En junio del 2010, y también en septiembre del 2011, este periódico publicó dos artículos que describían la situación de la clínica EBAIS de Nosara y también la falta de fondos para solucionar esos problemas. El problema más importante era que a pesar de que la población de Nosara y sus alrededores había crecido, los servicios de salud eran dados por la misma cantidad de médicos, con los mismos suministros y dentro del mismo espacio. Recientemente recibimos una carta de Tannia Tánchez Ávila, directora regional para la Seguridad Social de Costa Rica (CCSS), contándonos que algunas personas están mostrando signos de frustración en contra del personal del EBAIS, a veces hasta amenazándolos, porque no entienden cual es la verdadera misión de estas clínicas. Por lo tanto, decidimos entrevistar al personal actual.
La verdadera misión del EBAIS de Nosara
“La gente cree que esto es un hospital”, señaló Juanita Gómez Morera, quien ha sido el médico del EBAIS de Nosara desde noviembre del 2012. Pero ese no es el caso.
Las letras EBAIS significan Equipo Básico de Atención Integral de Salud. Con esto en mente, los programas de prevención son su punto fuerte, enfocados en promover la salud y prevenir enfermedades en vez de curarlas.
“Lo más importante para nosotros es detectar temprano o prevenir.
Después entramos en la parte curativa. La idea es dar una atención de salud integral”, explicó Tannia Tánchez Ávila, directora regional de la Seguridad Social de Costa Rica (CCSS).
Los servicios incluyen atención preventiva y vacunas a través de consultas y visitas a domicilio, así como el cuidado de las enfermedades crónicas y la detección temprana de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Por ejemplo, en abril la Dra. Gómez detectó cáncer de hueso en una niña de Garza que fue a la clínica quejándose de dolor en su pierna. El médico envió a la niña a Nicoya para los exámenes y radiografías, y ahora la pierna ha sido amputada y ella está recibiendo quimioterapia.
En teoría, el médico debe dar consultas a unas 25 o 28 personas por día, pero en Nosara su carga de trabajo no baja de 30 y a menudo es mucho más. Por ejemplo, el 14 de agosto, durante una campaña de exámenes de Papanicolaou, atendió a 69 personas.
Las emergencias no se contemplan entre las funciones de los EBAIS. Los casos de emergencia deben ir directamente al hospital, pero la doctora Gómez dijo que ella atienda a los casos de emergencia de todos modos debido a su compromiso personal como médico y la distancia que hay al hospital de Nicoya, aunque reconoció que es poco lo que ella puede hacer más allá de evaluar la situación y enviar a la persona en ambulancia a Nicoya.
Según Gómez, mucha gente no entiende lo que constituye una emergencia. A menudo gritan y amenazan a la doctora buscando recibir atención inmediata, por ejemplo diciéndole que van a enviar a unos hombres a pegarla. “Hay que esperar en todos lados, hasta para morir hay que esperar”, comentó.
Cosas como fiebre, infecciones del oído o raspones por caer de una bicicleta no se clasifican como emergencias, explicó. “Una emergencia es aquel evento donde se compromete la vida, donde si no lo atiende, se muere”, dijo, citando ejemplos como la apendicitis, un sangrado severo, un infarto cardiaco o un derrame cerebral. El EBAIS no tiene una máquina de rayos X y su tanque de oxígeno tiene una válvula de regulación dañada que no pueden reparar, pues no pueden administrar oxígeno. Lo que pueden administrar son exámenes físicos, electrocardiogramas, pruebas de Papanicolaou, sueros, vacunas y nebulizaciones (mascarillas para pacientes con asma).
Las citas se dan de 7 a 8 a.m. y las consultas toman lugar entre las 7 a.m. hasta el mediodía y de 1 p.m. hasta las 2:30, dejando al personal una hora de las 3 hasta las 4 p.m. para atender tareas administrativas.
Enfrentando desafíos
Aparte de la sobrecarga de pacientes, el personal de seis se enfrenta a otros retos. Por ejemplo, la oficina de archivos está tan llena que algunos archivos están en cajas debajo del escritorio, la iluminación es escasa y no entra aire. La doctora compró un abanico para el cuarto con su propio dinero, ya que no hay presupuesto para activos o para infraestructura. Flora Chinchilla Mora, quien mantiene los registros médicos, espera que el comité de salud de la comunidad pueda ayudar a ampliar la oficina en algún momento.
La farmacéutica, la Dra. Irene Castro Conejo, también está luchando para mantenerse al día con la carga de trabajo y cuando los pedidos de medicamentos llegan. Ella termina trabajando horas extras durante varios días con el fin de desempacar y organizar a los medicamentos.
En julio, llenó 3.206 cupones de recetas sin ningún técnico para asistirla. Así es que el flujo de trabajo para alistar las recetas no es eficiente. El técnico de atención primaria (ATAP), Jhonny Chacón Jiménez, hace visitas a domicilio en todas las comunidades atendidas por el EBAIS de Nosara, incluyendo Garza, Las Delicias y Esperanza.
La norma son 600 casas para un ATAP, pero Chacón tiene alrededor de 1300 casas en su territorio, por lo que es imposible visitar a todas en un año, y mucho menos tres veces al año como se debe hacer en casos de alto riesgo, por ejemplo cuando hay embarazos sin control o embarazos adolescentes, o cuando hay indicaciones de violencia doméstica, consumo de drogas o alcoholismo.
El ATAP ofrece este servicio gratuito a todos, tengan seguro o no. Durante las visitas a domicilio, que suelen durar de 30 a 45 minutos cada una, administra vacunas, hace un registro de la historia de salud de cada miembro de la familia e inspecciona el patio para posibles criaderos de dengue. Algunas mejoras se han hecho para el EBAIS este año.
Según Tánchez, se está invirtiendo 12 millones de colones en la clínica. En julio el EBAIS recibió dos refrigeradores nuevos de la CCSS para vacunas, que están diseñados para proteger a las vacunas durante más tiempo cuando se va la electricidad (lo cual sucede a menudo).
Además, se hicieron pintura y reparaciones eléctricas, y después del terremoto se instaló un servicio de telecomunicaciones y un sistema de videoconferencia para conectar Nosara con Nicoya y San José. También se están haciendo esfuerzos para enviar un técnico y un carro del hospital para implementar servicios de laboratorio, pero en este momento Tánchez dijo que está en etapa de discusión.
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