño de Nicoya.

Materia pendiente para la educación tica

A pesar de la experiencia vivida por Arizmendi y de varios estudios donde se evidencian los beneficios de enseñar poesía en las aulas -especialmente como un segundo idioma-, en los colegios locales, si bien se enseña literatura, la poesía no se enseña como materia específica.

Para Walter Vargas, profesor de español del Colegio de Mansión de Nicoya,  quien participó en uno de los  conversatorios, la participación del poeta Arizmendi vino a abrirle la mente de la forma en cómo pueden utilizar la poesía como una herramienta pedagógica:

“Lamentablemente en nuestra sociedad no hemos aprendido a leer, somos ignorantes funcionales, porque cuando aprendemos a leer y escribir no hemos aprendido a descubrir lo que podemos llegar hacer con ese aprendizaje. Otro de los problemas es que si bien existen obras muy buenas no sabemos cuáles utilizar con los estudiantes, porque leemos poco (poesía)   y es muy difícil poder apreciar algo que no conocemos”, dijo Vargas.

Durante el festival, se palpó la gran sed de los estudiantes de conectarse con la poesía, de encontrar sus emociones y jugar con las palabras para comunicarlas.

Sebastián Arce, encargado de la organización en la sede de Liberia, dijo que se logró la meta propuesta: “La verdad es que los estudiantes de las instituciones que se visitaron estuvieron muy participativos y lo que buscábamos era eso precisamente, poder descubrir el espíritu de escritores que hay en ellos pero que muchas veces, por falta de un espacio o de alguien que  los motive, pues simplemente no se animan”, dijo Arce.

Foto por César Barrantes - Estudiantes del Colegio Católico de Hojancha junto a Roberto Arizmendi

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